- Las leyes de concentración parcelaria
Nada ilustra mejor la superchería de muchos planteamientos ideológicos, y el juego de máscaras de los lobbies políticos, que las leyes de concentración parcelaria. Surge con fuerza en los años 30, en Cataluña, por la necesidad de abastecer a las grandes ciudades en desarrollo con numerosos recursos por debajo del coste de producción. El mayor obstáculo no es la codicia, sino la estructura de la propiedad y la distribución milenaria del territorio. Daría para una tesis doctoral analizar como influyó dicho debate en la “necesidad” de provocar una guerra civil. Es un fenómeno que se ha venido repitiendo en muchas latitudes del mundo, en diferentes momentos históricos, con el mismo resultado de “acelerar” los desplazamientos forzosos de poblaciones. Se trata, por utilizar la feliz expresión de Unamuno, que los pobres dejen de tener los medios de “mandar sobre su hambre”.La continuidad entre el debate “nacionalista” y republicano de los años 30, y la propia ideología y política económica franquista, se plasma en las Leyes de Concentración Parcelaria de 1952. Durante los años 40, las poblaciones que habían sido desplazadas por la fuerza de las armas de Oeste a Este entre 1936 y 1939, regresan TODAS a sus regiones de origen. Numerosos testimonios de gente aún vivas permiten afirmar que existió una política PREMEDITADA, en los dos bandos contendientes, para que la gente huyera de sus tierras, hacia Madrid, Barcelona Valencia y Alicante. En total, fueron más de 3 millones de personas desplazadas. Los hombres fueron reclutados como soldados y las mujeres y los niños fueron obligados a trabajar durante 3 años en campos, fábricas y almacenes. Otra tesis doctoral interesante sería, sin duda, estudiar qué ocurrió con el PIB que generó esa mano de obra esclavizada durante los 3 años que conduraron la guerra civil.Entre 1940 y 1952, el régimen franquista puso un especial empeño en que el sector agrario no pudiera recuperar su capacidad productiva, ni los ganaderos reconstituir sus rebaños. La actividad agraria y ganadera fue, literalmente, criminalizada con la finalidad de poder intervenir y controlar el sector en beneficio de las grandes ciudades. El paralelismo con lo que ocurrió en Ucrania y toda Rusia tras la Revolución Bolchevique y Marxista es más que evidente.La la ley Concentración Parcelaria de 1952 tenía como finalidad declarada “solucionar” el pequeño tamaño de las explotaciones que había permitido a España fijar población durante más de 2.000 años. Es, en esencia, un procedimiento administrativo especial por el que se reorganiza de manera forzosa la propiedad rústica de una zona, asignando a cada propietario un terreno con los M2 que tenía. Aquí también, los numerosos testimonios coinciden en que las fincas más valiosas y productivas que permitían subsistir a las agricultores se cambiaban “a pelo” por auténticos pedregales.


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