What a wonderful world. El tema de Louis Armstrong se ha convertido por méritos propios en la banda sonora del siglo XXI. La tecnología cibernética está arrasando las viejas estructuras políticas y sociales y propiciando una revolución que nos devuelve al pasado. Hace pocos días, un autor menor explicaba que los ciudadanos habían renunciado por completo a su privacidad el mismo día que se registraron en el Facebook o empezaron a utilizar un Smartphone. El BIG DATA, o análisis predictivo de las pautas económicas, va más allá de las simples verdades del Barquero y anticipa la siguiente revolución, esta vez de naturaleza política y social.
Dicen los expertos que el análisis de datos de los consumidores y ciudadanos en Internet es ya una herramienta imprescindible para las empresas y el crecimiento de su negocio. Gracias al “rastro” que vamos dejando, y a las pautas que pueden descifrar sofisticados algoritmos de lógica matemática, los nuevos “expertos” podrán anticipar verdaderos patrones de conducta económica y política. En un futuro tan próximo que parecerá que fue ayer se podría conseguir hundir cualquier empresa o derrocar cualquier gobierno en muy pocos días. Algunas “aplicaciones”, que a priori pueden parecer fruto de la ciencia ficción, ya son una realidad. Un simple programa puede derrotar ya con total facilidad al mejor ajedrecista, o lo que resulta más asombroso aún: ganarle la partida a cualquier jugador de póker, con independencia de la suerte que tenga.
Un experimento llevado a cabo con los usuarios de Facebook, sin su conocimiento, levantó una gran polvareda, pero se trataba de un estudio asombroso y de gran transcendencia para el sector económico y financiero. Gracias al análisis de datos, se ha llegado a poder predecir el comportamiento de ciudadanos que ni siquiera son usuarios de Internet. En el mismo sentido, hace unos días aparecía en la prensa la reseña de una empresa española capaz de predecir en que lugares se producirían atentados “yihadistas”.
En España se trata aun de una profesión incipiente y multidisciplinar. El analista de datos David Sanz explica que el perfil de estos nuevos profesionales requiere conocer también de los negocios con los que se colabora. No solo se deben capturar toda clase de datos brutos posibles sino que luego hay que segmentarlos en función de la necesidad de la empresa concreta y definir o establecer modelos matemáticos útiles.
¿Se puede inducir el comportamiento político y comercial de las personas? ¿Te resulta extraño? ¿Funciona el BIG DATA para todo tipo de empresas o solo algunas? ¿Crees que Internet se está revelando como un gran experimento de control social? ¿De alguna manera extraña nunca ha sido el mundo tan previsible como lo es ahora? ¿Las próximas generaciones de jóvenes rebeldes Ni usaran internet Ni se comunicarán a distancia?
(c) Belge. octubre 2015
El análisis de datos es el futuro
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