Regalo a esta maravillosa comunidad de lectores libres un nuevo neologismo: el cambio apoclimático no es una religión, la nueva religión de los neonazis verdes, es una herejía más del luteranismo. Los jóvenes más jóvenes y azoquetados por décadas de adoctrinamiento puritano, ya no son postmarxistas líquidos como sus hermanos de la Generación Botellón: son puritanos apoclimáticos.
Vaya por delante, como anticipo a cuenta, que los puritanos apoclimáticos han heredado de sus mayores el monopolio del odio. A mayor frustración económica y castración moral, mayor resentimiento. Son incapaces de cambiar el mundo que les rodea y se aferran a supuestas maldiciones bíblicas que refuerzan todos sus prejuicios. Son los nietos de Cain.
Para interpretar correctamente la reciente historia del régimen marxista en España, sólo hay que recordar unos pocos datos imposibles de rebatir.
Desde 1992, los precios se han multiplicado por 9 en España, los salarios, por 3, y la presión fiscal per cápita, por dos. El ahorro de los españoles se ha divido por 2 y su poder adquisitivo, por 3.
La Deuda Global, que el PSOE ha inflado deliberadamente, se ha disparado un 400% arruinando, uno a uno, todos los sectores productivos.
El sector agrario, que hoy se manifiesta desesperado por todas las carreteras de Europa, está enfermo de subvenciones, tras haber renunciado por dinero al sagrado principio de la soberanía alimentaria y del libro mercado. Si el mercado está intervenido por los capos del régimen, no existe justiprecio. Es sólo cuestión de tiempo que las ciudades sean confinadas y convertidas en campos de concentración al estilo germano.
Vaya por delante, como anticipo a cuenta, que los puritanos apoclimáticos han heredado de sus mayores el monopolio del odio. A mayor frustración económica y castración moral, mayor resentimiento. Son incapaces de cambiar el mundo que les rodea y se aferran a supuestas maldiciones bíblicas que refuerzan todos sus prejuicios. Son los nietos de Cain.
Para interpretar correctamente la reciente historia del régimen marxista en España, sólo hay que recordar unos pocos datos imposibles de rebatir.
Desde 1992, los precios se han multiplicado por 9 en España, los salarios, por 3, y la presión fiscal per cápita, por dos. El ahorro de los españoles se ha divido por 2 y su poder adquisitivo, por 3.
La Deuda Global, que el PSOE ha inflado deliberadamente, se ha disparado un 400% arruinando, uno a uno, todos los sectores productivos.
El sector agrario, que hoy se manifiesta desesperado por todas las carreteras de Europa, está enfermo de subvenciones, tras haber renunciado por dinero al sagrado principio de la soberanía alimentaria y del libro mercado. Si el mercado está intervenido por los capos del régimen, no existe justiprecio. Es sólo cuestión de tiempo que las ciudades sean confinadas y convertidas en campos de concentración al estilo germano.