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La Historia de Invertia.com


Telefónica, Terra, Invertia

  1. Terra

Con el relevo de César Alierta, han llegado puntuales los primeros balances. Se resumen: dobló la deuda y dividió la capitalización, como se puede ver en el siguiente gráficotefo

Pocos recuerdan que Alierta tomó el relevo de Juan Villalonga en plena crisis de los Puntocom.  Aprovechando el calentón mundial de la Industria de los Fondos  (exuberancia irracional de los mercados, dixit  Greenspan)  Villalonga se había dedicado lisa y llanamente a especular con Telefónica. No existe ni un solo inversor en España que no recuerde las  gloriosas colocaciones en bolsa de Terra y de Telefónica Móviles.  El Ibex pasó en 3 meses de los 9500 a los 12.800 puntos, y de 12.800 a 5.300 en los siguientes 3 ejercicios.

Entre 1995 y 2000, Telefónica  multiplicó por 10 su capitalización en bolsa. En los siguientes 2 años, el precio de la acción llegó a desplomarse un 75%. Habría sido mucho más si la CNMV no hubiera salido al ruedo determinada mañana para cambiar las reglas del juego sobre la marcha. Sea como fuere, desde entonces Telefónica ha pagado dividendo, ha regalado acciones a sus accionistas y ha mantenido la cotización en un rango de 8 a 18 euros, con pocos excesos.  Un valor conservador, ideal para el fondo de armario de cualquier inversor.

Lo que ocurrió en las bolsas y los mercados de divisas entre 1999 y 2001 es sin duda constitutivo de delito y fue una especie de ensayo general para lo que iba a ocurrir en todo el mundo a partir de 2007.  A accionistas, inversores, ahorradores y partícipes les empezaron a robar la cartera, sin que su propia codicia sea una eximente.

Dentro de Telefónica, mencionar la palabra Terra es mentar la bicha.  No es faltar a la verdad decir que para el resto de trabajadores  del Grupo aquello era como un vivero de hierbas silvestres y un experimento de prácticas heterodoxas. Fueron corriendo estúpidos velos hasta hacer desaparecer cualquier rastro de una empresa que llegó a superar los 150 euros en bolsa, tan solo dos meses después de la OPV.  Como su nombre parece indicar, todo lo que tocaba se convertía en barro.  La catalana ¡olé!  que sustituye a Teleline (Terra), el portal americano Lycos y la productora holandesa Endemol son algunas  – entre otras –  de las “joyas” que legó a su sucesor el genial y audaz Juan Villalonga, junto con el recuerdo de los 32 euros  que alcanzó la acción en febrero del año 2000.

Nunca dejó de ser sarcástico que una pequeña web especializada en finanzas que crecía dentro del  entramado de empresas del Grupo Telefónica acabara  por hacer sombra al  que estaba llamado a ser el Portal de Contenidos para internet.  Las razones del éxito inicial de Invertia.com  (1999 – 2003) son misteriosas.  Los periodistas contratados trabajaban de espaldas al intenso hormigueo de los foros, de modo que no es aventurado señalar que el éxito de la página vino exclusivamente a través de sus comunidades.  Grandes batallas como las que se dieron por la ampliación de capital de KPN, la entrada de un grupo de minoritarios en el Consejo de Dinamia o la creación de Jazztel, por citar las más sonadas, ni siquiera fueron informadas en la página.

Los periodistas vivían ajeno al bullicio de unos foros en que se citaban todos los inversores y especialistas financieros españoles y latinoamericanos.  No entendieron las razones de su éxito excepcional y no supieron mantener el impulso que llevó INVERTIA.COM a alcanzar el puesto 24 en el ranking mundial de Alexa.com en 2007, justo por detrás de El Mundo.es.  Irónico es que el anuncio de la retirada de César Alierta haya llegado el mismo día en que Invertia deja de aparecer entre las 500 páginas más visitadas de España. Desde mi salida  de Invertia  a finales de 2015, ha caído 6.000 puestos en España y 100.000  en el ranking mundial.

 2. Vida y Milagros de la Fauna Ibérica

Internet no es un territorio sin ley, como suelen repetir todos los columnistas obsoletos, cuando ya no saben de qué escribir. No suelo discrepar de Arturo Pérez Reverte, pero me temo que quedan muy pocos articulistas de merecido prestigio. Palabrean sin cesar, para llegar a fin de mes, las ideas que han plagiado en la Red.  Periodistas que producen ideas originales y dignas de interés, quedan 4 en la prensa española. Periodistas de inmerecido prestigioso, que fusilan sin reparos las ideas que han leído en la Red, docenas.

