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AMERICA FIRST


Si Dostoievski hubiera escrito un Tratado de Economía Política en lugar de publicar El Jugador, lo hubiera titulado “América First”. En él, la descripción de los mecanismos del proteccionismo iría incardinada a la psicología de las masas y sus derivadas políticas. Tendría escritas páginas memorables  sobre el frenesí nihilista que provoca la codicia.

La elección de Donald Trump en EEUU no ha sido accidental ni circunstancial. Jacques Monot se hizo muy popular a partir de mayo del 68, explicando cómo las cosas ocurren por azar cuando tienen que ocurrir por necesidad. En este caso, la fuerza que ha llevado al líder de los republicanos a la Casa Blanca ha sido la “necesidad” perentoria de cerrar un círculo que se abre en el año 2005 y acaba provocando la Crisis Subprime en todo el planeta.  EEUU utilizó todo su poder político, militar y comercial para sacar ventaja de la crisis que provocó y ahora pretende levantarse de la mesa de juego con todas las ganancias.

 

Donald Trump lo ha repetido varias veces: el no es ese líder del mundo que reclamaba en 2008 que nadie se levantara de la mesa de juego ni cediera a la tentación de cerrar sus fronteras al comercio mundial. No era momento para reclamar deudas a los demás jugadores ni sacar ventaja de la crisis bancaria de países como Alemania, Reino Unido, Suiza o los propios Estados Unidos.  La prioridad era favorecer que los países emergentes siguieran financiando sus gigantescos déficits presupuestarios e inventarse excepciones para todas las reglas.  De un día para otro, se dejó de dar el coñazo con el Riesgo Moral y se empezó a dar la matraca con la “Expansión Cuantitativa” (QE)  y la necesidad de “flexibilizar” la Política Monetaria con prácticas contables poco o nada convencionales.

 

Todo el dinero “imprimido” durante 8 años no solo ha servido para sanear el balance de las corporaciones americanas y alemanas de un modo “flexible” y “nada convencional”, sino que ha financiado a fondo perdido las “empresas disruptivas” que han arruinado la rentabilidad de sectores económicos enteros en otros países. Parte de ese dinero,  destinado a nutrir el concurrido Fondo de Reptiles, ha contribuido a que las 30 mayores multinacionales americanas no pagaran impuestos en los últimos 10 años en la Unión Europea.

 

Esa es la parte buena del Easing Quantitative, que ha dejado a las empresas americanas en una posición de ventaja competitiva inmejorable y ha sacado a EEUU de la recesión. La parte mala ha sido la imparable democratización de Iraq, Túnez, Libia, Egipto, Siria y Ucrania. Ni la patria que vio nacer la Democracia, Grecia, se ha librado de ese nuevo ímpetu civilizador.

 

De puertas para dentro, la pasta gansa de la FED ha servido para entusiasmar a los negros con la promesa de una reforma sanitaria y a los chicanos sin papeles con el caramelo de su legalización. Mala suerte, no ha podido ser, otra vez será.  Barack Obama salvó los Planes de Pensión y la Sanidad Privada con más dinero público que el que utilizan todos los países europeos juntos para garantizar sanidad universal y pensiones públicas,  pero a Donald Trump le han bastado 5 minutos para  anular el Obamacare y restablecer el Orden Divino de las prioridades.

El concepto de “América First” es muy alemán.  Blindar las fronteras, y primar la seguridad tras haber provocado el caos político y empresarial en todo el mundo. Donald Trump, al igual que ya hizo Ángela Merkel en la UE en los 8 últimos años, se reserva el derecho a ser discrecional y arbitrario, en nombre del pueblo americano. Gracias al “América First” queda dispensado de la necesidad de ser coherente y congruente.  Uber, Amazon o Google pueden arrasar sectores enteros de la economía en cualquier país avanzado, pero EEUU se reserva el derecho a impedir que las empresas chinas o mexicanas puedan competir exitosamente en territorio americano.  América First.

