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Así nos luce el pelo.


Intentando elaborar una entrada que posiblemente no acabe de ver la luz, encuentro en dos sitios de Internet oficiales, pagados con el dinero de todos, lo siguiente:

  • Portal “finanzas para todos”: Los planes de pensiones individuales son contratos en virtud de los cuales se efectúan aportaciones que se van acumulando y quedan permanentemente invertidas en activos financieros, con la finalidad de ir constituyendo un ahorro (derechos consolidados) para el cobro de prestaciones cuando se produzca alguna de las contingencias previstashttp://www.finanzasparatodos.es/es/economiavida/planificandojubilacion/plan_pensiones_individual.html
  • Portal de la mismísima Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones “Gaspar”: Un plan de pensiones es un contrato colectivo de adhesión de ahorro- previsión social, en virtud del cual se efectúan aportaciones, que se van acumulando y quedan permanentemente invertidas en activos financieros, con la finalidad de ir constituyendo un ahorro (derechos consolidados) para el cobro de prestaciones cuando se produzcan las contingencias previstas (jubilación, fallecimiento, incapacidad laboral, dependencia). http://www.dgsfp.mineco.es/Gaspar/PPtomadecisionConcepto.asp No es menos cierto que al final remata: Los planes de pensiones son instrumentos de previsión de carácter privado, voluntario y no sustitutivo de la Seguridad Social.

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Fuentes y periodistas en la construcción de la noticia


En su última columna de opinión publicada en El Semanal, Arturo Pérez Reverte despotricaba a gusto contra las nuevas derivas de la profesión.  El popular escritor y articulista, antes periodista de guerra, ilustra la vieja y ácida boutade francesa: “Le journalisme conduit à tout a condition d’en sortir”.   Apréciese de paso que, en sus orígenes etimológicos, el profesional era aquel que escribía en una gaceta o llevaba un “diario” (journal).  El periodo natural de la actualidad es la agenda, y por extensión el propio calendario.

En mis cursos de doctorado en 1988, en la Facultad de Madrid, una de las asignaturas se titulaba: “Fuentes y Periodistas en la construcción de la Noticia”.  La profesora que lo impartía no ha dejado una gran huella en mi memoria. Sus primeras palabras fueron pedirme mis contactos en la ULB para conseguir auto invitarse allí y viajar a Bruselas con cargo al departamento.  En su seminario, analizamos que el 95% de los artículos de información que se publican en España, en los diferentes medios de comunicación,  solo citaban una fuente.

Aludía Reverte en su artículo a otra  vieja teoría que intenta darle a la  profesión periodística una patina de respetabilidad, por aproximación al método científico. Según su propia expresión, una primera fuente filtra la noticia, una segunda la confirma y la tercera, la blinda.  Pero, en la práctica real, la propia organización laboral de los periódicos es profiláctica e impide que se “pierda” el tiempo buscando una segunda fuente.  Tres fuentes y algunas más solo se buscan cuando la información afecta a un político o empresario “relevante” pillado in fraganti.  De modo que la teoría de aquella profesora de La Complutense debe ser matizada: si la noticia es que el poderoso Jordi Pujol ha metido la mano en la caja de los caudales públicos,  los propietarios y directores de periódicos mandarán a sus chicos (periodistas) a por tardanza en casa de la abuela.

En la organización natural de un medio de prensa, excepción hecha de la aristocrática RTVE, unos profesionales mal pagados acuden a media mañana o media tarde a una rueda de prensa donde les echan un par de declaraciones intrascendentes. Las mas organizadas, les sirven un café, un bollo y un pequeño informe redactado por el departamento de comunicación de la empresa o del partido. Antes y después del evento,  los periodistas se dedican a matar la culebra.

En el 95% de los casos, al propietario de un periódico y al propio redactor jefe les sale más rentable contratar el chorro de noticias de las agencias de prensa.  Son más de beber del grifo que de fuentes. Solo tienen que cambiar el titular y 3 palabras de la entradilla para dar el pego. Llegado el caso, un redactor podría sacar el solo la  edición entera de un periódico.

Desde que en 2002 no conseguí que unos chavalillos recién licenciados entendieran el concepto de tiempo real en la prensa, prefiero usar la palabra “analista” antes que “periodista”.  Ya no hay “periodo” ni “agenda diaria” en la actualidad.  Las “fuentes”, las construían y mantenían los lugareños en el mundo rural, y  en la versión moderna del campo y del monte como “Parque Temático de la Naturaleza”,  solo hay charcas.

Sería muy largo exponer aquí mis propias cavilaciones o hacer un resumen de mi Tesis que el tiempo se ha encargado de validar de un modo extraño. Podría decirse que ya no existe una Opinión Pública como tal, y ni siquiera una Opinión Publicada. Es otra cosa, otro concepto.  Más que un experimento de anarquía a escala global, que nadie intuye ni controla, Internet se perfila cada vez más como un instrumento de guerra religiosa.  Los últimos abscesos puritanos en los nuevos monopolios americanos de las Redes Sociales deberían servir para alertar incluso a los escépticos.

(c) Belge 10/12/2016

 

¿Por qué estás sola?