La primera vez que me plagió, con descaro, un “periodista de prestigio” llevaba escribiendo dos o tres meses en los Foros de INVERTIA.  Me encontré que uno de los santones de la Prensa Salmón, que sigue en activo, había dado un giro de 180 grados a su prosa engolada para parir un texto cuyos párrafos tenían la misma estructura y las mismas transiciones que un análisis mío. Pero las ideas son como los hijos: cada madre tiene un instinto especial para reconocer los suyos. Se pueden cambiar todas las palabras de un texto, pero es muy difícil maquillar las transiciones y la estructura interna de un artículo.  Especialmente las mías.

Conservo aquel artículo sabatino. Es la prueba del algodón de que mi novedosa manera de relatar la economía  contribuyó rápidamente a cambiar el estilo de la información económica en España.  Surgieron muchos imitadores.  Periodismo en tiempo real no era, para mí, ametrallar despachos de agencia sino crear herramientas para poder desvelar las pautas y estructuras de la actualidad. Era contar la guerra desde dentro, armado de un fusil y luchando por sobrevivir, pero sin perder de vista los movimientos de la batalla. Y para poder acometer esa misión o función, el soldado tenía que ser un testigo anónimo.

Entonces ocurrió algo inesperado. El  soldado “Belge”, empotrado en la batalla, fue reconocido tres años seguidos  como “Mejor Forero” de Invertia.  Pero la fama, aunque sea virtual en Internet, acarrea muchas envidias y me tocaba lidiar con un ejército de Trolls y Multinicks que jugaban sin descanso a buscarle las vueltas y provocar a los Usuarios más reconocidos. Vi caer a muchos.  Los Trolls eran auténticos anticuerpos generados por la Red para destruir a los Foreros que destacaban por cualquier motivo.  Los ataques actuales en manada de Twitter son el anuncio de la Primera Comunión en comparación con las verdaderas guerras de Trolls que se desataron en los tres primeros años.

En 2002, los Trolls victoriosos habían conseguido desestabilizar a los mejores usuarios, que  volcaban grandes conocimientos de los mercados y hacían Comunidad entorno a ellos. Llegaron a crear páginas para linchar a sus víctimas, y el primer Community Manager, que intentaba mediar, renunció a su función por el duro acoso personal al que  él y su familia fueron sometidos.

Además de esos anticuerpos que conseguían sacar lo peor de cada usuario, existían bandas organizadas de calienta valores que buscaban manipular las cotizaciones e influir en el ánimo de los inversores, difundiendo toda clase de material informativo.  La más notable, la banda de Eudosoto, procuraba no dejar muchas huellas en los foros y prefería comunicarse con los pardillos seleccionados vía mensajería.  Su modus operandi era sencillo: entraban en valores estrechos del Mercado Continuo, con escaso Free Float, y empezaban a agitar las aguas como hacen los delfines con los bancos de sardinas.  A medida que se iban “calentando” estos títulos, se disparaban las cotizaciones y más inversores se sumaban a la cola de la cometa. La fama de Eudosoto fue creciendo y  si algún día me cuentan que fue el usuario que más dinero y beneficio personal le sacó a la nueva herramienta, no tendré reparos en creérmelo. Hasta 2006, nadie le paró los pies ni hizo intención.

Pero ni siquiera la Banda de Eudosoto puede presumir del logro alcanzado por Pujal, que consiguió usar la vieja Comunidad arruinada de Jazztel como matriz para engendrar y engordar a un competidor del anfitrión.  El soldado “Belge” se extrañaba, y hasta escandalizaba, que les permitieran usar la página para su propia publicidad.  Durante casi 2 años coparon la ventana de recomendaciones para promover los mensajes que animaban a invertir en la nueva teleco. En un tiempo récord, lograron multiplicar por 7 la cotización de Jazztel y eso ayudó a que los acreedores y bonistas aceptaran lo loco plan de negocios de Leopoldo Pujal.  Este avispado hombre de negocio ya lo sabía: el secreto está en la masa.

3. El Lince Ibérico

Todos los valores que cotizaban en la bolsa española tenían sus descuideros encargados de manipular el sentimiento de los inversores. Su incidencia fue inmediata. Buena prueba de ello, es la tremenda volatilidad que se adueñó del mercado a partir del 17 de noviembre de 1999, tras dos años de letargo. Muchas empresas del Mercado Continuo se disparan un 30% en dos meses, y algunas como Amadeus, Sogecable, TPi doblan su precio, pero todas quedan eclipsadas por la rentabilidad que alcanzan Telefónica y su filial de Internet, Terra, que prometía ser el primer portal en español.

