La destrucción del mercado, que coloquialmente se conoce como hiperinflación, parece “alocar” los precios de bienes y servicios. Por ese motivo, se suele confundir de un modo interesado con su antítesis, la inflación. Para el común de los mortales no es fácil entender que una CREA mercado (inflación) y que la otra, lo destruye (hiperinflación).
Incluso dando por buena la composición de la Cesta tipo que hace el INE, con generosidad, las cifras que publican para maquillar la hiperinflación son incongruentes. Puedes tapar el sol de mediodía con una mano, pero no evitar deshidratarte.
Sectores | Ponderación (euros) | Inflación (euros) | |
1 | Alimentación y bebidas | 6780 | 2373 |
2 | Bebidas alcohólicas y tabaco | 930 | 46 |
3 | Vestido y calzado | 1800 | 327 |
4 | Vivienda | 4260 | 1540 |
5 | Menaje | 1740 | 522 |
6 | Medicina | 1320 | 176 |
7 | Transporte | 3900 | 1260 |
8 | Ocio y Cultura | 1920 | 76 |
9 | Comunicaciones | 1080 | 144 |
10 | Enseñanza | 480 | 24 |
11 | Hoteles, bares, restaurantes | 3900 | 390 |
12 | Otros | 1890 | 100 |
CESTA | 30.000 | 6978 (23,26%) |
La conclusión es evidente. Para mantener el poder adquisitivo, el hogar considerado debe elevar sus ingresos netos TRAS IMPUESTOS Y TASAS en 7.000 euros. Dicho de otro modo: En lugar de ganar 66.000 euros BRUTOS al año, el hogar tipo considerado debe ingresar ahora 92.000 euros brutos. El que no lo consigue, es un 28,3% más pobre.
Como podemos comprobar con nuestra simulación, el grueso de la inflación (75%) llega con 4 o 5 capítulos del gasto relacionados con precios y tarifas reguladas: la alimentación, la hostelería, la luz, el transporte y la calefacción.
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