Las sociedades humanas, y por ende, modelos económicos, se dividen en dos grandes categorías: patriarcales y matriarcales. En Occidente/Europa, la estructura antropológica dominante es de tipo matriarcal en el Sur católico y patriarcal en el Norte protestante. Aunque se podrían aventurar toda suerte de explicaciones genealógicas, en base al peso originario de la Agricultura o de la Caza, conviene tener siempre presente las enseñanzas y teoría de unos de los científicos más extraordinarios del siglo XX, el francés Claude Levi Straus.Para el intercambio y comercio de material genético, la Humanidad fue alumbrando mecanismos tan diferentes como la Dote o el Rapto. El concepto de “amor romántico” es relativamente reciente y corresponde a un “paradigma” dominante en las sociedades europeas de los siglos XVIII y XIX, y que sería con la entretela de lo que podría definirse como economía de mercado.Afinidad, Interés y Violencia constituyen los tres vértices de un triangulo, presente en mayor o menor medida en todas las estructuras humanas y animales. En sociedades matriarcales, como la católica o la china, dominan Afinidad e Interés; en sociedades patriarcales, como la hindú o la musulmana, prima el Interés y la Violencia.Hace años, un conferenciante describía y intentaba explicar unas curiosas protestas que habían ocurrido en la India, en las que unas Mujeres de la Elite se manifestaban para reclamar, en nombre de la Tradición, el incongruente y extraño “derecho” a ser sacrificadas en la pira del marido fallecido.Resulta de lo más extraño, hoy, que las féminas que integran sistemas parentales de tipo matriarcal acaben “reivindicando” los valores de una ideología fundamentalmente protestante y patriarcal, en los que imperan Afinidad y Violencia. La renuncia voluntaria a la maternidad es, incluso, percibida paradójicamente como una “liberación”. Y no sirve como “explicación” científica que no sean conscientes de la realidad, en una época en la que abunda la información detallada y contrastada. Para muestra un botón: España es uno los pocos países del mundo en que una mujer pueda pasear sola y relativamente segura a las 11 de la noche por las calles de cualquier ciudad, sin sentirse presa del pánico y temer sufrir una agresión.Desde el punto de vista social, la pretextada lucha contra la violencia de género es un instrumento ideal para crear, perfeccionar e implementar diferentes mecanismos de control sobre el individuo propios de cualquier estado totalitario. La soberanía personal sobre el ámbito privado – debidamente criminalizado – se reduce a la mínima expresión.© Belge