¿Qué puede salir mal? En buena lógica, Donald Trump intentará revalorizar el dólar para que el Resto del Mundo siga financiando su monstruoso déficit fiscal, y si no lo consigue, puede caer en la tentación de querer aplicar ahí también el concepto de “América First”.  No es descabellado pensar que busque fórmulas sobrevenidas para justificar una especie de suspensión de pagos selectiva en el mercado de bonos. Ya se sabe: por razón de “seguridad nacional”.  (to be continued)

(c) Belge. 02/03/2017

 

100 días de gracias


La Vuelta al mundo bursátil en 80 sesiones.   Lo que nos están diciendo los mercados, siempre eficientes, es que Wall Street apostaba por la victoria de Donald Trump en las elecciones del 8 de noviembre. El algodón no engaña. 50 sesiones en verde y 3300 puntos arriba, hasta pulverizar la cota máxima de los 21.000 puntos. Para que el lector se haga una idea concreta, extrapolados estos datos a un ejercicio completo, supondría una subida de 11.000 puntos en el índice Dow Jones. En octubre de 2017, habría superado la cota de los 30.000 puntos.  Una subida anual compuesta de cerca del 20% desde la caída de Lehman Brothers.  O lo que es lo mismo: desde que Donald Trump ha sido elegido, se ha incrementado la capitalización bursátil del  selectivo americano en 1,5 billones de euros.

Warren Buffet usa otros ratios para medir si el mercado está caro o barato. El más conocido es la capitalización del S&P 500 en porcentaje del PIB americano. El genial gestor de fondos considera que por debajo del 75-80% el mercado está asequible y por encima de 160%, está muy caro. En estos momentos, la capitalización del selectivo S&P 500 supera el 240% del PIB de EEUU.

Estos datos evidentes son fundamentales para entender el concepto de América First que ha manejado el líder de los Republicanos antes y después de las Elecciones a la Casa Blanca. El valor de mercado de los tres índices DJ, S&P 500 y Nasdaq se ha disparado 8 billones de dólares en 80 sesiones. Lo han entendido mejor que nadie los accionistas y partícipes pastoreados por los Gestores de Fondos.  En 8 años exactos, han pasado de la quiebra absoluta de sus activos fiduciarios a creerse los dueños de un colosal patrimonio de más de 50 billones de euros.  La tentación de blindar la Finca era irresistible, y tal vez inevitable.

Lo que sin duda es un puro sarcasmo es que EEUU pretenda que sus socios paguen a escote el coste de mantener su agresivo imperio militar y comercial para que así pueda dedicar esos recursos a colocar guardias armados en sus propias fronteras. Pero no hay duda que los agradecidos accionistas y partícipes americanos están dispuestos a reírle esas gracias y muchas otras ocurrencias a Donald Trump.

El principal problema de EEUU, bajo la óptica proteccionista, es que son 330 millones de habitantes y no 7, como Suiza.  Blindar el Imperio anglosajón y protestante de la Triple A es enfrentarse directamente con China y el resto de economías emergentes de Asia. El precedente hay que buscarlo en el Proteccionismo Alemán de 1848 a 1953 y sus consecuencias políticas. Por más que Donald Trump juegue a seducir a Vladimir Putin para alejarlo de una alianza táctica con Pekín, lo más probable es que China sea empujada a una creciente militarización.

La tentación de Donald Trump, como buen “alemán”, será la de suspender pagos en el mercado de bonos cuando los inversores asiáticos empiecen a deshacer posiciones e intentar cerrarle fronteras a las pujantes empresas chinas. No es ninguna casualidad que Bruselas quiera, de repente, “liberalizar” la estiba de los puertos españoles, tras no ser ningún problema en los últimos 25 años del Tratado de Maastricht y favorecer que Alemania cuadruplicara sus exportaciones. De repente, interesa controlar qué barcos atracan y en qué condiciones.

Tampoco es ninguna casualidad que los Republicanos apuesten por acabar con el Espacio Schengen en Europa y reforzar el poder político y financiero de Berlín. La negativa de Francia a someterse al TTIP y su acercamiento a Rusia tras los ataques terroristas de París y Niza no ha gustado en EEUU. Los últimos intentos por teledirigir el gobierno francés, a través de Sarkozy y Strauss Khan, han resultado tan lamentables como infructuosos.  Y es posible que estén coqueteando con la ruptura del Eje Franco Alemán que ha dado estabilidad al continente desde 1953. Es una estrategia política muy arriesgada.

