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Periodista especializado en Economía

El origen de la cuestión inmobiliaria en España (4)


  1. Evolución demográfica y rentas agrarias

La Historia la escriben los vencedores y España no es la excepción a la regla. La fotografía en blanco y negro que nos ofrecen de la primera mitad del siglo XX ha sido retocada y manipulada por dos motivos. El primero es inventarle un sentido trascendente que afiance el Dogma del Progreso y el segundo, no menos importante, ocultar el verdadero sentido estratégico de las decisiones de política económica que han ido marcando el rumbo de los siglos XX y XXI.  Al contrario de lo que cree la Opinión Pública, la sociedad española no es muy diferente del resto de países europeos y ha experimentado una evolución paralela.

En los años 30, Madrid y Barcelona pesaban una octava parte de censo nacional, y 8 décadas después, los 12 millones de ciudadanos que albergan representan un 25% de la población total. En paralelo, las vastas extensiones de tierras castellanas, extremeñas y aragonesas que alimentaban al 30% de las familias españolas, sin ninguna clase de subvención, son habitadas hoy por el 13% de las personas que residen en España. El envejecimiento medio de la población agrava los problemas de la despoblación y del déficit creciente de infraestructuras.

Es un hecho empírico constatable que las rentas agrarias se han desplomado desde los años 30, a pesar de las subvenciones o por causa de ellas. Aunque no deja de ser curioso que la versión oficial que proyecta el mundo “urbano” sea la de una España pobre y atrasada que se ha ido enriqueciendo y modernizando gracias a las generosas ayudas europeas y la solidaridad sin límite de las regiones más dinámicas y desarrolladas del país. Le podemos dar muchas vueltas a cualquier enfoque, pero el hecho demográfico no admite como discusión que el peso de las rentas agrarias fuera muy superior al que es hoy, sin el aporte de ninguna clase de ayuda, subvención o transferencia de capital.

 

Los datos relativos a la cesta de la compra, bienes de equipo, fincas, casas y salarios en el mundo rural nos brindan una radiografía bastante fidedigna de la renta agraria de la primera mitad del siglo XX que contradice la mayoría de los tópicos que circulan. Entre 1900 y 1950, el jornal medio pasa de 2 pesetas al día a 40 pesetas, que representan un rango actual de 30 a 80 euros. Dicho de otro modo: 1 minuto antes de que castigaran al mundo rural con las Leyes de Concentración Parcelaria, las rentas agrarias estaban en su apogeo y había pleno empleo.

 

Otro de los mitos adulterados que circulan es que no había excedentes de producción, por causa del déficit de infraestructuras, la falta de capitalización y el pequeño tamaño de las explotaciones. La realidad, sin embargo, es que los distintos gobiernos se emplearon a fondo desde los años 30 para intervenir, criminalizar e impedir la comercialización de esos excedentes. ¿Si no existían excedentes, porque reprimían las fuerzas del orden con gran dureza lo que llamaban “estraperlo”?  Los salarios que los “pequeños” productores de cereales  pagaban a las cuadrillas especializadas de segadores, por la campaña de verano, eran generosos y permitían ahorrar dinero. A su vez, la lista de los precios de producción, que permitían alimentar y educar a familias numerosas, no deja lugar a dudas.  Un litro de leche de calidad se vendía, por ejemplo,  por 0,25 pesetas en 1900 y por 5 pesetas en 1950, cantidad equivalente hoy a 4 y 10 euros respectivamente.

(sigue)

(c) Belge. 13/02/2017

El origen de la cuestión inmobiliaria en España (3)


  1. Las leyes de concentración parcelaria

 

Nada ilustra mejor la superchería de muchos planteamientos ideológicos, y el juego de máscaras de los lobbies políticos, que las leyes de concentración parcelaria.  Surge con fuerza en los años 30, en Cataluña, por la necesidad de abastecer a las grandes ciudades en desarrollo con numerosos recursos  por debajo del coste de producción. El mayor obstáculo no es la codicia, sino la estructura de la propiedad y la distribución milenaria del territorio. Daría para una tesis doctoral analizar como influyó dicho debate en la “necesidad” de provocar una guerra civil. Es un fenómeno que se ha venido repitiendo en muchas latitudes del mundo, en diferentes momentos históricos, con el mismo resultado de “acelerar” los desplazamientos forzosos de poblaciones.  Se trata, por utilizar la feliz expresión de Unamuno, que los pobres dejen de tener los medios de “mandar sobre su hambre”.

