SanchezCasado

La Grosse Koalition

El futuro vuelve a ser predecible. Los planes del Sajón han tenido éxito y nuestro Manuel Godoy ha firmado la rendición. Pero la dimisión pactada y salida escenificada del vicepresidente Pablo Iglesias no es el motín de Aranjuez. Ahí se acaban las comparaciones. El lacayo pueblo español que desciende de aquella mítica guerrilla no se echará al monte para pelear palmo a palmo el territorio ocupado.

El compendio de medidas tributarias y políticas que la canciller Ángela Merkel anunció en 2010 pero que no logró imponer en España forman ahora parte del Plan de Rescate que ha rubricado el gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Ni siquiera en Grecia se llegó a implementar en toda su dureza. El IVA al 23%, los impuestos por circular, la subida vertical de las cotizaciones sociales a los autónomos, el disparo directo a las familias en el IRPF, el fuerte recorte de las pensiones públicas y la privatización de la Sanidad Pública son las medidas más suaves del Plan de Ajuste Y Saqueo que han negociado en secreto en Bruselas.

Con nuestra vieja fórmula para medir la distribución del tributo en España, resulta predecible que la clase media va tener que soportar una presión fiscal media por encima del 70%. Con un agravante: por su origen, la propensión al ahorro del segmento “proletario” es mayor, con lo que el retorno fiscal por tributación indirecta es menor. De media, un hogar que ingrese 45.000 euros brutos al año tendrá que entregar al gobierno más de 30.000 euros.La Nomenclatura seguirá sin pagar nada, recibiendo con una mano lo que finge aportar con la otra.

La experiencia del gobierno de Zapatero entre 2008 y 2011 demuestra que es materialmente imposible que 11 o 12 millones de hogares puedan soportar mucho tiempo el coste de financiar los 500.000 millones de euros que cuesta la Administración española. Nuestro Deep State ha crecido en proporción al conflicto territorial que ha alimentado Alemania. La Deuda Global de España se ha multiplicado por 5 desde la creación de la Unión Monetaria.

El Partido Popular de Pablo Casado se encuentra ahora en posición de poder condicionar la acción de gobierno del Partido Socialista. No necesita ni siquiera formalizar un acuerdo explícito, como le ocurrió – pero a la inversa – a Mariano Rajoy en octubre de 2016. El desgaste del Partido Socialista en 2021 y 2022 va a ser tan considerable que ya han empezado a programar el relevo generacional. En su intento por blanquear la figura política de Iñigo Errejón, la ejecutiva socalista no ha dudado en expulsar del partido a históricos como Leguina o Redondo.

La ruina y suspensión de pagos del Reino de España nos conduce directamente a una Reforma de la Constitución premeditada hace años. Cabe la posibilidad de que la izquierda marxista logre conformar un Frente Constituyente como hizo en 1931, pero es más probable en este momento que Alemania ponga de acuerdo a PP y PSOE para que redacten un nuevo texto a la medida de su proyecto imperial, toda vez que ya ha conseguido controlar el territorio y la Revolución Puritana en marcha ha modificado el tablero internacional.

(C) Belge
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