La Opinión Pública, cada vez más fácil de manipular
Ni los más viejos del lugar lo recuerdan. En 1938, Orson Welles mostró a sus contemporáneos el verdadero Talón de Aquiles de las sociedades del Siglo XX: los medios de manipulación de masas, que estaban a punto de volver a provocar por segunda vez la Guerra de los Mundos. Por puro capricho del Destino, el montaje sobre el 23-F que llevaba meses preparando el presentador estrella de La Sexta, Jordi Evolé, ha coincido con el asalto al Parlamento en Ucrania. Es sin duda una de las mayores crisis que padece el continente europeo desde el desmembramiento de Yugoslavia. La retirada del embajador ruso de aquel país delata un relato periodístico huérfano de cualquier sentido político, como en esas películas mal facturadas en la que todos los cabos quedan sueltos.Estos acontecimientos coinciden también con el perdón de la Comisión Europea a Google por la posición de dominio absoluto que ejerce en la Red. Lejos de ser una fantasiosa teoría de la conspiración para pasar el rato, el peligro del monopolio mundial de los contenidos editoriales y periodísticos, salta a la vista. El drama no es el dinero que pueden ganar o defraudar estos gigantes norteamericanos, sino precisamente la contaminación envenenada entre la edición de contenidos históricos y su propio relato periodístico de la actualidad.En el caso de Ucrania, esa mezcla ha resultado ser literalmente explosiva y ha servido para incendiar las calles de Kiev. El humo de los Cócteles Molotov que lanzaban los manifestantes ha servido para ocultar un debate económico fundamental que no solo interesa a los ucranianos y rusos, sino a todos los ciudadanos de la Unión Europea. Decía portavoz alemán, para justificar el asalto al Parlamente poco horas después del acuerdo firmado entre las partes, que Ucrania es Europa. Olvidaba de manera ostensible que Rusia también lo es. No se va a asentar la Unión Monetaria patrocinando tensiones étnicas y separatistas en el Viejo Continente, ni justificando la vuelta a proteccionismo comercial.España tiene motivos económicos de sobra para recelar de la explosión de Ucrania y posterior entrada en la UE de parte de su territorio. El fin de Yugoslavia ha dejado un buen rédito en Alemania y en EEUU, pero ha resultado ser especialmente perjudicial para Francia, España, Italia y Grecia, al margen de los gastos y de la inmigración descontrolada. Precipitó la catastrófica creación de la Unión Monetaria y es el espejo político en que se miran todas las minorías nacionalistas, radicales y violentas de Europa.Los ciudadanos disponen cada vez de menos información para poder analizar los acontecimientos económicos. Todos los conceptos les llegan mezclados sin capacidad para discernir un contexto y lejos de traer la libertad, algunos días parece que los avances tecnológicos traen nuevas y brutales formas de dictadura. Internet está acabando con las viejas fórmulas de la política clásica.Belge. 23 Febrero 2014.
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La guerra de los mundos en España la tuvimos en el s.XIX por un periodista que tenía rasgos tuyos…insobornable
Zaragozano y orgulloso de serlo. Salvo el museo Del Prado y fue admirado, requido y respetado por todos…tenaz y omnipresente. Periodista Cavia….
Al niño Evole…darle juguetes.
Cada día tengo más claro que han soltado a la fiera estos ineptos de invertía…no saben que allí te tenían recluido y acotado.
En vez de salvo…
salvó.