Tetralogía antropológica del dinero


Durante los años ochenta, en un aula de la Universidad Libre de Bruxelles, el profesor Jacques Bude planteó en sus clases de Psicología Social una hipótesis aparentemente sencilla, pero realmente asombrosa y luminosa: toda la organización humana desde la Edad Media había girado en torno a la oposición entre los dos paradigmas económicos del JUSTIPRECIO y de la USURA.

En base a esa teoría y de sus mecanismo de psicología social, intenté extrapolar una antropología general del dinero que incluyera el paradigma del AVAL y algo que, entonces, intuía pero al que no acababa de dar una forma lógica. Eran las cuatro formas puras de relación con el tiempo ajeno, cristalizadas en el dinero.

Décadas después, esa intuición se revela no solo vigente, sino profética. El dinero, lejos de ser un instrumento técnico neutro, actúa como el espejo más exacto de la estructura antropológica de una sociedad. Son cuatro formas o estaciones —Valor, Aval, Usura y Apropiación— y marcan una secuencia histórica casi inevitable, un ciclo que ninguna civilización ha logrado romper.

El primer paradigma gira en torno al VALOR: el intercambio simultáneo de trabajo real por bienes o servicios reales, sin mediación ni deuda. Es la forma más antigua y la más noble; solo funciona realmente en comunidades pequeñas, donde la reputación y la palabra dada pesan más que cualquier contrato.

El segundo paradigma corresponde al AVAL: surge cuando aparece la promesa diferida, pero respaldada por un colateral tangible —oro, tierra, mercancías—. El crédito y confianza se equilibran; el futuro se hipoteca, pero con garantía.

El tercer paradigma, el de la USURA, es el más conocido. Llega cuando la promesa se vacía de respaldo físico y el interés se cobra sobre tiempo que aún no existe. El dinero se convierte en deuda perpetua y la sociedad, en un inmenso esquema Ponzi sostenido por la inflación y la fe residual en el emisor.

El cuarto paradigma es el de la APROPIACIÓN. Presente desde siempre en el reino animal, y en toda suerte de mecanismo de piratería, se entrevé en los regímenes totalitarios del siglo XX y en los experimentos piloto de moneda digital. El Estado o la autoridad central ya no se limita a crear dinero de la nada ni a cobrar interés sobre él, sino que puede anularlo, congelarlo o reprogramarlo a voluntad. El tiempo humano, ya totalmente desmaterializado, pasa a ser propiedad directa del poder. Lo que comenzó como trueque entre iguales termina como expropiación digital entre amos y siervos en un entorno de feudalismo tecnológico.

Es un ciclo que se repite a lo largo de la historia. Con la Apropiación, llega el colapso y el regreso, entre ruinas, al paradigma del “mérito” y del “valor”.

Ejemplos históricos:

1. VALOR (intercambio simultáneo, sin deuda ni mediación) Islandia libre 930-1262: la Asamblea del Althing funcionaba sin Estado ni moneda metálica. Los pagos por homicidio (wergeld) se hacían en vacas, plata pesada o tierras, pero siempre en el acto y ante testigos. No existía interés ni préstamo documentado.

Repúblicas marítimas italianas tempranas (Amalfi siglo X, Venecia antes del siglo IX-XI): el comercio con Bizancio y el islam se liquidaba en el muelle con oro bizantino o seda pesada en balanza. El que no pagaba al instante perdía la reputación y quedaba fuera del circuito para siempre.

Ferias de Champagne (siglos XII-XIII): los mercaderes liquidaban las diferencias al final de cada feria con plata pesada o letras compensadas en el acto; no se llevaban deudas de una feria a la siguiente.

2. AVAL (crédito con colateral físico real) Banca florentina 1250-1345: los Bardi y Peruzzi prestaban a reyes, pero siempre contra joyas, tierras o derechos aduaneros depositados físicamente. Cuando Eduardo III de Inglaterra no pudo devolver el préstamo en 1345, los bancos quebraron porque el colateral (lana inglesa) no llegó.

Patrón oro clásico 1816-1914: cualquier billete del Bank of England era convertible en oro físico en la ventanilla. Los países que gastaban más de lo que tenían en reservas perdían oro y se veían obligados a ajustar (ej. Francia 1871 pagó 5.000 millones de francos-oro en 28 meses).

Sistema Hawala actual en Afganistán y Somalia: sigues necesitando un aval físico o familiar; si fallas, te cortan del circuito para siempre.

3. USURA (deuda sin colateral físico, interés sobre tiempo inexistente) Inglaterra post-1694: creación del Bank of England y primer deuda pública perpetua (consols). El Estado ya no necesitaba oro para gastar; emitía bonos y pagaba intereses con impuestos futuros.