Colocada a 11,8 euros en la OPV, la acción triplicaba su precio en su estreno, y superaba los 150 euros cuando la CNMV se inventa nuevas reglas sobre la marcha para incluirla con calzador en el Selectivo Ibex35. Terra fue el pretexto para que los codiciosos directivos y cuidadores de muchos chicharros  manipularan sus propias acciones. La salida a bolsa que ideó Juan Villalonga, muy al estilo americano, debería estudiarse en las Universidades.

Como es natural, la burbuja provocada con impunidad por una legión de trileros pinchó y dio al traste con la ensoñación bursátil de miles de pequeños inversores que quedaron “pillados” a más de 120 euros. Les acababan de robar la cartera y solo les quedaba un enorme saldo de frustración. Fue un clima propicio para la aparición de  lo que podríamos llamar  Trolls con convenio . Estos usuarios, como el mencionado  “pilladosa120”,  ostentan el extraño récord Guiness de haber estado 16 años seguidos pegando naderías de 9 a 18 y de lunes a viernes. Perdonaban los fines de semana, puentes y demás fiestas de guardar, además de sus merecidos 30 días de vacaciones al año.

Los ingenuos internautas, avasallados y aburridos, mostraban una extraña inclinación a quejarse. No alcanzaban a entender que un mismo infractor sancionado pudiera crear con una misma IP centenares de nicks diferentes para seguir acosando, molestando y amenazando a los demás usuarios.  Los que hicieron el petate,  cogieron a los niños, al perro y emigraron, nunca llegaron a sospechar el tremendo apagón que se habría producido en Madrid o Barcelona con solo bloquear 4 o 5 IP estratégicas.

Pero es sabido por todos que el Destino del magnífico Lince Ibérico en la Península es morir atropellado  en cualquier carretera.  A nuestro ejemplar, le pasó un camión por encima, cegado por las luces largas cuando perseguía a una hembra en celo.  Su cabeza cuelga como trofeo en algún despacho y su cuerpo fue donado a la ciencia.

4. El Caimán del Ebro

En las hemerotecas y en la nube figuran las muchas críticas que mereció siempre Telefónica por su gestión de un monopolio heredado.  Mi primer recuerdo específico, en la década de los noventa, es que tardamos 18 meses de calendario en conseguir una simple línea de abonado en un lugar céntrico de un municipio dinámico y poblado, a escasos  km de Madrid.  La Historia se repite y justo 10 años después, en pleno siglo XXI, fui el testigo privilegiado de como los valientes empresarios que habían creado la guía QDQ y el diario 20 minutos se gastaban una fortuna en lanzar y consolidar  un periódico digital en una provincia que solo contaba con 1500 líneas ADSL.

La gestión de Juan Villalonga, con sus luces y sombras, puede calificarse de especulativa. Se le recuerda por tres cosas: ser el otro compañero de pupitre de Aznar,  haber suprimido el histórico dividendo de Telefónica para convertirla en una empresa “de crecimiento” y aprovechar el boom de las puntocom para lanzar el pelotazo de Terra.   Y como todo el mundo sabe, las tres cosas acabaron mal y en detrimento de los pequeños accionistas.  El título llegó a superar los 32 euros y la capitalización, los 100.000 millones de euros.

La gestión de César Alierta, tras el colapso bursátil de principio de siglo, ha sido pausada y clásica. Recuperó el dividendo e intentó evitar las aventuras empresariales, en un entorno internacional cada vez más complejo.  A su sucesor al frente del Consejo de Administración, le deja una empresa muy endeudada y con un valor en bolsa inferior a los 50.000 millones de euros.

Los últimos resultados que se han conocido  evidencian el deterioro de la gestión, dicho de un modo neutro. El esperpento de la desinversión en 02 en el Reino Unido, la caída del negocio en Brasil y el fracaso de la salida a bolsa de Telxius son mucho más preocupantes para el pequeño accionista y para los inversores institucionales que el importe de la Deuda corporativa.

Mención aparte merece la siempre conflictiva política de comunicación de Telefónica. En honor a la verdad, hay que reconocerle a César Alierta el esfuerzo por mantener a la Operadora al margen de la contienda y no meterse en ningún charco.

 

El Principio de Peter

  1. De méritos y otras consideraciones

No me corresponde valorarme, ni reivindicar mi trabajo, y mucho menos exigir ningún aplauso.  Debo decir que estaba mal acostumbrado. En casa, en el cole, en el instituto y luego en la universidad, la vida académica era sencilla y meritoria; este tipo de reconocimiento llegaba de forma automática, aunque me cogiera siempre por sorpresa.

