¿Echamos un polvo? (1)

¿Echamos un polvo?  (1ª Parte)

Está claro que los lectores habrán caído en la cuenta de que no se trata del ejercicio de relación carnal, sino de otra importantísima operación, igual o casi igual de satisfactoria para entre ambas partes,
que era la de inspirar el tabaco convertido en polvo, el rapé, en grata compañía. Que era una ceremonia caballeresca entre uno y  otro caballeros (dador y tomador) desde los siglos XVII al XIX, más o menos. A modo de análisis exculpatorio, examino lo que muy sesudos escribidores han pontifi cado sobre el tema, intentando explicar por qué el echar un polvo -de rapé- se entiende de manera
tan maliciosa.

LA LENGUA ES LO QUE VALE.

La lengua hablada,  claro. Vayamos a definiciones claras  y objetivas. En el tomo V del D.L.E. de la  R.A.E. (1992), al que acudo con frecuencia,  nos dice: Echar. (Del lat. iactâre,) tr. (verbo transitivo). Hacer que una cosa vaya a parar a  alguna parte, dándole impulso. De las 46 acepciones  que maneja -v. g.- ECHAR a la lotería,  ECHAR un discurso y también, ECHAR un cigarro  -fumarlo-, no admite acepción maliciosa. Ítem más, Polvo. m. Porción de cualquier  cosa menuda o reducida a polvo, que se puede  tomar de una vez con la yema(s) de los dedos  pulgar e índice. En contrapartida asegura en
su acepción 8. Vulg (ar) y coloquialmente. Coito.  U (sase). m. (sustantivo masculino) en  la expresión echar un polvo (¡ya tenemos el  lexema polvo como coito!). Eso sí, no explica  por qué llega a tal defi nición. Anteriormente  no está documentada la expresión,
ni en el socorrido Tesoro de Covarrubias  (1611) ni en el Diccionario de Autoridades  (1737). Sí en el Diccionario de argot español de 1905; ahora bien, todo esto no quiere  decir mucho pues los diccionarios recogen  muy tardíamente el lenguaje de la calle.

LA VÍA SACRA.

J. L. García Remiro, buen amigo,  en su libro ‘A buen entendedor…’ insiste  en la manida frase latino-litúrgica “… quia  pulvis es, et in pulverem reverteris” (Génesis 3,19;  Salmo 102, 14; Eclesiastés 12, 7, 3,20) que se  dice el miércoles de Ceniza en la imposición  de la misma y que traduce literalmente: “ … polvo eres y al polvo regresaras” y que el vulgo  estudiantil vino a decir: “De un polvo venimos y al polvo volvemos siempre que podemos”. Con la
malicia correspondiente que los estudiantes de  otras épocas solían reconvertir frases latinas  de enjundia en juegos de palabras retorcidas.

LA VÍA TABAQUERA.

P. Celdrán, en su libro  ‘Hablar con corrección’ se apunta en la explicación  más manida que es la del aspirador  de rapé que pone como excusa querer tomar  un pellizco del polvo en habitación reservada,  donde iría para ejecutar, con la amante de turno,  ejercicio amatorio. Esperamos que no olvidase,  al fi nal, aspirar el salutífero polvo por  la nariz: le despejaría. Sin embargo, no parece
muy factible tal operación ya que debía de disponer,  en casa ajena, de habitación donde encontrar  a la dama o caballero, y además no se  precisaban de estos subterfugios en aquellas  épocas y clases sociales. La práctica de apartarse  los caballeros de las damas, después de  opípara comida, ellas para sus cotilleos y ellos  para conspirar, aspirar rapé y luego fumar, en  salón aparte dedicado para ello, es un hecho  que ha durado hasta hace pocas décadas siendo
los salones destinados para aspirar y fumar  y conspirar en casas pudientes un hecho real.  De alguna forma se iniciaba la separación entre  fumadores y no.

Antonio Tartesos

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6 pensamientos sobre “¿Echamos un polvo? (1)”

      1. Bueno, ayer no tuve tiempo de explicarme.

        Como ya habréis deducido el artículo no es mio, yo no tengo tiempo para escribirlo…y menos para documentarme tanto, el artículo es de la revista profesional de la asociación.

        Ayer me acorde de este artículo que leí hace tiempo y me pareció interesante el tema, pq hace unos días en el Discovery…se aprende mucho en el discovery (de bolsa no dicen na), en el apartado que tienen de “como se hace” , le toco el turno a la fabrica más importante (y casi la única que hay) de este tipo de tabaco.

        La fabrica era graciosa, eran varias naves del tiempo de Matusalen, con más mierda que verguenza y con una maquinaria, que según decían era de hace 300 años y que no la habían cambiado pq hasta la fecha no habían encontrado un sistema mejor para moler el tabaco, la maquinaria es curiosa de ………hacer por verla y después estaba el tema de los sabores, los componentes “secretos” los tenían guardados en botellas de cristal de esas de las farmacias antiguas, ( y el “quimico” estuvo explicando como hacia los brevajes), pero con más mierda que el palo de un gallinero, bueno, a lo mejor no era mierda sino el polvo del tabaco, pegado por todas partes, desde luego los que trabajan en la fabrica no necesitan “echar un polvo”, el polvo lo llevan puesto, estoy totalmente seguro que en España esa fabrica estaría prohibida…..pero como es Inglaterra, con la Iglesia hemos topado, así que si después de esto todavía os quedan ganas, pues nada echaros unos polvos.

        Para vuestra información, yo solo tengo un cliente de ese producto………….y algunos marroquis que a veces pasan preguntando, pero estos son más del tabaco de “mascar” uuuuhhhhh.

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