La respuesta a la pregunta de por qué estás sola es directa y sencilla: porque vives de alquiler. Es muy posible que un ciudadano tarde toda una vida en entender la respuesta.  Primero, le sorprenderá la pregunta. Luego, le extrañará la respuesta. Llegado a ese punto, pregunta y respuesta andarán rondando durante meses en su cabeza. No way out.

Existe una correlación poco evidente pero directa entre la tasa de alquiler en una sociedad y el grado de infelicidad de sus ciudadanos. A la inversa, la mayor tasa de propiedad corresponde al mayor sentimiento de felicidad.  De modo que se pueden extraer unos primeros corolarios lógicos.

  1. Si crece la tasa de alquiler, entonces crece la tensión social
  2. Si la tasa de alquiler supera el 50%, el clima social es bélico
  3. El coste del alquiler es, necesariamente, humillante
  4. No se puede vivir de alquiler y ser feliz
  5. Una mujer que vive de alquiler siempre está sola.

Más allá de las correlaciones estadísticas y de los análisis sociológicos en línea con el pensamiento de Durkheim, lo cierto es que la explicación es religiosa o de tipo religioso.  Las religiones son sistemas de valores coherentes que sirven para establecer lazos entre los miembros de una sociedad.  Por lógica, hay al menos tres tipos de estructuras: basadas en el interés, basadas en el linaje, basadas en el miedo.

Las personas más vulnerables en las sociedades nihilistas son las mujeres.  Puede parece paradójico, pero el feminismo es, en las sociedades anglosajonas y protestantes, una corriente de pensamiento de tipo marxista profundamente patriarcal.  Trata de convencer a las mujeres que pueden ser felices viviendo de alquiler y solas. Es decir: simulando que son jóvenes adolescentes, libres de ir y venir, sin cargas ni responsabilidades.

Los protestantes viven de alquiler porque su religión no está basada en la solidaridad familiar. Un estudio científico demostró que la única razón por la que prosperaban los inmigrantes de origen judío en EEUU es porque sus lazos de solidaridad abarcan un grado más de parentesco que los católicos irlandeses y dos que el resto de inmigrantes.

P.D.  Moraleja. Si quieres ser feliz, cómprate una casa y cásate de blanco por la Iglesia.

¿Cuál es el precio justo de una vivienda? (II)


Por definición, el valor intrínseco de un valor útil es su valor de reposición.  Lo que vale una casa es lo que cuesta edificarla. En sentido inverso,  el “Valor” de otro tipo de bienes, como es un cuadro de Picasso,  es siempre relativo: basta cambiar la firma y el motivo para que fluctúen el precio y la utilidad.

En el precio de una vivienda intervienen muchos factores:  los materiales, los costes fabriles, los impuestos y el derecho de residencia.  Si, además, no disponemos del ahorro suficiente, también hay que sumar los gastos financieros. Los materiales suponen un 30% del valor final;  los costes fabriles equivalen en España a 10.000 horas productivas y la tasa impositiva representa el 50% del valor final de una casa.

El “derecho de residencia” suele ser el precio que pagamos a la clase política, vía administración,  por el suelo y el correspondiente permiso de construcción. Varía en función inversa de la distancia desde el centro ideal considerado.  Desde el Km 0 hasta un radio máximo de 100 km, cada metro de desplazamiento útil que nos ahorramos tiene un determinado valor.  1km/día supone un  gasto extra de 10.000 euros.  Esto es: adquirir una vivienda alejada que obligue a la unidad familiar a recorrer en coche 30 km extra cuesta 300.000 euros más que la misma vivienda sita en el emplazamiento ideal.

En su día ideamos un modelo del precio de la vivienda en España basado en cinco tipos de círculos concéntricos.  Desde entonces, se ha disparado el coste del km recorrido, con un barril de petróleo a 150 dólares.

El Precio Justo de una vivienda correctamente situada incorporará, como parte del derecho de residencia, parte del ahorro que supone acudir a todas partes andando. En las grandes ciudades, con un centro difuso,  no resulta sencillo optimizar los desplazamientos útiles, de modo que es frecuente que el inversor tome decisiones erróneas basadas en percepciones ajenas.

El coste de fabricación de una vivienda de 200 metros, en terreno propio, ronda los 700 euros por m2 ante de impuestos  y los 1.000 euros por m2 después.  En el mercado libre, en cualquier ciudad española, es posible encontrar pisos habitables por debajo de los 1200 euros/M2.  Con este sencillo dato se puede ver que el “valor de mercado” se sitúa por debajo del “precio justo”, a pesar de que la percepción sea otra y que desde la política se “venda” la idea que tenemos “derecho” a disfrutar GRATIS de una serie de bienes y servicios.

Hace 40 años, como referencia válida, el precio del m2 rondaba las 7.000 pesetas. Tanto hoy como a mediados de los años 70, dicha cantidad era el equivalente al Salario Mínimo Interprofesional.  Por aquel entonces, no había entrado en vigor la Ley que obligaba a contratar los servicios de arquitectos y aparejadores para la construcción de un edificio, y tanto los impuestos como la corrupción de los partidos políticos eran notablemente menores.  La paradójica conclusión se impone:  desde que la vivienda ha dejado de ser un bien “útil” para pasar a ser un “derecho social”, la vivienda es mucho más barata para los “ricos” (3 veces más barata que en 2005) y completamente inasequible para los “pobres”.

(c) Belge