En España, por aquello de que somos católicos,  importan, tanto o más que el propio mérito, el liderazgo y la capacidad de arrastre. La vida laboral no es necesariamente meritoria. Si destacas o llamas la atención, te conviertes ipso facto en un “trepa”.  De hecho, esas fueron las primeras palabras que me dirigió una compañera de trabajo en CESVIMAP: “¿Tu eres un trepa, no?

Mi primer empleo remunerado en España fue en el Diario de Ávila. El Director del Periódico, Juan Manuel Serrano, se había enterado que era periodista y me ofreció de un día para otro hacerme cargo de la Delegación de Arévalo, el centro administrativo de La Moraña. Por 80.000 pesetas al mes, no abundaban los candidatos.

El primer día de trabajo, descarriló un Talgo, y al cabo de 4 días, publicaba mi segunda exclusiva de alcance nacional. El pescado fresco que venía de La Coruña y se distribuía en toda la comarca, se almacenaba de madrugada en un viejo camión cerca de la  gasolinera, en el que se refugiaban y chutaban los yonquis de la zona.

Tardé una semana y dos días en montar un primer lío. Los martes de mercado llegaban de todos los pueblos los “paletos” y subían los precios.  Fue una pequeña columna de opinión, irónica, que encantó a los agricultores de toda la comarca y me valió mi primera bronca.  La hora de bulla telefónica que me dio Serrano terminó con una pregunta: “¿De verdad se han vendido los 200 ejemplares del Diario?” Nunca había ocurrido antes.

Con los años, he descubierto que todos los Jefes, jefecillos y mandos intermedios, han estudiado en la misma escuela. Es más fácil recibir una reprimenda que un elogio, y son más probables los insultos que los aplausos. Pero ningún de ellos, superará nunca al navarro Alfredo Blasco, subdirector del Diario por aquel entonces.  Hacía unos días que me habían “castigado” como Jefe de Cierre, por publicar dos exclusivas nacionales sobre las prácticas fraudulentas de un sindicato agrario y censurarme una tercera noticia sobre su peculiar gestión del Agroseguro.

Eran las 7 de la tarde de domingo, y se desató una fuerte tormenta de granizo con aparato eléctrico que dejó  Ávila a oscuras. Los redactores y empleados del Diario, que ya se conocían el percal, se habían apresurado en terminar su trabajo para irse, de modo que solo quedamos allí un informático y el “Jefe” de Cierre. Se habían perdido todos los archivos del día y me tocó rehacer  la edición completa del periódico en un tiempo de Record Guiness. A la una de la madrugada, los 50 obreros de la Rotativa, que imprimían también el Diario de Soria, mordían literalmente y añadían presión. Me decían: “¿Y estas horas extras quien las va a pagar?”  A las tres y media de la madrugada, cuando me fui a acostar, completamente agotado y estresado, estaba contento por el “tour de force” de haber conseguido sacar la edición de un periódico de 32 páginas en 6 horas.

Cuando me incorporé el lunes, no esperaba aplausos pero si algún tipo de reconocimiento.  Lo que recibí, de sopetón, fue una bronca monumental delante de toda la redacción. Todos los periodistas, mis supuestos compañeros, agacharon la cabeza mientras Alfredo Blasco me explicaba a gritos lo impresentable que era sacar la edición del Diario de Ávila con una falta de ortografía en el titular y lo injustificable de tenerles que pagar horas extras a los obreros de la Rotativa y de la Imprenta.

2.  Ortega y Gasset

Decía José Ortega y Gasset, hace un siglo, que todos los empleados deberían ser degradados a un escalón inmediatamente inferior porque solían ser ascendidos hasta volverse incompetentes. El aforismo del filósofo español, que inspiró probablemente al famoso escritor americano Laurence Peter, sigue siendo tan descriptivo hoy en cualquier organización como hace 2.000 años en Roma. No obstante, cabe preguntarse si el enfoque es el correcto.

En todo ejército en movimiento coexisten dos fuerzas centrípeta y centrífuga, aglutinadora y disgregadora, pero: ¿Por qué damos por hecho que el objetivo de una organización militar es ganar la guerra y no una consecuencia? La idea de “progreso” hipoteca y lastra el método científico.  Presuponemos que los Directivos de una empresa o los Oficiales de un Ejército buscan el Bien Común y el Provecho Propio, cuando parece más bien evidente que son sus frustraciones acumuladas y su falta de Fe las que les determinan en sus decisiones. Como decía Winston Churchill: el adversario lo tienes en frente, el enemigo lo tienes detrás.

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