El Ibex en 2017

Valor Capitalización Target Entradas Salidas
Abertis 13.300 (14,15) B. 9,4 No tocar A mercado
Acciona 4.000 (69,5) B. 46,3 No tocar A mercado
Acerinox 2.600 (9,8) T. 10,4 No tocar A mercado
ACS 8.000 (25,8) T. 18,4 No tocar A mercado
Aena 16.000 (108) V. 56,1 No tocar A mercado
Amadeus 16.500 (38) B. 13,3 No tocar A mercado
Arcelor Mittal 8.800 (4,9) T. 3,90 No tocar A mercado
Sabadell 9.500 (1,75) T. 1,10 No tocar A mercado
Popular 3.700 (2,75) T. 0,76 No tocar A mercado
Bankia 11.000 (0,96) M. 0,68 A mercado 1,27
Bankinter 6.000 (6,6) T. 4,80 No tocar A mercado
BBVA 42.000 (6,6) T. 4,90 4,90 A mercado
CaixaBank 16.000 (2,8) V. 1,70 No tocar A mercado
Día 2.900 (4,7) V. 3,30 No tocar A mercado
Enagas 6.200 (26) V. 15,1 No tocar A mercado
FCC (MC) 2.800 (7,5) T. 5,50 No tocar A mercado
Ferrovial 13.500 (18) V. 12,2 No tocar A mercado
Gamesa 4,700 (16,8) B. 10,2 No tocar A mercado
Gas Natural 16.800 (16,8) V. 9,60 No tocar A mercado
Grifols 12.000 (20) B. 2,20 No tocar A mercado
Iberdrola 39.000 (6,1) V. 4,80 4,80 A mercado
Inditex 95.000 (30,5) V. 18,8 No tocar A mercado
Indra 1.600 (9,8) V. 5,8 No tocar A mercado
Iberia 14.000 (6,9) V. 3,26 No tocar A mercado
Mapfre 6.000 (1,9) V. 1,70 No tocar A mercado
Mediaset 3.800 (10,2) B. 2,20 No Tocar A mercado
Merlin 3.200 (10) B. 0,60 No Tocar A mercado
REE 10.000 (75) V. 7,10 No Tocar A mercado
REPSOL 12.000 (10,5) T. 8,78 No tocar A mercado
Sacyr 1.000 (1,85) V. 1,11 No tocar A mercado
Santander 65.000 (4,5) V. 3,30 No tocar A mercado
Técnicas Reunidas 1.500 (26) V. 14,7 No tocar A mercado
Telefónica 50.000 (10) V. 5,50 No tocar A mercado
Viscofan s.d V. 42,1 No tocar A mercado
Endesa 18.000 (17) T. 13,1 No tocar A mercado

Leyenda. Posición general en los 35 valores.
B=Burbuja
T= Trading
M=Mantener
C=Comprar
V=Vender

El maravilloso negocio del Flete marítimo


La mayoría de las mercancías que se producen y comercian en el mundo llegan a través de 20 grandes puertos internacionales. El crecimiento del negocio del Flete tiende a ser exponencial. Cuenta, como anécdota, que fueron simples estibadores los que idearon el sistema de los contenedores estandarizados que se utiliza hoy para agilizar el transporte de mercancías. No se puede comparar el tiempo que se tarda hoy en descargar un barco entero y el que se tardaba hace tan solo medio siglo. Y en esta nueva industria del transporte especializado, media docena de grandes operadores controlan el 50% del tonelaje. Y cuando decimos que “mandan”, decimos que imponen sus condiciones a las autoridades portuarias y a gobiernos locales. Las más conocidas son la italiana MSC, la danesa MAERSK, y la china COSCO.

Con la subida del precio del petróleo, los barcos portacontenedores han ido creciendo de tamaño y capacidad. En la actualidad se están construyendo en los astilleros de China navíos que pueden cargar 18.000 cajas. La consecuencia directa es un crecimiento anual del 7% del Flete y de la cantidad de mercancías transportadas. Para que nos hagamos una idea precisa, en un contenedor de acero caben aproximadamente 10.000 cajas de zapatos. Los nuevos barcos de casi 400 metros que se están construyendo pueden cargar de 300 a 400.000 toneladas de mineral de hierro.

El problema de los costes del flete de ese tipo de barcos obliga, de alguna manera a inundar el mercado de todo tipo de mercancías, aunque sea a granel. De modo que se entiende que la obsesión de esos monopolios es mover (nunca mejor dicho) el mayor número de cajas posibles en los trayectos de ida y de vuelta. Todo por el Flete. El clásico ejemplo que ponen es el de las empresas a las que resultaba más barato deslocalizar su producción en China que mandarla al pueblo de al lado.

