Publicado por Arnelas.En aquella película Almodóvar, en un ejercicio de sectarismo propio de quien se cree brillante y no lo es, nos pinta un cuadro surrealista y desmesurado, como todo lo suyo, para poner a la altura del barro la educación en los tiempos de la dictadura de Franco. Almodóvar es un sofista que extrae los argumentos de sus tesis partiendo de premisas falsas que introduce en la mente de su público mediante la herramienta más potente que existe, la imagen. Lástima que no dispongamos hoy de un Sócrates que desmenuce sus argumentos y los reduzca a la nada.