Hasta ahora, el principal destino inversor de las empresas del IBEX fuera de España era México. Aquel país representaba una garantía de estabilidad jurídica frente a las turbulencias políticos frecuentes en otras regiones de América Latina, pero nada dura para siempre. La clase política española, compuesta por mentecatos codiciosos y sectarios, ha demostrado su incapacidad para aprender las lecciones del pasado, por más reciente y humillante que resulte. La crisis diplomática con México suena a déjà vu, con idénticos protagonistas. De poco o nada va a servir apelar a los buenos sentimientos o recordar las buenas relaciones de dos naciones hermanadas. Por desgracia, el narcopopulismo financiado por EEUU es inmune al debate racional. Siempre habrá un Rasputin patrocinado por la CIA dispuesto a susurrar al oído indicado para que expropie las empresas más golosas, como pasó con YPF en Argentina, tras descubrir el yacimiento de Vaca Muerta.
Resumiendo el caso, a grandes rasgos, para los que no habían nacido o estaban en otras cosas, la fuerte revalorización del dólar a final de los años 90 había arruinado la economía argentina, dejando su corrupto sistema financiero al borde mismo del corralito. El gobierno de Fernando de la Rúa se vio impelido a privatizar YPF, una empresa petrolera ruinosa y mal gestionada que no dejaba un dólar en las arcas del estado. El problema es que nadie la quería y se la acabaron vendiendo a Repsol, a precio de oro, por aquello de que éramos naciones hermanas. Para los accionistas de Repsol, aquella operación fue un completo desastre financiero. Las demás petroleras multiplicaban el valor de sus acciones por 5, Repsol lo dividía por 2.Al cabo de más de una década de asumir pérdidas y subvencionar a fondo perdido el carburante a los conductores argentinos, sonó la flauta y Repsol YPF descubrió un importante yacimiento de 16.000 millones de barriles de petróleo crudo. Pero, sumida España en plena crisis del Euro, Repsol no tenía músculo financiero suficiente para explotar el yacimiento de Vaca Muerta. EEUU no desaprovechó la oportunidad. El Rasputin judío de turno, que la CIA tenía patrocinado y que le susurraba al oído de Cristina Kirchner al anochecer, era Axel Kicillof Barenstein, un economista imberbe y radical. YPF fue confiscada/expropiada en 2012, dando origen a un pleito internacional de más de 10 años. La tensión entre México y España no es un desencuentro diplomático, es una estrategia. España y México son un países dirigidos por políticos corruptos. Por desgracia, ya no existe un común hispano. Solo una pequeña élite de intelectuales, a ambos lados del Atlántico, conoce su pasado. El resto de la población ha sido adoctrinado por la propaganda puritana. Confunde la historieta de los comics con la Historia. Pretender que España pida perdón a México, en el XXI, sin venir a cuento de ningún encontronazo previo, suena a Casus Belli con el que precipitar una crisis.¿Cuáles son los objetivos? Los de siempre. La jugada de salida ten presente, que es lo primero que se le olvida a la gente. Las provocaciones del anterior presidente mejicano, que prolonga Claudia Sheinbaum, tienen una finalidad económica obvia: chantajear a las multinacionales españolas del IBEX y favorecer a sus competidores americanos. El tiempo nos dirá cuáles son, pero visto que los empresarios vascos y catalanes han mandado a sus cachorros de Bildu y Compromís a mediar, es una quiniela fácil de acertar. (C) BelgePosdata: si este análisis le ha gusta, imagine lo que disfrutará leyendo las tres novelas:-).