Ashton Carter, Secretario de Defensa, en Estonia

Brexit: hacia el IV Reich alemán

David Cameron tiene razón. Desde InLucro teníamos en mente escribir este mismo análisis desde hace un par de semanas, pero el Premier británico se nos adelantado con su clarividente declaración. Si el Reino Unido sale de la UE, la paz en Europa estará gravemente hipotecada. Dos veces en el pasado eligió la sociedad británica aislarse del continente para esquivar el agresivo imperialismo germano, pero al final se vio arrastrada y tuvo que intervenir militarmente.  Gran Bretaña pagó, en términos de dominio colonial, un elevado precio por las dos contiendas europeas, en beneficio de EEUU.

No ha sido una casualidad que las misteriosas fuentes que han desvelado los Papeles de Panamá, y que antes ya dinamitaron el Secreto Bancario de Suiza, hayan involucrado al líder de los conservadores británicos responsable de impulsar el referéndum sobre la salida de la UE. El Reino Unido es una cabeza de puente básica para impulsar el Tratado Atlántico de Libre Comercio y mantener toda la Política Comunitaria en sintonía con los preceptos arancelarios norteamericanos. Lo que ha venido ocurriendo desde la Unificación de la RFA y la DDR es que los británicos se habían acostumbrado a jugar con dos barajas, en función de sus intereses, y se han acabado por liar. La jugada de autoexcluir a la Libra de la futura Unión Monetaria, con la complicidad de Soros, fue una auténtica genialidad que los historiadores del futuro explicaran en detalle.  Fuera pero dentro.

Hace ya un tiempo que escribimos uno de esos artículos de los que se puede sentir orgulloso cualquier periodista a pesar de ganar una mierda. La deriva actual de Europa es sencilla de resumir en una frase lapidaria: todos los países de la UE germanizada sueñan ya en voz alta con ser Suiza.  Todos los derechos, privilegios y ventajas de estar dentro, ninguna obligación ni contribución a la solidaridad común.  Alemania ha dinamitado el Proyecto Europeo.

En 1989, franceses y británicos tenían sobrados motivos para no alegrarse demasiado por la simbólica caída del Muro de Berlín. Conocían la Historia de Europa. La CEE fue un milagro, la UE es una catástrofe.  España debió sospechar lo peor cuando, por fin, la invitaron a sumarse al proyecto de construcción europea, pero mucho más cuando Gran Bretaña se inventó una puerta trasera para salir de la futura Unión Monetaria a la “francesa”.  Los políticos ingleses bloquearon el Tratado de Maastricht hasta que consiguieron su propósito: el primer BREXIT.  El estudio retrospectivo de aquellas negociaciones no deja lugar a dudas.  Llama poderosamente la atención que los primeros países de la futura Unión Monetaria  fueran Alemania, Francia y todos los pobres del Sur. ¿Qué sentido monetario puede tener que las economías pobres del Sur aceptaran adoptar una moneda fuerte cuando todos los intentos anteriores desde 1971 habían fracasado?

No es ninguna casualidad extraña que la CEE haya funcionado relativamente bien durante 40 años con los principios rectores franceses y la UE haya fracasado miserablemente con los principios alemanes. Por circunstancias, el modelo galo que inspiró el Proyecto Europeo se ajusta mejor a la realidad económica y religiosa de Europa que el alemán que nos han impuesto desde EEUU tras la el colapso de la URSS. Tras la Reunificación alemana y el Golpe de Estado de Yeltsin en Moscú se han impuesto palatinamente en Europa la visión mercantilista y monetarista de los Protestantes.  La Unión Monetaria entierra los principios de la PAC y de un relativo “proteccionismo” agrícola que servían de piedra angular para una Construcción Europea basada en el equilibrio del mundo rural y del mundo urbano. En esencia, el universo “rural” es católico, se articula en torno a la estructura de la Familia, y defiende el “valor intrínseco” de los bienes y servicios.  El mundo “urbano” es protestante  y pendular: oscila entre el neoliberalismo despiadado de los unos  y el marxismo igualitarista de los otros, compartiendo unos y otros el mismo credo mercantilista y las mismas coartadas monetaristas.

David Cameron tiene razón. Si el Reino Unido sale finalmente de la UE cometerá por tercera vez el mismo error y Europa dará un nuevo paso hacia el IV Reich alemán. Muchos se extrañaron cuando en 2009 y 2010 explicamos que la incalificable agresión financiera y moral de Alemania a Grecia abría una puerta hacia el Caos, y mucho más cuando vaticinamos que provocarían una guerra en Ucrania.  Ya en 2005, en un asombroso documental de la televisión francesa, un portavoz del gobierno ruso explicaba que estaban “preparados”  para el próximo movimiento de EEUU (en Ucrania y repúblicas bálticas).

© Belge
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2 pensamientos sobre “Brexit: hacia el IV Reich alemán”

  1. De momento Kalque, lo más probable es que les sirva de pretexto a los mercados para deshacer posiciones. Las fechas no son propicias, ya que el resultado final del referendum (aunque previsiblemente se quedarán) no se conocerá hasta final de junio. Recuerda mucho la estrategia usada por Varoufakis.

    Hay cinco grandes beneficiados por la UE, por orden de beneficio:
    1) Alemania. Gracias al Euro ha sacado su economía de la crisis, a costa de hundir a los demás. No va a renunciar facilmente a su nueva posición colonialista. Tiene lo que siempre había soñado

    2) EEUU. Mueve los hilos de Alemania. La prueba es que han intentado colar el TTIP de rondón a los europeos con condiciones ABYECTAS.

    3) Suiza. Está en la situación soñada por los demás: todos se matan unos a otros, y llevan el dinero a Suiza. Al no ser un miembro oficial de la UE, no tiene ninguna obligación, aunque se beneficie de su existencia como la que más.

    4) Reino Unido. Todas las transacciones financieras importantes pasan por la City. En materia política, aunque su peso ya es menor, sigue jugando a que es una gran potencia. Como le salió bien la jugada, sueña con parecerse más a Suiza…¡con un par!

    5) Francia. Todos necesitan su nombre y su crédito político, para que el Proyecto Totalitario de Alemania no se vaya al garete definitivamente. Por ello, recibe royalties …¿cuanto durará ese precario equilibrio? Tal vez hasta que los nacionalistas franceses (FN) asalten el poder.

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