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Inflación + deflación+ manipulación de los índices=tipos negativos

Por ser agosto, la noticia más sorprendente de la actualidad económica ha pasado desapercibida. El 28% de los bonos que se emiten ofrecen tipos negativos.  Han transcurrido poco más de 20 meses,  lo que permite anticipar que antes del 1 de enero de 2018 el 50% de los bonos ofrecerá rendimientos negativos.  Es la mayor manipulación de la Historia. Los tipos negativos son, obviamente, esos aprendices de brujo que están utilizando la política monetarista para provocar un cuadro macroeconómico inédito: inflación, deflación y estancamiento económico.  A diferencia de la estanflación de los 70, en esta ocasión son los Bancos Centrales los que están induciendo el envilecimiento de la moneda en beneficio exclusivo de unos pocos países.

El IPC de agosto en España mantiene sus registros negativos, lo que es una manera cómoda de mantener los salarios reales en niveles de los años 80. El INE utiliza la técnica del salchichón, analizando la evolución de los precios mes a mes.  Es fácil llegar a la conclusión que el niño ha crecido menos de la mitad si le mides día a día en la pared.  Para los padres,  seguirá siendo su bebé casi hasta que se vaya de casa a hacer la mili en alguna Universidad extranjera.

Si medimos la inflación analizando precios antiguos anotados en la pared, constatamos que han pasado 10,20, o 30 años de golpe. El paquete de café que valía 45 pesetas ahora nos cuesta 1,35 euros de oferta.  Ese 500% de subida no es el raquítico 4% que reflejan las estadísticas oficiales. El método será científico y riguroso, y nadie duda de la profesionalidad de los técnicos del INE, pero moverse se mueve.  500% de incremento son un 8,4% medio en 20 años,  un 6,7% en 25 años y un 5,5% en 30 años. El botellín de cerveza que costaba 6 pesetas en la barra del bar hace 40 años, hoy nos supone un esfuerzo mínimo de 1,3 euros. En términos reales, es una inflación compuesta del 9,4%, incluyendo en la ratio cualquier supuesta regresión a la media.

Es cierto, que la composición de la cesta varía con el paso del tiempo, y no es lo mismo un Golf GTI de 1991 que la serie B de Mercedes en 2016. Por 2 millones de pesetas podíamos presumir de un coche de moda tope de gama y hoy necesitamos 36.000 euros para dar envidia a los vecinos. Es una inflación del 4,5%, sin tener en cuenta menudencias como la mayor depreciación del bien. Y en términos de poder adquisitivo real, la cosa no mejora. La joven criatura que soñaba con aparcar el Golf a la puerta del bar ganaba, de media,  15 pagas de 150.000 pesetas netas al mes. Con un salario de Grupo B o C se era clase media incipiente.  20.000 euros brutos anuales hoy no dan de sí para vacilar con un coche.  En términos reales, el poder adquisitivo es mucho menos de la mitad.

La cosa se empezó a torcer hace unos 20 años, cuando los sindicatos pactaron con el gobierno “trucar” el IPC oficial para evitar el supuesto efecto de doble ronda que suponía indexar los sueldos a la inflación prevista en los PGE. Acordaron pagar a los pensionistas una paga de compensación en enero por las desviaciones que se dieran, excluyendo al resto de asalariados. Patética casta de privilegiados preocupados por el valor menguante de sus rentas muertas, mientras ya se cernía en el horizonte la amenaza deflacionista.  Y la Deflación llegó.

Más que de la Deflación y del Endeudamiento, los tipos negativos son un indicador adelantado del nivel de Proteccionismo alcanzado en la economía y en el comercio. Mucha gente los confunde, al considerar que son solo un paso más, pero los tipos de interés negativos no son tipos 0. Decíamos, hace ya 20 años, que la Codicia lleva a los Rentistas a promover políticas monetarias deflacionistas, y la Deflación conduce al Caos. Los que se reían, y presumían de conocimientos, hoy han hecho mutis por el foro.

Desde INLUCRO podemos vaticinar donde nos lleva la lógica del cuadro macroeconómico. Con un 65/70% de bonos en terreno negativo, pueden desencadenarse muchas circunstancias políticas y financieras. Lo que los economistas ignoran y descubrirán con 2 o 3 años de retardos, es que los tipos negativos no son como los tipos positivos al revés.  Puedes sudar más o menos a 20 o a 40 grados, pero estarás igual de mojado si te metes en la bañera o te tiras a la piscina. Dicho de otro modo:  se pueden arbitrar posiciones financieras entre el 0 y el 3%, pero  carece de sentido hacerlo, por ejemplo, entre el -3% y el -1%.  Pero como nos ocurrió cuando concluíamos el Teorema Tricheto, no queremos adelantar el maravilloso mundo que se nos viene encima.

© Belge. 12 agosto 2016.
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