Una pequeña idea del negocio que supone el tránsito, lo da la construcción de Canales como el de Panamá o Suez, con inversiones que rondan los 10.000 millones de euros y brindan generosos peajes. Según la OCDE, la mitad de todo el valor que genera el negocio de las importaciones mueve en contenedores estandarizados la friolera de 2.000 millones de toneladas. Es un río de mercancías imposible de tasar o controlar. La mayoría de los servicios aduaneros han quedado fuera de juego. Sólo en España entran cada año 5,5 millones de contenedores por sus 43 puertos. Del barco a la caja del camión, tardan menos de 1 minutos 30 segundos.

Las cifras marean. La capacidad del Flete marítimo supera con crece la capacidad de los consumidores para absorber la mercancía que se produce y distribuye.  Solo en los 20 mayores puertos del mundo podrían descargarse anualmente30 kilos de material por cada uno de los habitantes del planeta. Y en el resto de puertos, otro tanto o más.  Eso nos convierte en una civilización de la agitación en la que subyace y resulta determinante una especie de logística trilera. Importa más lo que se mueve que lo que se produce, compra y vende.  Un negocio global de 3 billones de euros.

(c) Belge

El Mito de la Burbuja y la Estafa del Euro


Introducción

La pregunta es sencilla y universal: ¿Qué puede hacer un ciudadano con el dinero que ahorra? La respuesta puede dar para una colección entera de Tratados de Economía, en la que se expliquen y describan los conceptos de dinero, ahorro, consumo, gasto, inversión, estadística, coste de oportunidad, mercados financieros, matemática actuarial, derivados, derecho mercantil, legislación comparada y hasta historia de las ideologías. El análisis circunstancial del contexto en que se plantean la pregunta y la respuesta abarcaría un escenario bastante extenso de los riesgos de la geopolítica contemporánea. Es lógico: el dinero es la forma jurídica abstracta en la que se precipita la libertad presente del individuo.

La expresión “Tanto tienes, tanto vales” resume esa propiedad casi mágica. No existe interferencia o interacción entre individuos que no tenga un rastro monetario. Lo que hace un ciudadano con su dinero determina sus opciones vitales. De entrada, debe decidir si  lo conserva o elimina, y esa elección lo cambia todo. Se puede entender que todo el peso institucional de la sociedad recaiga en ese instante preciso en el que el individuo tiene que racionalizar la Tenencia o la Destrucción del ahorro. Tener o dejar de tener.

Las formas en que un ciudadano puede Dejar de Tener son múltiples, pero lógicas.   Deja de Tener  por Consumo, Inversión, Donación o Pérdida.  Las formas y razones de la Tenencia son más complejas: tienen que ver con la Ilusión, la Concepción del Mundo, la Capacidad y Moral.  La Tenencia es un complejo sistema jurídico y religioso en el que el Gasto ha devenido un Imperativo Moral. Como ocurre con la dialéctica de los Derechos Naturales, es solo cuestión de tiempo que las Minorías activas reclamen y luego impongan el “derecho” al Gasto. En la medida en que el Valor quede fagocitado por el Precio,  irán castigando el pecado de ahorrar y criminalizando el ahorro efectivo y soberano.

Sería interesante esbozar en esta introducción cómo el marco ideológico imperante en el siglo XXI (el neo marxismo luterano) ha ido modificando el sistema de la Tenencia  para beneficiar la posición de ventaja económica de unas regiones que monopolizan la emisión de moneda y concesión de crédito, pero sería sacar de tapadillo al lector del argumento director que arranca de la pregunta inicial. Explicaremos más adelante el mecanismo por el que esa ideología busca favorecer la mayor dependencia de los individuos en un ámbito concentracionario.

Intentaremos ilustrar y documentar en estas páginas cómo la fórmula de Gasto y Ahorro de las Familias, en las dos décadas que van de 1990 hasta 2010, ha quedado interferida y manipulada desde los aledaños de la Política por razones que no son evidentes y que han trascendido la capacidad de intelección de quienes participaron en dichas campañas. Para muestra, unos botones:  1) Los agresivos activistas que se han manifestado en contra de las cláusulas suelo y a favor de la dación en pago a partir del año 2010, son los mismos que reclamaban a gritos que el BCE subiera el Euribor muy por encima del 5% para pinchar el “globo” inmobiliario.  2) Los protagonistas políticos y mediáticos que ayer exigían a las Cajas de Ahorro que concedieran los créditos hipotecarios que los Bancos rechazaban  son los mismos que hoy acusan a unos y otros de lucrarse firmando hipotecas con diferenciales mínimos.  3) Los que deseaban hundir el mercado inmobiliario y mandar al paro a 2 millones de albañiles, se ofrecen a representar y defender, sin rubor alguno, a los damnificados por el colapso del crédito hipotecario y la crisis económica.  4) Los mismos empresarios y agitadores nacionalistas que predicaban flexibilidad fiscal y camareros baratos para el Turismo, ahora no saben cómo lidiar con una avalancha fortuita de turistas “colaborativos”.  El dinero que ya no pueden blanquear en Andorra está disparando, literalmente, el precio de los alquileres en destinos tan señalados como Barcelona o Mallorca.

