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Teoría de los Grados de Liquidez


Hace unos 15 años, elaboré una pequeña teoría sobre la bolsa.  La llamé Teoría de los Grados de Liquidez.  El estudio, que se perdió, abarcaba 16 folios y estaba inconcluso, a la espera de unos pocos desarrollos.  Se basaba en un modelo de tipo lógico, que partía de una premisa: la bolsa era un juego de capitalización/descapitalización.  La pregunta a la que trataba de responder el modelo era: ¿Cómo se produce la capitalización/descapitalización de los valores?

No es una pregunta sencilla. Obliga a analizar si se puede conocer a priori un número limitado de estructuras que condicionen la forma en que se produce la capitalización.  Si la bolsa es un”juego”, eso implica NECESARIAMENTE la existencia de una serie de reglas.   Por ejemplo:  hay que establecer en qué condiciones el precio de una acción está acotado por arriba o puede seguir creciendo de un modo indefinido.  Se trata de averiguar qué precio puede alcanzar una acción en un breve espacio de tiempo en función de la tendencia, y como se produce esa capitalización.  La inversa es más evidente:  cualquier título puede colapsar de un día para otro debido a una serie de circunstancias financieras externas.

Existen diferentes modelos matemáticos para valorar una acción en función de sus flujos financieros recurrentes. Unos son bastante lineales y otros son más complejos. Así, una empresa de crecimiento que no diluya capital y no reparta los beneficios en forma de dividendos puede cotizar 50 veces el Beneficio por Acción (BPA).  Pero mucho menos sencillo es el caso de empresas como Terra o Jazztel que salen a bolsa con promesas de beneficios futuros. ¿Cómo se han de valorar expectativas tan etérea?

Las estrategias publicitarias y financieras de los emisores y cuidadores contratados invitan a reflexionar acerca de la forma en que va a concretarse la capitalización de un valor dependiendo exclusivamente de su grado de liquidez.  Lógicamente, es un caso particular que no se da todos los días en los mercados, aunque no es infrecuente.

Será siempre la última acción liquida  la que fije el precio del conjunto cautivo.  De ese modo, no se trata tanto de valorar las expectativas sino de interpretar como evoluciona la relación de Acciones Líquidas y Acciones Retenidas.  Al margen de la función concreta de cada conjunto, la “dinámica” es la misma.

Para ilustrar la naturaleza de dicha “dinámica”, podemos construir un sencillo ejemplo. Imaginemos que un conjunto de 100 inversores apuestan 100 euros cada uno a que sale Rojo en la ruleta.  Si tienen éxito, sabemos que un número X de esos inversores recogerá las ganancias y se retirará de la mesa.  Si vuelve a salir Rojo, sabemos que un número Y de los inversores recogerá los 400 euros y se retirará. Si sale Rojo por tercera vez, la tentación de retirarse con 800 euros será mayor, con lo que el número Z tenderá a ser mayor que Y. En dicho esquema, la pregunta es: ¿en cuántos niveles se habrá reducido al mínimo el conjunto de los 100 inversores iniciales y cual será la mayor ganancia?

En teoría, si X es inferior a Y, Y inferior a Z, etc…el número de niveles tenderá a ser igual o inferior a 7, y la mayor ganancia alcanzará 12.700 euros.  En la práctica, el análisis gráfico de muchas salidas a bolsa verifica una dinámica muy similar y una ganancia máxima equivalente a 7,14 veces el precio de salida.

 

(c) Belge 8/03/2017

 

 

 

No te fies, esto no es «la bolsa».


Esta semana quería escribir un artículo sobre «hyperloop», pero todavía sigo investigando y no me ha dado tiempo. Lo cierto es que esta mañana, mientras recababa información sobre el tema, he visto en twitter la euforía de ayer, justo cuando el Dow ha superado los 21000, (por cierto, Peter Tuchman sí que tenía la gorra preparada). 🙂

 

…Y he estado pensando en la gente que se acaba de abrir una cuenta desde noviembre y, sin apenas conocimientos, están ganando dinero, pensando que son los nuevos Buffet; los nuevos Livermore…; solo quería decirles que cuidado, esto no es lo normal. Y sin conocimientos, cuando cambie la tendencia, lo más probable es que pierdan todo lo ganado e incluso sus cuentas.

 

 

«La bolsa» no es fácil, aunque mucha gente venda lo contrario. Existen períodos, como el actual, en el que todo sube, y como dice el refrán: «cuando todo sube hasta un tonto gana»…

Y no, eso no dura eternamente, y luego viene la caída…, y sí, hay gente que dirá: «me pondré corto y ganaré también en la caída». Claro, ¡vaya por donde! Es algo que nadie había pensado antes :).

La caída viene de repente, rápida, a veces hay avisos que poca gente ve, porque la euforía te deja ciego, y esto, cuando sube, lo suele hacer gota a gota, pero cuando cae lo hace por el hueco del ascensor.

