(gráfico publicado en CincoDias) Cuando el bicho agoniza, llegan los buitres. En el Reino Animal, nada ilustra mejor el célebre verso de Baudelaire que el vuelo majestuoso de los buitres en el azul del cielo. Feos cuando se arrastran por el suelo entre la carroña, es un espectáculo de la naturaleza verlos despegar y aterrizar de uno en uno, como aviones que esperan su turno para coger pista. La bolsa española está agonizando. Son muchas las empresas cotizadas, completamente descapitalizadas, que están dando sus últimos estertores. Si hubiera que señalar una fecha, por caprichosa que resulte, situaría el origen del desguace en septiembre de 2005, cuando Gas Natural se lanza a por Endesa. Desde aquel día, la CNMV finge ignorar la clase de antro en que se ha convertido el mercado español, a pesar de que cada noche salga un grupo de clientes gritando que les han robado a punta de pistola.La operación de buitreo que está protagonizando Mijail Fridman, el dueño de LetterOne, guarda un cierto parecido con el ataque de los Fondos que llevó a la quiebra al Banco Popular. En esa ocasión tuvieron que ingeniárselas para dejar la cotización a 0 y alzarse con el suculento botín de guerra. Aunque el inversor ruso no cuente en este caso con la complicidad del BCE y del Banco de España, la CNMV ya nos está enseñando su mejor perfil. El problema que aqueja a la cadena de supermercados Día, bajo la desastrosa gestión de Ricardo Currás, es que sus ventas han bajado y ha cedido cuota de mercado a sus competidores. La filial de Carrefour desanda los mismos pasos que PRYCA y Continente antes de ser excluida de la bolsa por servicios prestados.DIA salió a bolsa con un valor de 2180 millones de euros, a 3,5 euros por título emitido. Al dinero que invirtieron los accionistas en 2011, hay que sumar los dineros que prestaron los bonistas y que vencen en 2019, 2021 y 2023: 900 millones de euros. En resumen: En los años posteriores a su salida a Bolsa, Carrefour ha extraído del mercado español más de 3.000 millones de euros. Ahora toca liquidar los activos y hacer desaparecer el cadáver.El sector de la alimentación, con precios subvencionados para los urbanitas alelaos que mantienen a las élites en el poder, es hiper competitivo y trabaja con márgenes comerciales ridículos. Con la irrupción de plataformas digitales, la batalla de la imagen ha cobrado más importancia. El consumidor no compra lo que es y lo que hay, compra como es. Si se cree los mitos del Progreso, del Calentamiento Global, de la Ecología, de la Igualdad de Género, la tienda se convierte en una especie de sala de espectáculos en la que debe proyectarse esa peli.LetterOne ha invertido en el ataque a DIA una cantidad real desconocida pero que debe superar los 500 millones de euros. Con más de 100 millones de títulos prestados a terceros para su posible venta al descubierto, el beneficio compartido se situaría en torno a los 300 millones de euros al finalizar el año 2018. Partiendo de esa premisa, el plan de rescate acordado en 2018 con la banca acreedora, y que comprometía el ruso a aportar al menos 200 millones de euros en la futura ampliación de capital, era una claro incentivo para que moviera ficha. Y lo acaba de hacer.