Suspensión definitiva del patrón oro: EE.UU. 1971 (cierre ventanilla oro de Nixon). Desde entonces todo el sistema financiero global funciona con deuda sin respaldo metálico. El M2 mundial ha pasado de 3 billones en 1971 a más de 110 billones en 2025.

Japón 1990-2025: deuda pública del 270 % del PIB sin colateral real; el Banco de Japón compra el 100 % de la nueva emisión. Interés sobre tiempo que aún no existe pagado con más deuda.

4. APROPIACIÓN (expropiación directa o digital del tiempo ajeno) URSS 1918-1921: abolición del dinero privado y emisión de sóvznaks sin límite. En 1923 un dólar compraba 4,2 billones de rublos. El Estado simplemente anuló los ahorros de toda la población.

Alemania 1948 (Reichsmark → Deutsche Mark): la noche del 20 de junio cada ciudadano solo pudo cambiar 40 RM por 40 DM nuevos; el resto de los ahorros desapareció por decreto.

Chipre 2013: primer corralito moderno europeo. Cuentas superiores a 100.000 € sufrieron quitas del 47,5 % de un día para otro.

China 2020-2025 (e-CNY): el yuan digital permite al Banco Popular congelar wallets en tiempo real (ya usado contra activistas de Hong Kong y abogados de derechos humanos).

Experimentos piloto 2024-2025: Italia (bonus 18app), Bahamas (Sand Dollar) y Nigeria (e-Naira) ya prueban dinero programable que caduca si no se gasta en ciertos plazos o comercios.

La rueda ha dado la vuelta completa.

En 2025 vivimos simultáneamente los últimos estertores de la Usura (deuda (deuda mundial 350 % del PIB) y los primeros pasos firmes hacia la Apropiación digital.

La historia no repite, pero rima con una precisión aterradora.

(Belge).

Desde Atenas, con amor


Grecia es un país muy especial. Desde que leí a Robert Graves, comparto con él la idea que los mitos no son simples fabulas morales, sino un código secreto para entender el mundo que nos rodea.

Todo viaje organizado depende de la suerte, pero, a grandes rasgos, conseguí ver el país que quería ver. 25 siglos no son mas que 100 generaciones. Un suspiro, muy poco tiempo. Cuando visitas Olimpia, se cae el mito del progreso. El progreso es el trampantojo de los bárbaros de las tierras frías para ocultar sus crímenes y fechorías. Si, además te guía una persona capaz de transmitir su cultura, lo empiezas a ver todo con mucha claridad.

Grecia era una asignatura pendiente que tenia que aprobar para entender qué es la cultura católica.

Siempre se pone el énfasis en las raíces orientales del cristianismo para esconder la verdad a la vista: el cristianismo es cultura grecolatina/romana por todos los poros de la piel. Jesús podía haber nacido chino mandarino o cartaginés y probablemente nada habría sido diferente. El Antiguo Testamento, que sirve de caldo gordo para el Nuevo Testamento, es un vulgar refrito e incluso plagio de viejos mitos griegos. En un momento en que la cultura romana empezaba a despuntar en todo el Mediterráneo, eclipsando las anteriores civilizaciones milenarias (mesopotámica, china, egipcia y griega), el cristianismo nace con los viajes de San Pablo a Grecia y San Pedro a Roma. Grecia y Roma. El resto es cartón piedra, relleno, paja.

Jesús, el hijo rebelde de María, rompe con los dogmas absurdos de su familia política por razones universales, y eso es lo que le confiere al cristianismo su originalidad. Sus dos principales apóstoles lo debieron entender cuando salieron fuera de su entorno natural. Llegaban a lugares en los que eran extranjeros. Entendieron, entonces, eso que les decía Jesús, que la religión era de todos, y no sólo de los telepredicadores del Templo. Fue en ese momento, y sólo en ese momento, cuando San Pablo conecta con la mejor tradición griega, y Pedro funda su Iglesia en el corazón de la indómita Roma. El catolicismo, el culto para todos, era una religión de hombres libres, alejada de las sectas satánicas que pululaban en su tierra natal. Esa fue la verdadera revolución que logró transformar el mundo.

La involución puritana que vivimos en la actualidad, a lomo de mitos feudales, nos devuelve a tiempos oscuros. Es un Anticristo de manual, que anuncian la Guerra, el Hambre y la Enfermedad. Jesús conocía tan bien los dogmas sectarios de su familia política y de los cuervos exaltados de la secta judía que pudo anticipar el riesgo que suponía la antítesis de su propia reflexión o credo.

