Si cualquier historia puede generar la sensación de ser víctima de una injusticia, un manipulador hábil siempre podrá inventarse una ideología emancipadora para luego liderar el colectivo a salvar. Una emociología, podríamos denominarlo:
Solo se necesita alguna característica que pueda utilizarse para colectivizar individuos, que facilite generar un prejuicio con el que agruparlos y manipularlos políticamente. No solo el nivel económico sirve para eso (lucha de clases), vale casi cualquier faceta diferenciadora:
- sexo: machismo o feminismo
- raza: indigenismo, racismo…
- tendencia sexual: la lucha colectivos LGBT
- lengua: nacionalismos
- lugar de nacimiento: xenofobia
- …
La lógica es siempre la misma. Utilizar algún prejuicio que sirva para separar a la gente en grupos (colectivizar) y desplegar una historia que mezcle elementos de ilusión e indignación y que permita generar algún sentimiento de superioridad.
Dando aceptación a una respuesta agresiva en su defensa, es decir, una respuesta que niega derechos a quien se oponga (incluso a quien se oponga dentro de ese mismo colectivo), de forma que de poder a sus líderes (los manipuladores).
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Propongo utilizar un nuevo término para definirlo: la lucha de colectivos.Una variante de la lucha de clases pero ahora asociada a la pura manipulación emocional. Sin apenas necesidad de justificación racional. Cualquier diferencia vale, lo importante para el manipulador político será colectivizar y enfrentar. Dará igual si un individuo sufre una discriminación real o no, lo importante será si pertenece o no a un colectivo victimizado.No habrá derechos de las personas sino derechos de colectivos. El derecho de las mujeres, de los inmigrantes, de los LGBT, de los vascos…/*/
Una perversión del sentimiento de justicia que hace que sea importante estar atentos a evitar la colectivización a la hora de defender derechos. Porque lo contrario es salir de Guatemala (una situación de discriminación) para caer en Guatepeor (una situación de manipulación, lo que en la práctica también implicará discriminación).Existen derechos, como el derecho a no ser agredido, a que no se impida el acceso a vivienda o trabajo, a la libertad de expresión, a la libertad en las prácticas sexuales… y nadie puede ser discriminado negándole esos derechos por razón de su sexo, raza, orientación sexual… Esa es la realidad a defender. No hay derechos de las mujeres, hay derechos universales de los que no puede enajenar a nadie, por ejemplo a las mujeres.Por supuesto que en la defensa de esos derechos habrá que estudiar la sociedad y se manejarán los grupos. Así podremos decir que en tal país no se respetan los derechos a las mujeres o a los homosexuales… pero siempre atentos a que esta agrupación no se convierta en colectivización. Siendo consciente de que en la defensa de un derecho en un grupo siempre se corre el riesgo de caer en manos de manipuladores colectivistas./***/
La lucha de colectivos
https://politicadegaraje.blog/2020/01/19/la-lucha-de-colectivos/