El momento en el que se produce el cambio en España, en la segunda mitad de los años 90, está emparentado con dos circunstancias históricas internacionales. La primera es una fuerte expansión monetaria en EEUU que facilita la comercialización masiva de los Fondos de Inversión en todo el mundo; la segunda es la creación de la Unión Monetaria en Europa y la aparición de pequeños lobbies políticos encargados de controlar y encauzar el debate mediático. Lo que más sorprende, hoy, de la historia del EURO en España y en la UE, es que no haya existido debate alguno fuera de los selectos ámbitos financieros. La frivolidad de los periódicos al tratar el tema durante 10 años, que raya con la censura,  contrasta con la agresividad que emplearon los periodistas para satanizar el sector de la construcción en España.  Entre 2002 y 2006, esos oscuros lobbies se dedicaron a envenenar o condicionar a la Opinión Pública, inventando y difundiendo toda clase de estadísticas y datos macroeconómicos falsos.  Los propios asesores “especiales” y ministros de Zapatero se emplearon a fondo en esa peculiar labor de mistificación.

La virulencia de la campaña contra la inversión inmobiliaria en España, en la Prensa y en las Redes Sociales, no ha tenido parangón en los países occidentales. Si procede, podría compararse el fenómeno con lo que ocurrió en Zimbabue, tras la llegada al poder de Robert Mugabe. Desató una feroz campaña mediática de linchamiento contra el sector agrícola y ganadero, en manos de granjeros de origen británico, tras impulsar una reforma agraria fracasada y sectaria que hundió las exportaciones y destruyó la confianza en la moneda.

En estas páginas, trataré de analizar las tres causas de fondo que han provocado una verdadera guerra civil soterrada entre sectores económicos presentados como antagónicos. Para la alianza de fuerzas nacionalistas y partidos de izquierdas, el “ladrillo” pasó a encarnar la quintaesencia de todos los males económicos  en España,  mientras que el Turismo y la ensoñación del I+D+i  eran el Santo Grial de una economía dinámica, productiva y moderna. Por pura magia, las regiones pobres que habían visto en el sector constructor una tabla de salvación para crecer, fijar población y recuperar parte del retraso acumulado desde la Transición,  eran denostadas como  rémoras subsidiadas y ejemplos de corrupción, improductividad conservadurismo.  Y las regiones “ricas”, que llevaban 50 años cebando la maquina urbanística más especuladora y depredadora, pasaban por arte de birlibirloque a ser economías pujantes y modernas víctimas del  latrocinio patrio. El exceso de solidaridad había abonado la Hoja de Ruta secesionista, muy a su pesar, y de esa retórica quieren seguir viviendo algunos años más.

 

Para un individuo que alcanza la mayoría de edad jurídica y quiere ser libre en España, el Gasto en alquiler es una elección imperativa que le empuja a decidir DONDE, COMO, CUANDO y CON QUIÉN quiere vivir. Son muchos parámetros matemáticos y financieros que determinan el DERECHO DE RESIDENCIA, pero también políticos y sentimentales.  No es lo mismo vivir en León que en Benidorm y no es lo mismo el Centro que las Afueras; es muy diferente vivir en un Pueblo o en una Ciudad, y no igual compartir piso que formar un Hogar.  Todo eso va incluido en el Precio y es preciso no errar el tiro. La Confusión y el Ruido de los últimos lustros no ha contribuido al buen juicio de los ciudadanos más jóvenes.

A modo de resumen, y para concluir esta breve introducción a la historia económica de los últimos 30 años en nuestro país, apuntaré que el Coste del Alquiler más modesto que puede afrontar un ciudadano de 18 años, a lo largo de su vida, asciende – estadísticamente – a 10 millones de euros. Es una cantidad final equivalente a unos 120.000 euros actuales. Pero, si se equivoca en sus decisiones, no es descabellado que pueda llegar a pagar 4 o 5 veces esas sumas en el cómputo global de su existencia.

 

(Sigue)

(C) Belge. 06/02/2017