Grecia es un país de cartas postales que no logra arruinar ni la más nefasta y codiciosa de las agencias de viajes. Te pueden pastorear y llevar a los peores hoteles, darte de comer macarrones blancos siete días seguidos, y hasta contratar como guía al enchufado de turno que pasa de todo, Grecia sigue siendo una magnífica revelación. Te pueden cobrar 5 euros por un café y 7 por una cerveza, la luz azul del mar Egeo queda impresa en tu retina.

¿Qué más se puede pedir a una excursión de una semana? ¿Qué no te jodan la maleta? No, desde luego que no.

Belge

La conspiración del Mundial de 2030


En el verano de 2025, la Vuelta a España se ha convertido en un campo de batalla inesperado. Las protestas contra el equipo Israel-Premier Tech, marcadas por pancartas propalestinas y bloqueos en varias etapas, no son solo un eco del conflicto en Gaza, sino una chispa que enciende una trama mucho mayor. Vayamos por partes.
Los activistas, apoyados por plataformas locales y extranjeras, logran interrumpir la carrera en momentos clave, como la contrarreloj de la etapa 5, la etapa de Bilbao y la subida al Angliru del pelotón.
La decisión del equipo de eliminar la palabra “Israel” de sus maillots no calma las aguas, sino que alimenta el fuego mediático. Las imágenes de ciclistas detenidos por manifestantes, banderas palestinas ondeando y la policía desbordada se viralizan, proyectando una imagen de caos en España.

Preguntas: ¿Y si estas protestas no son espontáneas? ¿Y si forman parte de un plan orquestado para debilitar la candidatura de España como sede de la final del Mundial de 2030?

La memoria colectiva recuerda casos como la Operación Puerto (2006), que manchó el ciclismo español con acusaciones de dopaje, o la Operación Galgo (2010), que golpeó al atletismo justo cuando Madrid pujaba por los JJOO de 2016. En ambos casos, las filtraciones y escándalos parecieron diseñados para dañar la reputación deportiva de España. Ahora, en 2025, el paralelismo es inquietante. El nombre de Josep-Lluís Carod-Rovira, líder de ERC en los 2000, resurge como un eco de conspiraciones pasadas, cuando sus reuniones con Zapatero y su postura crítica hacia el centralismo español alimentaron teorías de sabotaje a la candidatura olímpica de Madrid.

El PSOE, debilitado políticamente tras años de coaliciones frágiles, se enfrenta presiones internas y externas. Sus aliados más radicales, incluidos sectores independentistas y movimientos de izquierda que simpatizan con la causa palestina, ven en la Vuelta una oportunidad para amplificar su mensaje. Las protestas, aunque aparentemente desorganizadas, están siendo amplificadas por una red de intereses que trasciende las fronteras. Aquí entra Marruecos, un actor que podría beneficiarse de un desprestigio de España como organizador de eventos deportivos internacionales.

Marruecos, que comparte la organización del Mundial 2030 con España y Portugal, tiene en el Stade Hassan II de Casablanca un candidato fuerte para la final. Sin embargo, los estadios españoles, como el Santiago Bernabéu y el Camp Nou, son vistos como favoritos por su historia y capacidad. Pero: ¿Y si un escándalo en un evento como la Vuelta debilitara la percepción de España como un país capaz de garantizar seguridad y estabilidad? El precedente de los JJOO de 1980, boicoteados por Estados Unidos y aliados contra la URSS, o los problemas organizativos denunciados en París 2024 (como el caos en el Nadal-Djokovic), sugieren que la reputación es clave en las decisiones de la FIFA.

Israel-Premier Tech no es solo un equipo ciclista, sino un peón en un juego más grande. Su presencia en la Vuelta, respaldada por el magnate Sylvan Adams, amigo personal de Netanyahu y “embajador autoproclamado de Israel”, se convierte en un imán para las protestas. Pero, ¿y si estas protestas están siendo azuzadas no solo por activistas locales, sino que forma parte de una estrategia que aprovecha la polarización del conflicto Palestina-Israel? Aquí entra la contrastada alianza Marruecos-Israel, que en la realidad se ha fortalecido desde los Acuerdos de Abraham (2020) y se hizo patente en eventos como Eurovisión, donde Marruecos influyó en las votaciones para favorecer a Israel, según se rumoreo en las rrss.

Esta alianza tiene un objetivo claro: generar un daño reputacional a España que beneficie a Marruecos. Las protestas en la Vuelta, amplificadas por medios internacionales y redes sociales, pintan a España como un país incapaz de controlar eventos deportivos de alto perfil. La anulación de una etapa, el abandono forzado de Israel-Premier Tech, o incluso la suspensión de la Vuelta, serían el golpe final: un titular global que pondría en duda la capacidad de España para albergar la final del Mundial.

