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INVERTIA

No me corresponde valorarme, ni reivindicar mi trabajo, y mucho menos exigir ningún aplauso.  Debo decir que estaba mal acostumbrado. En casa, en el cole, en el instituto y luego en la universidad, la vida académica era sencilla y meritoria; este tipo de reconocimiento llegaba de forma automática, aunque me cogiera siempre por sorpresa.

En España, por aquello de que somos católicos,  importan, tanto o más que el propio mérito, el liderazgo y la capacidad de arrastre. La vida laboral no es necesariamente meritoria. Si destacas o llamas la atención, te conviertes ipso facto en un “trepa”.  De hecho, esas fueron las primeras palabras que me dirigió una compañera de trabajo en CESVIMAP: “¿Tu eres un trepa, no?

Mi primer empleo remunerado en España fue en el Diario de Ávila. El Director del Periódico, Juan Manuel Serrano, se había enterado que era periodista y me ofreció de un día para otro hacerme cargo de la Delegación de Arévalo, el centro administrativo de La Moraña. Por 80.000 pesetas al mes, no abundaban los candidatos.

El primer día de trabajo, descarriló un Talgo, y al cabo de 4 días, publicaba mi segunda exclusiva de alcance nacional. El pescado fresco que venía de La Coruña y se distribuía en toda la comarca, se almacenaba de madrugada en un viejo camión cerca de la  gasolinera, en el que se refugiaban y chutaban los yonquis de la zona.

Tardé una semana y dos días en montar un primer lío. Los martes de mercado llegaban de todos los pueblos los “paletos” y subían los precios.  Fue una pequeña columna de opinión, irónica, que encantó a los agricultores de toda la comarca y me valió mi primera bronca.  La hora de bulla telefónica que me dio Serrano terminó con una pregunta: “¿De verdad se han vendido los 200 ejemplares del Diario?” Nunca había ocurrido antes.

Con los años, he descubierto que todos los Jefes, jefecillos y mandos intermedios, han estudiado en la misma escuela. Es más fácil recibir una reprimenda que un elogio, y son más probables los insultos que los aplausos. Pero ningún de ellos, superará nunca al navarro Alfredo Blasco, subdirector del Diario por aquel entonces.  Hacía unos días que me habían “castigado” como Jefe de Cierre, por publicar dos exclusivas nacionales sobre las prácticas fraudulentas de un sindicato agrario y censurarme una tercera noticia sobre su peculiar gestión del Agroseguro.

Eran las 7 de la tarde de domingo, y se desató una fuerte tormenta de granizo con aparato eléctrico que dejó  Ávila a oscuras. Los redactores y empleados del Diario, que ya se conocían el percal, se habían apresurado en terminar su trabajo para irse, de modo que solo quedamos allí un informático y el “Jefe” de Cierre. Se habían perdido todos los archivos del día y me tocó rehacer  la edición completa del periódico en un tiempo de Record Guiness. A la una de la madrugada, los 50 obreros de la Rotativa, que imprimían también el Diario de Soria, mordían literalmente y añadían presión. Me decían: “¿Y estas horas extras quien las va a pagar?”  A las tres y media de la madrugada, cuando me fui a acostar, completamente agotado y estresado, estaba contento por el “tour de force” de haber conseguido sacar la edición de un periódico de 32 páginas en 6 horas.

Cuando me incorporé el lunes, no esperaba aplausos pero si algún tipo de reconocimiento.  Lo que recibí, de sopetón, fue una bronca monumental delante de toda la redacción. Todos los periodistas, mis supuestos compañeros, agacharon la cabeza mientras Alfredo Blasco me explicaba a gritos lo impresentable que era sacar la edición del Diario de Ávila con una falta de ortografía en el titular y lo injustificable de tenerles que pagar horas extras a los obreros de la Rotativa y de la Imprenta.

(Continuará)

 

 
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6 pensamientos sobre “INVERTIA”

    1. Pues no se si vistes ayer la “nueva plataforma”….Para quedarse sentado de la risa. Telefónica se ha convertido en una especie de Rey Midas a la inversa…..Lo que compra a precio de oro, lo vende a precio de hojalata:-)…. El milagro de Invertia es que aguantara 16 años con esos directivos, esos gestores, esos periodistas y esos “directores de contenido”, jejeje…..Son tan listos que se pensaban que los catalanistas y los de Podemos iban a arrasar en las urnas, y se han quedado con las vergüenzas al aire…:-)

  1. Han arrasado la valiosa base de datos, la memoria colectiva del sector financiero, especialmente entre 1999 y 2009. Una salvajada. A Aparicio le avisé 100 veces de lo que iba a ocurrir.

    El diseño – tanto en papel como en la red – se basa en cuatro conceptos sencillos. Pero lo que han hecho confirma mi diagnóstico sobre Invertia: los que allí medraban no tenían demasiado claro porque Invertia fue un pelotazo. Y lo siguen sin saber.

  2. Entré por casualidad en Invertia en 2006, haciendo una prueba con el juego… Aunque algunos intuían a algunas de las personas que por allí escribían, creo que nadie eramos conscientes realmente de todos los que estaban… y me refiero a personas que hoy en día siguen en el centro de la toma de decisiones…

    Mi mensajería, ahora vete a saber dónde está, podía dar fe de buena parte de ellos. Me arrepiento ahora de no haber estado hábil en estos días previos y no haber borrado todos los mensajes y datos que allí podía haber.

    Saludos.

  3. Tienes razón…Gente con mucha calidad y muchos conocimientos, que publicaban interesada o desinteresadamente. Solo con la base de datos de las cotizaciones en TR, día a día, ya era una fortuna incalculable.

    Piensa simplemente en todas las consultas que Lunático y tu habéis contestado y documentado, y que estaban ahí a disposición de todo el mundo (tipo wikipedia)…Las han hecho desaparecer para convertir Invertia en un vulgar chat sin interés alguno.

    Lo veo, lo analizo, y sigo sin creer que hayan sido capaces de semejante tropelía

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