La continuidad entre el debate “nacionalista” y republicano de los años 30, y la propia ideología y política económica franquista, se plasma en las Leyes de Concentración Parcelaria de 1952. Durante los años 40, las poblaciones que habían sido desplazadas por la fuerza de las armas de Oeste a Este entre 1936 y 1939, regresan TODAS a sus regiones de origen.  Numerosos testimonios de gente aún vivas permiten afirmar que existió una política PREMEDITADA, en los dos bandos contendientes, para que la gente huyera de sus tierras, hacia Madrid, Barcelona  Valencia y Alicante.  En total, fueron más de 3 millones de personas desplazadas. Los hombres fueron reclutados como soldados y las mujeres y los niños fueron obligados a trabajar durante 3 años  en campos, fábricas y almacenes. Otra tesis doctoral interesante sería, sin duda, estudiar qué ocurrió con el PIB que generó esa mano de obra esclavizada durante los 3 años que conduraron la guerra civil.

Entre 1940 y 1952, el régimen franquista puso un especial empeño en que el sector agrario no pudiera recuperar su capacidad productiva, ni los ganaderos reconstituir sus rebaños. La actividad agraria y ganadera fue, literalmente, criminalizada con la finalidad de poder intervenir y controlar el sector en beneficio de las grandes ciudades.  El paralelismo con lo que ocurrió en Ucrania y toda Rusia tras la Revolución Bolchevique y Marxista es más que evidente.

La la ley Concentración Parcelaria de 1952 tenía como finalidad declarada “solucionar” el pequeño tamaño de las explotaciones que había permitido a España fijar población durante más de 2.000 años.  Es, en esencia, un procedimiento administrativo especial por el que se reorganiza de manera forzosa la propiedad rústica de una zona, asignando a cada propietario un terreno con los M2 que tenía. Aquí también, los numerosos testimonios coinciden en que las fincas más valiosas y productivas que permitían subsistir a las agricultores se cambiaban “a pelo” por auténticos pedregales.

concentra

 

En buena lógica no fue posible aplicar la Ley con la misma intensidad en todo el mundo rural. La prioridad eran las zonas llanas de campos abiertos, dedicadas al cereal, y era algo más laxa en las zonas de montaña y para con las explotaciones de viñedos y frutales. El incremento de las superficies de cultivo implicó que las familias de agricultores tuvieran que endeudarse con prestamistas y usureros para comprar tierras y para poder utilizar maquinaria, abonos y pagar nóminas. La mayoría no consiguió créditos o se arruinó, implicando al Estado y sus comisarios en la “modernización” del campo y de sus infraestructuras de regadío. Por segunda vez, en menos de 15 años, el grueso de las poblaciones del mundo rural se vio expulsado de sus tierras. Y para muestra un botón: fue empezarse a aplicarse la Ley de 1952, y la provincia con mayor crecimiento demográfico entre 1787 y 1952, Badajoz, perdió más del 25% de sus habitantes en menos de 1 año.

Como reflexión, es interesante remarcar que unos sencillos mapas y unos pocos datos bastan para evidenciar que las regiones “castigadas” y “premiadas” durante los 40 años del periodo franquista no fueron – ni mucho menos – las que sostiene la mitología nacionalista desde 1976. Castilla La Vieja, Extremadura y Aragón sufrieron un castigo inmisericorde, mientras que las regiones vascas, catalanas y levantinas se beneficiaban sistemáticamente de todas sus políticas económicas y comerciales.

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El origen de la cuestión inmobiliaria en España (2)


Los años 50

  1. La teoría del éxodo rural

El periodo de expansión inmobiliaria arranca en 1953, cuando las leyes de concentración parcelaria empiezan a hacer mella en el mundo rural. Es conocida por todos la Teoría del éxodo rural. Forma parte del programa educativo en España y se puede resumir con un pequeño relato y sencillo esquema moral: aunque con retraso, en relación a los “avanzados países industriales”,  las poblaciones se mudan a las ciudades en busca de trabajo y una vida mejor.  Solo tiene una pega: no se ajusta a los hechos.

