sin-titulo

Los Acuerdos de Londres en 1953

Cruces de reproches y provocaciones. Hace unos días, en una entrevista, el viceprimer ministro griego, Theodore Pangalos, denunciaba que las raíces de la “ruina financiera” de su país había que buscarlas en el expolio perpetrado por las tropas nazis durante la II GM. “Se llevaron todo el oro del Banco de Grecia y nunca lo devolvieron, así que ahora los alemanes no tendrían que quejarse tanto ni ser tan puntillosos en asuntos económicos”. Dos diputados alemanes no han dudado en recoger el guante, en plena escalada verbal de reproches, para abofetear a la opinión pública helena. “Grecia posee edificios, empresas e islas “deshabitadas”, que podrían emplearse para el pago de las deudas” sostienen el liberal Frank Schäffler y cristianodemócrata Josef Schlarmann.

Existen precedentes relativamente recientes en todos los países. La cesión de tierras para saldar deudas. La más famosa de todas, la venta de Alaska a EEUU. Rusia accedió a desprenderse de aquella región en 1867 por el quebranto causado por la Guerra de Crimea a cambio de 7,2 millones de dólares. Otra forma es la colonización progresiva de una región mediante la compra masiva de tierras por parte de “colonos”. El ejemplo más sonado es tal vez el de Palestina, bajo Mandato Británico, aunque más cerca de nosotros algunas zonas de costa españolas parecen más bien enclaves británicos y alemanes, con derecho a escándalo y sanidad.

Mucho más interesante es analizar el tratamiento casi secreto que recibieron las deudas de Alemania tras los desastres de la primera y la segunda guerra mundiales. Los autores que examinaron la cuestión hablan de una quita de entre 50 y 80% a partir del tratado firmado en Londres en el año 1953. Mientras a la opinión pública europea le vendían palabras de firmeza, los negociadores acordaban la licuación de facto de las deudas alemanas, mediante el conocido procedimiento de la inflación, reducción de los intereses pactados y conversión de las deudas en oro en dólares. Dicho en plata: Alemania acabó pagando las fortísimas compensaciones de la Primera Guerra Mundial con moneda devaluada por la fuerte inflación de los años 60 y 70.

¿Crees que Alemania practica la ley del embudo en materia de política monetaria, según que sea acreedora o deudora? ¿Es de recibo que un socio de la UE le reclame a otro socio tierras para saldar sus deudas? ¿El pasado solo es una coartada para justificar una mala gestión en el presente? ¿Crees que la industria y el comercio pueden ser formas modernas de “colonización”? ¿La política monetaria interesada del euro puede acabar generando graves tensiones en Europa y dinamitando la UE?

Belge. 8 Enero 2010
(Visited 340 times, 1 visits today)

Deja un comentario