Comenté que Trump iba a ganar antes de las elecciones, y que la victoria del pato Donald impulsaría a las bolsas, y así ha sido; de hecho, han sido los mil puntos ganados de forma más rápida por el Dow. La tendencia es alcista, por supuesto, pero…; si se produce una corrección importante la tendencia seguirá alcista después de bajar un 10, un 20 o un 30%, y mucha gente perderá sus cuentas; vencidas por la euforia, el pánico, el ego…

Por eso, los indicadores de sentimiento son indicadores «contrarian», en el pánico es cuando resulta más rentable comprar y en la euforia es cuando resulta más probable que las bolsas caigan. Eso es muy fácil de decir pero muy difícil de hacer…

 

No quiero ser agorero pero, en mi opinión, ya no es momento de hacer nuevas entradas; los que estamos dentro, toca ir ajustando stops e ir haciendo salidas parciales. Personalmente no quiero estar cuando caiga…y vuelva «la bolsa» de verdad….

Este artículo se publicó por primera vez en http://labolsa.pro/opiniones-sobre-la-bolsa/51-no-te-fies-esto-no-es-la-bolsa

Actualización de la situación tras la ruptura del lateral.


A finales de enero se rompió el lateral en los índices, tal y cómo advertí en el artículo del 27 de enero: Y se rompió el lateral   Vamos a ver como han evolucionado desde entonces.

Por un lado el Dax realizó un ajuste a principios de febrero para seguir la senda que indicaba la rotura del rango:

Sin embargo, se produjo una divergencia con el Eurostoxx, que ayer convergió al alza, hoy es el día en que se deben de consolidar niveles.

 

 

En USA, la rotura del rango evolucionó de distinta forma, por un  lado el Dow:

El SP:

Y el Nasdaq, donde el throwback ha sido de libro…

Sin embargo nuestro Ibex sigue más o menos en el mismo sitio…

Con este artículo solo quería mostrar la importancia de realizar un seguimiento a varios índices antes de tomar una decisión operativa y posicionarse en el que mejor aspecto tenga una vez que el movimiento ha sido confirmado por varios índices…

Este artículo se publicó por primera vez en: http://labolsa.pro/analisis/indices/50-actualizacion-de-la-situacion

Avales cruzados


Luis De Guindos ha saltado en un charco.  Para preparar el combate que se librará en el Congreso, en el marco de la Comisión de Investigación sobre el rescate de las Cajas de Ahorro, no ha dudado en señalar que la crisis sistémica del sistema financiero español se originó en 2008 y 2009.  Y se pudo evitar, como atestigua la creación del mecanismo del FROB en febrero de 2008. La crisis se pudo evitar y se debió evitar.   Para atajar la crisis, antes de que colapsara Lehman Brothers, solo había sido necesario sanear el déficit de capital (agujero)  en Cataluña y, posiblemente, Madrid y Valencia. y poner coto a la mala praxis generalizada de su sistema financiero.  Y no se hizo porque Zapatero llegó al poder con el voto de los catalanistas. Entre las malas prácticas que el Banco de España no advirtió, destaca el mecanismo de los avales cruzados.

Los políticos que dirigían las Cajas de Ahorro descubrieron un sencillo método para puentear el control del riesgo y sacar beneficio de la concesión de créditos.  Utilizaban la generosa contrapartida final de las Cajas,  sin control ni rigor, para garantizar la venta de suelo en origen.  La propia Justicia documentó algunos casos en la que los propios directivos estaban involucrados en la compra directa y lucrativa reventa de esos terrenos.  Para conseguir su propósito de vender el suelo recalificado, las Cajas  fueron facilitando cada vez más el crédito al comprador final de la Promoción. Cuando un cliente veía denegada su petición de crédito hipotecario en un Banco, solo tenía que acudir a la Caja de Ahorros que le aconsejara el Constructor.

Pero, conforme los precios de la vivienda seguían subiendo en grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia,  iba escaseando la demanda solvente y abundando el porcentaje de clientes que necesitaban vender primero su propio piso de segunda mano para estrenar las nuevas viviendas.  Y podemos imaginar el problema planteado. Si la solvencia de la clase media española empezaba a ser dudosa, la del colectivo de inmigrantes, con trabajos precarios y mal pagados, era sencillamente una entelequia.

Para saltarse el control de riesgo y prestar dinero a los colectivos menos solventes, los directivos de las Cajas idearon un sencillo mecanismo burocrático. A través de una o varias agencias inmobiliarias, y acudiendo a determinados Registros y Notarías, los distintos compradores eran conducidos a firmar como avalistas unos de otros.  Una nómina de 1.000 euros al mes no permite afrontar una hipoteca de 120.000 euros en Madrid o Barcelona, pero sí 4 o 5 nóminas.  Lógicamente, en cuanto uno de los hipotecados no pudiera pagar su propia cuota hipotecaria, la Caja iniciaba los trámites para reclamarle toda la Deuda pendiente al conjunto de los avalistas.

En los años 2006 y 2007, fue creciendo el número de afectados, aunque la Prensa se limitaba a no informar.  Basta una sencilla búsqueda en las hemerotecas para verificar el escaso eco que recibió el fraude de los avales cruzados.  Ni siquiera hoy se puede conocer cuantos pisos nuevos se vendieron con ese procedimiento, especialmente en Madrid y Cataluña, pero si se puede intuir el interés de algunos partidos políticos y asociaciones en promover la dación en pago para echar tierra sobre el asunto.  Su prioridad fue siempre ayudar a proteger la retirada de los políticos en la retaguardia, mientras culpaban al sector constructor de los excesos de la Burbuja Inmobiliaria.

(c) Belge