El éxodo rural masivo que tiene lugar en Francia, Gran Bretaña y Alemania durante los siglos XVIII y XIX no ocurre ni en España ni en Italia. La razón no tiene que ver con la industria, pero sí con el modelo urbanístico tradicional. A grandes rasgos, puede decirse que la población se distribuye de un modo homogéneo en unos 10.000 núcleos de población equidistantes. La ciudad con más habitantes no es ni Madrid, ni Barcelona: es la mítica Cádiz, una de las ciudades más vieja de toda Europa. El 14 de julio de 1789, cuando los parisinos toman La Bastille para liberar a los presos políticos encarcelados sin juicio, el Censo de Floridablanca revela que hay 10 millones de españoles, con una densidad media de 22 habitantes por km2 y 200.000 por provincia.   (https://es.wikipedia.org/wiki/Censo_de_Floridablanca)

floridablanca

 

30

https://es.wikipedia.org/wiki/Demograf%C3%ADa_de_Espa%C3%B1a

 

evolucion censo

Como se puede observar en los gráficos y en las series históricas, la evolución demográfica de España entre 1787 y 1936, más acusada incluso en el periodo de postguerra, dista mucho de verificar el fenómeno de éxodo rural. De hecho, la provincia y ciudad con mayor tasa de crecimiento registrado entre 1787 y 1953, por encima de Madrid o Barcelona, es Badajoz.  No es un caso único. Provincias rurales como Teruel o Ávila viven su mayor periodo de esplendor demográfico.  Lejos de reducirse la población en el mundo rural, por el desarrollo industrial y capitalista, crece con vigor, incluso por encima del crecimiento del conjunto de la población española.

(sigue)

(C) Belge. 10/02/2017

La quiniela de Inlucro


Esta semana, por primera vez en los dos últimos años, coinciden en la Quiniela los tres grandes equipos de la Liga.  En teoría, habrás muchos aciertos.

Quiniela del Club In Lucro

Partido Pronóstico Pronóstico Máquina Resultado
Sevilla Leganés 1-0 1-1 1 – 0 1-0
Alavés Real Madrid 12 2 2 – x 2
Sociedad Eibar 1 1 x – 2 1
Mallorca Betis x2 1 2 – 2 2
Valencia Villarreal 1x 1 2 – x 1
Bilbao Granada 1 x2 2 – x 1
Español Osasuna x 1x x – 1 2
Getafe Levante 1 1 1 – x 1
Atlético Barcelona 1 x2 1 – 1 2
Zaragoza Gerona 1x 12 1 – 1 X
Fuenlabrada Cádiz 12 1x 1 – 2 1
Oviedo Rayo 1x x2 2 -1 1
Elche Racing 1 x x – 1 1
Lugo Deportivo x 1 1 -1 X
Extremadura Palmas 12 1x 1 – 1 2

Pronóstico de la jornada. 2 columna de 7 dobles reducidas por 24 euros

Lista definitiva de Participantes

Bote Participante Jornadas 1-17 jornada 18-21 jornada 22-25 jornada 26-30 jornada 31-33 jornada 34-37 jornada 38
13,08 euros Cascoporro 52 euros 16 euros 14 euros 18 euros 12 euros 11 euros 4 euros
2,24 euros Andrés 66 euros 16 euros 14 euros 19 euros 12 euros 12 euros 4 euros
07,90 euros Tartesos 66 euros 16 euros 14 euros 18 euros 12 euros 14 euros 4 euros
0,08 euros Rafa 17 euros 12 euros 4 euros
11,66 euros Kikova 21 euros 16 euros 14 euros 19 euros 12 euros 14 euros 4 euros
2,13 euros Belge 76 euros 18 euros 15 euros 18 euros 12 euros 14 euros 4 euros
58,83 euros Vincent 48 euros 16 euros 15 euros 19 euros 12 euros 14 euros 4 euros
63,96 euros Santiago 19 euros 12 euros 14 euros 4 euros
Lechu 59 euros 17 euros 15 euros 19 euros 12 euros 15 euros 4 euros
Alfonso 87 euros 17 euros 15 euros 19 euros 12 euros 15 euros 4 euros
13,63 + 0,26 euros Club InLucro 492 euros 144 euros 120 euros 168 euros 108 euros 123 euros 36 euros

3 Quiniela de 7 dobles reducidos a 13. 36 euros