Año cero. Día 16. España Exhuma

Una sentencia para la Historia. Los ponentes del Tribunal Supremo han decidido seguir el consejo de Kafka: en tu lucha contra el resto del mundo, ponte del lado del resto del mundo. No ha sido fácil. Para ello, han tenido que saltarse varios de los artículos de la Constitución que rige nuestro Estado de Derecho. Para poder blanquear la controvertida figura de Pedro Sánchez, de un plumazo han desandado 40 años de jurisprudencia . En resumen: Porque si, siempre y cuando sea por Decreto-Ley. El respaldado de fuerzas políticas tan democráticas como Bildu, PNV, ERC, CIU, Podemos y PSC – España Exhuma – es suficiente garantía.

La Constitución Española exige que las leyes tengan un carácter universal y prohíbe taxativamente que se legisle para “un caso único”: la sentencia del Supremo argumenta que el caso de Francisco Franco es “único”. Y lo hace para decidir que las tácticas electoralistas de Pedro Sánchez están por encima del Bien y del Mal, por encima de los Tratados Internacionales, y por encima de la Esfera Privada de los españoles. Incluso 44 años después de muerto, Franco es un Bien Público del Patrimonio Nacional. El monopolio absoluto de sus restos y de su memoria corresponde exclusivamente al gobierno de turno, aunque sea ilegítimo y ejerza en funciones desde hace 18 meses.

En la trastienda del reproche político, que la Sentencia despacha como algo trivial, los jueces del Supremo están cuestionando la legalidad misma del Pacto de la Transición sobre la que descansa toda la legitimidad del Régimen del 78. Si el cuerpo del General Franco no puede estar enterrado en la Basílica de la Santa Cruz, tampoco estaba legitimado para restaurar la Monarquía en España después de muerto. Y lo que es aún más inquietante: dan la razón a aquellos nacionalistas hostiles a los que otra sala del Supremo ha definido como “golpistas”. La sala del Tribunal Supremo, controlada por el PSOE, se ha adelantado contra la Sentencia el Juez Manuel Marchena.

El meollo de la exhumación, que los jueces pasan por alto sin explicar qué circunstancias excepcionales motivan la “extraordinaria y urgente necesidad” tras 7 legislaturas socialistas, es religioso. Los marxistas luteranos, que proclamaron la muerte de Dios, quemaron sus Iglesias y persiguieron a sus fieles, intentan criminalizar la figura de Franco y estigmatizar al bando católico por ganarles la guerra. El objetivo, apenas disimulado, es dinamitar la cruz, el símbolo universal del Perdón y la Reconciliación. El odio es su religión y su santoral está lleno a rebosar de despiadados genocidas y demonios. Reclaman ahora que Francisco Franco les pertenece por derecho y la Sala Socialista del Tribunal Supremo les ha dado la razón.

© Belge
(Visited 493 times, 1 visits today)

Deja un comentario