joy

La Pauta 12+1 y el descuento de dividendos

Cuando claudica Francia y acepta la Reunificación alemana a cambio de no se sabe muy bien qué, el DAX oscilaba entre 1300 y 1800 puntos.  La cosa cambia cuando se negocia un Tratado de Maastricht muy ventajoso para los intereses de Alemania y de sus aliados naturales y empieza a surtir efecto un concepto mucho más mercantilista del Proyecto Europeo original.  La Paradoja extraña que les ha beneficiado es que todos los países que estaban fuera de la CEE deseaban formar parte de una Comunidad de Sentimiento, tal y como la definió Robert Schumann, que surtía beneficios económicos para todos.  Hoy todos querrían estar fuera de una Unión Económica que solo despierta un sentimiento de frustración y rechazo.

La entrada de Letonia en el Euro supuso un antes y un después en la Historia oficial del Proyecto Europeo.  Al presidente letón, que se enfrentaba al rechazo unánime del  Euro por parte de la población y de las empresas, no le quedó otro movimiento que desvelar una cláusula secreta que Letonia había firmado con Alemania a cambio de poder entrar en la UE, y que le obligaba a adoptar como moneda el Euro del Bundesbank antes de 10 años.  Las cartas quedaron boca arriba sobre el tapete,  y nos permitieron entender como se negoció realmente el Tratado de Maastricht.  Todo estaba escondido a la vista en las hemerotecas.

La progresiva desnaturalización de las regiones del Continente menos proclives a la ideología alemana salta a la vista y no requiera una glosa mayor en este momento. Abarca desde la inducción de fenómenos migratorias hasta la “racionalización” de los horarios, pasando por el cambio  de todo tipo de hábito cultural y social.  A título anecdótico, por ejemplo, queda la revelación que hizo Tony Cantó en su día, denunciando que Bruselas estaba subvencionando la Ideología de Género en España con una cantidad fija por cada denuncia de supuesto maltrato machista.

El Ibex 35, de nueva creación, arrancó por debajo de los 3.000 puntos, aprovechando la recuperación del año 1993.  El IGBM marcó unos mínimos por debajo de los 170 puntos, y al final de 1993 superaba los 340 puntos.  En algo más de 12 meses, la bolsa en España duplicó su valor. Y en el mes de enero, contra todo pronóstico siguió subiendo con fuerza casi un 15% hasta superar cotas míticas. Entre mediados de noviembre de 1992 y final de enero de 1994, la bolsa española multiplicó su valor un 230%.  Lo equivalente sería hoy una subida de 12.000 puntos en 12 meses.

El DAX, que no descuenta dividendos, ha multiplicado por 8 los 1500 puntos de 1993.  Es una subida media compuesta del 10% al año. En España, el IBEX 35 ha multiplicado el índice por 3.  Si no descontara dividendos, en 2016 habría estado oscilando en un rango  entre 14 y 15.000 puntos. Es decir: un crecimiento medio anual ligeramente superior al 6%, por debajo de la inflación estructural de los últimos 150 años.  El DAX gana 6 puntos por encima de la inflación natural de su economía, y el IBEX pierde 2 puntos.  Las empresas alemanes se han capitalizado, gracias a la Reforma de la CEE, y las empresas españolas se están descapitalizando.

Sirva como muestra un botón. Telefónica ha sido siempre el buque insigne de la flota, beneficiándose de una situación de monopolio en un sector de alto crecimiento.  No hay inversor institucional ni particular que no tenga acciones de Telefónica en su cartera.  De modo que es el mejor benchmark que tenemos a mano para analizar la evolución del mercado.  En 1992, por 10 millones de pesetas ahorradas no daban 8000 títulos de la operadora.  El inversor que ha conservado sus acciones tiene hoy, gracias al rush de estas últimas semanas, algo más de 60.000 euros.  Ha perdido un 66% de poder adquisitivo.

La pregunta de si le han compensado, durante estos 25 ejercicios fiscales, el cobro de dividendos y la venta de derechos, es difícil de contestar sin un estudio pormenorizado y específico.  El impacto tributario no es fácil de medir. A bote pronto es bastante evidente que el famoso descuento de dividendos es un engaño que no beneficia al pequeño accionista.

Nuestro inversor en Telefónica ha recuperado 14 euros brutos por acción desde hace 25 años, del orden de 10 euros netos por acción. Es decir: sus 10 millones de pesetas de 1992, son hoy 25 millones de pesetas. Si el Ibex35 fuera una réplica exacta de Telefónica, y no se hubieran descontado los dividendos, habría multiplicado por 3 su cotización, y estaría exactamente al mismo precio que hoy. De 1200 a 3.600 pesetas por título.

El balance es fácil de hacer. El Golf GTI negro más equipado del mercado costaba 2 millones de pesetas en 1992. Para comprar un vehículo del mismo tipo y prestancia social, hoy debemos gastarnos como mínimo 36.000 euros.  Y la moraleja aún más clara:  ha estado ahorrando 25 años para que los directivos de Telefónica, en particular, los intermediarios y los políticos nacionalistas, en general, se peguen la vida padre a su costa.

(c) Belge. 13/12/2016

 

 
(Visited 214 times, 1 visits today)

2 pensamientos sobre “La Pauta 12+1 y el descuento de dividendos”

Deja un comentario