De entrada hay que señalar que la operación de Mijail Fridman aparenta tener dos patas: el dinero de la Ampliación de Capital, que se ahorra, y el beneficio potencial a vencimiento de los bonos que vencen en 2019 puede superar, de aquí al mes de julio, los 100 millones de euros. Gana tiempo y torpedea el Plan de Rescate financiero acordado con la banca acreedora. Y todo ello, sin presuponer que la OPA que ha lanzado tenga éxito, en los términos propuestos, y pueda excluir a DIA de bolsa a precio de saldo, y liquidar la empresa al mejor postor. LetterOne se ha colocado en una posición muy ventajosa para aprovechar todo el bicho hasta saciarse. De entrada, los franquiciados, los proveedores, los acreedores y los bancos que han financiado el supuesto plan de expansión de la Cadena DIA tienen todas las de perder. No están en posición de conseguir o recuperar nada: en quedado atados de pies y manos. La franquicia DIA es, desde la salida a Bolsa, una de las más conflictivas. La Asociación de Afectados por las Franquicias de Supermercados DIA (ASAFRAS) denunció en 2015 como se estaba llevando en secreto una reestructuración de su sistema de franquicias, con un nuevo modelo de negocio nocivo y ruinoso para los franquiciados. Acusaban a DIA de engañarles con los pedidos y de manipular los stocks con el propósito de aumentar sus márgenes a costa de las franquicias.A semejanza de DIA, un buen número de las empresas que cotizan en el IBEX 35 y en el Mercado Continuo, han agotado su ciclo y carecen de proyección. Operaciones financieras tan lamentables como la de Popular, Abengoa, Telepizza y, ahora, DIA no hacen sino confirmar que las empresas cotizadas se han quedado sin sangre y agonizan. El mercado español, corrompido y politizado, es hoy un desguace. Los Fondos y Planes de Pensión se esfuerzan en mantener una apariencia de normalidad para confundir a sus partícipes cautivos, pero lo cierto es que no para de crecer el porcentaje de dinero que se coloca en otras bolsas extranjeras. Si la bolsa es el reflejo del estado de ánimo de una economía, la bolsa española es, sin duda, el mejor reflejo del lamentable momento económico que atraviesa España. Arruinada por la codiciosa Alemania y saqueada por una corrupta burguesía catalanista que ha perdido el Norte. No se libre ya ningún sector. (c) BelgeP.D. DIA anuncia que está en quiebra (8-2-19). https://elpais.com/economia/2019/02/08/actualidad/1549611196_438322.html
De entrada hay que señalar que la operación de Mijail Fridman aparenta tener dos patas: el dinero de la Ampliación de Capital, que se ahorra, y el beneficio potencial a vencimiento de los bonos que vencen en 2019 puede superar, de aquí al mes de julio, los 100 millones de euros. Gana tiempo y torpedea el Plan de Rescate financiero acordado con la banca acreedora. Y todo ello, sin presuponer que la OPA que ha lanzado tenga éxito, en los términos propuestos, y pueda excluir a DIA de bolsa a precio de saldo, y liquidar la empresa al mejor postor. LetterOne se ha colocado en una posición muy ventajosa para aprovechar todo el bicho hasta saciarse. De entrada, los franquiciados, los proveedores, los acreedores y los bancos que han financiado el supuesto plan de expansión de la Cadena DIA tienen todas las de perder. No están en posición de conseguir o recuperar nada: en quedado atados de pies y manos. La franquicia DIA es, desde la salida a Bolsa, una de las más conflictivas. La Asociación de Afectados por las Franquicias de Supermercados DIA (ASAFRAS) denunció en 2015 como se estaba llevando en secreto una reestructuración de su sistema de franquicias, con un nuevo modelo de negocio nocivo y ruinoso para los franquiciados. Acusaban a DIA de engañarles con los pedidos y de manipular los stocks con el propósito de aumentar sus márgenes a costa de las franquicias.A semejanza de DIA, un buen número de las empresas que cotizan en el IBEX 35 y en el Mercado Continuo, han agotado su ciclo y carecen de proyección. Operaciones financieras tan lamentables como la de Popular, Abengoa, Telepizza y, ahora, DIA no hacen sino confirmar que las empresas cotizadas se han quedado sin sangre y agonizan. El mercado español, corrompido y politizado, es hoy un desguace. Los Fondos y Planes de Pensión se esfuerzan en mantener una apariencia de normalidad para confundir a sus partícipes cautivos, pero lo cierto es que no para de crecer el porcentaje de dinero que se coloca en otras bolsas extranjeras. Si la bolsa es el reflejo del estado de ánimo de una economía, la bolsa española es, sin duda, el mejor reflejo del lamentable momento económico que atraviesa España. Arruinada por la codiciosa Alemania y saqueada por una corrupta burguesía catalanista que ha perdido el Norte. No se libre ya ningún sector. (c) BelgeP.D. DIA anuncia que está en quiebra (8-2-19). https://elpais.com/economia/2019/02/08/actualidad/1549611196_438322.html