Desde hace 100 años, unos se lamentan y otros mueren. Según los datos recopilados por la ONG israelí B´Tselem, el 87% de los muertos desde la primera Intifada eran palestinos. 11652 versus 1766. Esa estadística ha empeorado notablemente a partir de 2023, hasta superar las 40.000 víctimas por un lado y las 3.000 por el otro.
Las fuentes que simpatizan con la causa árabe cifran en 136.000 las bajas palestinas registradas desde 1948, año de la creación de Israel. En ese momento, había 600.000 inmigrantes “judíos” viviendo en la región, por casi un millón de árabes. En tan sólo 25 años, ese movimiento migratorio propiciado por los gobiernos europeos multiplicó la población hebrea por 7. En efecto: al finalizar la Primera Guerra Mundial, judíos y cristianos representaban, respectivamente, el 10% de la población de la región entonces llamada Palestina.
En los siguientes 50 años, superada la guerra inicial entre los aliados anglosajones y las fuerzas árabes, inmigraron a Israel casi 3 millones de colonos, procedentes de diferentes continentes, con los que poblar la región. Es importante recalcar el hecho qué, de los 9,35 millones de ciudadanos censados en Israel, solo 2 millones de árabes pueden presumir de tener abuelos y bisabuelos enterrados en sus cementerios. El 90% de los “judíos” de Israel vino de fuera en los últimos 50 años y el 99%, en los últimos 100.
Guste o no, un país compuesto por colonos es una colonia. Israel es, por lo tanto, una colonia “judía”. Políticamente, Israel no puede ser una “democracia”, por más dinero que repartan sus poderosos lobbies por todos los foros y centros de poder. Los lamentos patrocinados y el mito del pueblo elegido no deberían hacer olvidar la marcada política de limpieza étnica que los distintos gobiernos de Tel Aviv han seguido desde 1948, sin renunciar ni un solo día a expandir su territorio a costa de sus vecinos.
Para los puritanos de EEUU, país que le robó la Colonia al Reino Unido, esa zona del Mediterráneo ha devenido clave para controlar la puerta trasera de Rusia y el acceso por el Canal de Suez al Mar Rojo. No van a renunciar a ella sin causar centenares de miles de víctimas inocentes. Toda la condescendencia política hacia Israel se resume en eso. Israel es una base militar de primera importancia para EEUU.
P.D: De la censura mediática, del terrorismo islámico y de cómo el MOSSAD y la CIA crearon, armaron y financiaron al ISIS, hablaremos otro día.
Si te ha gustado este análisis, no dejes de leer La Revolución Puritana.
Israel: de lamentos y muertos. Enfoque estadístico.
(Visited 126 times, 1 visits today)
A los progres americanos les parece bien que Israel liquide a todo bicho viviente. Esperemos que Trump les ponga freno, eso o tendrá que bajar otra vez Jesucristo.