La FIFA observa desde la distancia. En 2026, cuando se decida la sede de la final, los informes sobre la Vuelta 2025 pesarán como un lastre. Los estadios españoles son imponentes, pero las imágenes de ciclistas parados, manifestantes en la carretera y críticas al gobierno español por no garantizar la seguridad inclinan la balanza. Marruecos, con su Stade Hassan II modernizado y una narrativa de estabilidad, se posiciona como la opción “segura”. Además, la influencia geopolítica de Marruecos, respaldada por aliados como Estados Unidos e Israel, añade presión sobre la FIFA para favorecer a Casablanca.

El paralelismo con la Operación Puerto y Galgo es evidente: en ambos casos, escándalos deportivos amplificados mediáticamente dañaron la imagen de España en momentos clave. Aquí, el gobierno español, atrapado entre sus aliados progresistas (que toleran o incluso alientan las protestas) y la necesidad de proyectar estabilidad, queda en una posición vulnerable. La “pinza” entre los puritanos locales y los intereses externos logra su objetivo: España pierde la final del Mundial.

Aunque nunca se encuentre la prueba definitiva de que Marruecos, Israel y sectores del PSOE orquestaron las protestas, las coincidencias son demasiadas. La renuncia de un ciclista como Derek Gee antes de la Vuelta, las declaraciones de Sylvan Adams calificando a los manifestantes de “terroristas”, y la incapacidad de las autoridades españolas para evitar las interrupciones alimentan las teorías conspirativas. Podría tratarse de un “complot marroquí-israelí” para desbancar a España como sede de la final del Mundial de 2030. Si tuviera que apostar, diría que la decisión de la FIFA en 2026 va a depender de lo que pase en la Vuelta en las próximas horas.

Belge

Inmigración


Con todo el respeto: el debate sobre la inmigración es un debate absurdo y mal planteado. En España, hay 13 millones de inmigrantes y naturalizados. Son nuevos españoles. Desconocer que no tiene marcha atrás es hacer trampas al solitario. Dudo mucho que la mitad (50%) de los que residen hoy en la Península Ibérica (incluyendo Portugal) sean “ibéricos” en un sentido pragmático nada complicado (nacidos aquí de padres y abuelos españoles o portugueses).

Aznar abrió la puerta del continente americano para que los nuevos ricos tuvieran su chacha ecuatoriana, porque no quedaban “tontas del bote” en la España interior. Han pasado 30 años de aquello y, lógicamente, no hay forma de volver a poner las puertas al campo. La reacción de los más pobres y de la clase media empobrecida es siempre la misma: arremeter.

Las nuevas generaciones, elitistas y mimadas, pero sin parné, se empiezan a “derechizar” para intentar preservar sus (inmerecidos) privilegios. Les regalan todo (incluidas las plazas de funcionarios ESPAÑOLES en oposiciones amañadas) y aún así lloran porque los nuevos españoles empujan con mas fuerza y mérito que ellos para ganarse un sitio al sol.

Como es jodido competir de verdad, lo fácil es tirar del BOE y usar a los partidos políticos para ganar tiempo.

A los pobres y no tan pobres ya les toca compartir barrios con gente maleducada, pobre, ruidosa, y con un discurso antiespañol aprendido que ellos mismo usaron (Cataluña, País Vasco, etc). Los mismos que en su día votaron al PSOE y aplaudieron todas sus políticas nazis y puritanas, ahora empiezan a respingar, jejeje. Ya empiezan a hablar de inmigrantes de 2 y 3 generación. No falla. En todos los sitios son iguales.

Como inmigrante, hijo de emigrantes/inmigrantes, nieto de inmigrantes, bisnieto de inmigrantes, jeje, diría que mi punto de vista es el que es, aunque sea neutral. Cuando veo a inmigrantes que se desloman por estas tierras, y pasean a sus críos de 2 o 3 años, sin miedo al futuro, siento una extraña ternura que ningún español me transmite. Nadie les está regalando nada.

Pero eso no es el núcleo duro del debate. La GRAN VERDAD es poética. La sociedad española MALTRATÓ y ABUSÓ de sus propios emigrantes, les negó el pan y la sal, y nunca tuvo la puta decencia de darles las gracias por su sacrificio. La sociedad española se ha ganado CON CRECES la realidad que se le ha venido encima como una ola. Ahora SÍ va a saber qué es la inmigración/emigración.

Los pseudo intelectuales y demás tertulianos pueden pedorrear lo que quieran, la realidad es ya un tsunami.
Las reacciones son reacciones. Cuando la ola te sobrepasa, gritas porque el agua está fría y estás mojado. Si sabes nadar, flotas, y si no, te ahogas:-)

Nunca formaría parte de un club que me admitiera como socio. Pero toda regla tiene su excepción.