5 trucos para apostar sobre seguro (3)


Cuarto truco

El volumen es un parámetro fundamental para invertir o apostar. Del mismo modo que existen valores estrechos, con escasa entrada de dinero, en muchas casas de apuestas las cantidades que determinan el valor de las cuotas aplicadas a numerosos eventos deportivos es mínimo y se verá alterado por una entrada significativa.  Se corre el riesgo que el observador incida en el hecho observado.

El secreto está en la masa, decía Pujals.  Si un millón de ñus vadea un estrecho río infectado de cocodrilos,  la seguridad individual es paradójicamente muy alta.  Los depredadores se han de contentar con un mínimo peaje de animales lesionados, heridos o rezagados.  En cualquier tipo de apuesta, incluso a la contra, es imprescindible acompañar el movimiento con la cantidad de dinero adecuada.  Una inversión demasiado fuerte en un título  estrecho nos convierte automáticamente en presa fácil para el cuidador del valor. Las grandes sumas meten más goles en el último minuto que el mejor delantero.

Para que los depredadores sobrevivan, la CNMV permite que se cobren su pequeño porcentaje de piezas. Consiente que el emisor de apuestas financieras (warrants)  se “exonere” en el mercado de derivados y pueda especular directamente contra la posición del cliente  centimero.

Quinto truco

En numerosas ocasiones,  la ventaja que se puede extraer de una posición no es directa, sino que procede de la combinación del propio riesgo.   En el póker, por ejemplo, la mejor mano posible (AA) tiene el mismo o menos valor (<50%) que la suma de dos manos al azar.  No es lo mismo invertir en uno que en una combinación de dos valores complementarios. No es lo mismo apostar al resultado de un partido de fútbol que a la suma de varios elegidos de un modo estratégico. La posibilidad que el colista de Primera gane a domicilio es inferior al 10%. La posibilidad que lo hagan en la misma jornada los colistas de Primera y Segunda es muy inferior al 1%.

No deja de ser la enésima aplicación del juego de las tres puertas y del cambio de variable. La lógica permite sacar una clara ventaja en algunas situaciones. Si en la Ruleta Francesa el jugador observa , por ejemplo, que ha salido mucha veces seguidas el Rojo y desea apostar a Negro puede elegir su número favorito (1/37), intentar doblar su inversión (18/37), escoger dos “caballos” estratégicos (7,8,10,11)/(10,11,13,14) y (25,26,28,29)/(28,29,31,32)  con una probabilidad  de 8/37 o  elegir la columna central (12/37).  El resultado varía significativamente si el Negro sale en más del 50% de las tiradas en función de la cantidad invertida.

(c) Belge

 

 

5 trucos para apostar sobre seguro (2)


Primer truco

La observación atenta del mundo que nos rodea es el principio fundamental en el que se basa toda inversión y apuesta. Son muchos los ojos que miran y pocos los que ven.  Una señal puede ser el tic nervioso de un jugador, la manía del cuidador de un valor, una pequeña irregularidad o pauta recurrente, un fallo en un programa, una laguna reglamentaria, una asimetría entre riesgo y recompensa o simplemente un pequeño arbitraje ventajoso entre lo que cuestan las cosas y lo que valen.

El Clan de Los Pelayos se ha hecho famoso porque fue capaz de observar y aprovechar una de esas pequeñas irregularidades para ganar dinero.  Aunque no son raras  si son invisibles para la mayoría.  Funcionamos en modo ahorro y no acostumbramos a ver lo que miramos.  De hecho, el cerebro percibe de un modo consciente menos del 1% de toda la información que recibe.  Puede no ver que un crupier aburrido saque 6 veces seguidas un mismo número, o pasar por alto la rutina recurrente del cuidador de un valor en bolsa,  el fallo de un algoritmo en una máquina tragaperras, etc

Segundo truco

El segundo principio es universal.  El beneficio teórico de cualquier inversión o apuesta debe ser superior a su coste.  Si un equipo líder gana el 75% de los partidos que disputa, 1,33 x 1 es la cuota mínima por debajo de la cual no interesa apostar.  En sentido contrario, no se debe apostar menos de 10 x 1 a favor de un colista.  Pero más que la estadística pasada importa la lógica del momento.  No es lo mismo comprar un décimo de navidad  que apostar por el resultado de un partido de fútbol.  En el primer caso, si compramos todo los números, pagaremos 2 millones de euros para conseguir un premio de 320.000 euros ofrecido por Biggest Sport Betting Site Judi OnLine Terbaik SBOBET, una vez descontada la retención de Hacienda. En el Liga de Fútbol, si apostamos 10 veces al equipo de casa, recuperaremos  el 90% de lo invertido si gana 4 veces, y más de 100% si gana 5 veces.

Antes de invertir, apostar, prestar o participar en una rifa,  lo primero que debemos hacer es un sencillo cálculo para saber si existe un beneficio teórico que compense el riesgo que estamos pagando.

Tercer truco

El tercer principio se deriva del segundo pero no es una consecuencia  necesaria.  El creador de mercado cobra una comisión por sus servicios.  Varía en función del  tipo de producto y de la competencia que exista en el sector.  En los mercados financieros,  las tarifas habituales varían entre el 0,25 y 0,50%.  En las Casas de Apuestas y Casinos, el rackett habitual varía entre el 5 y 15%.  La diferencia, no se le escapa a nadie, estriba en las cantidades que invierten.

Lo que se trata de conocer es el número de operaciones que se implica la naturaleza del producto. Los especuladores que se dedican al trading gastan una importante suma de dinero en comisiones, tanto si han tenido éxito como si no.  1.000 operaciones por un importe anual de 6 millones de euros  son del orden de los 25.000 en comisiones.  Es decir:  es necesario un 200% de rentabilidad anual para cubrir los gastos.

 

5 trucos para apostar sobre seguro


Uno de los grandes mitos de la Edad Media es  la supuesta obsesión de los alquimistas por hallar la fórmula del oro.  Ha llegado intacto hasta nuestros días, solo que los alquimistas pueden ser gestores, ingenieros, matemáticos, informáticos o incluso políticos metidos a banqueros. El mundo de las finanzas se ha sofisticado de tal modo que es difícil establecer una línea divisoria entre lo que son inversiones especulativas o simples apuestas deportivas.  ¿Qué diferencia puede existir entre apostar por el resultado de un partido de futbol que dura 90 minutos y que empieza 0-0 y especular a que la acción de Telefónica suba o baje en las próximas 5 horas de sesión?

El valor intrínseco y el valor temporal de una inversión o una apuesta determinan la oportunidad de ganancia en función del resultado que se va dando en cada instante. Para los inversores en derivados es un inconveniente en la medida en que el emisor y creador de mercado el que marca y manipula en ocasiones los tiempos, pero para los apostantes puede llegar a ser una ventaja.  La expresión matemática es algo así como V=Max (0, Precio Subyacente – Precio Ejercicio). Dicho de un modo más sencillo: es la diferencia de precios siempre que sea positiva. En caso contrario, el valor intrínseco es nulo.

El valor temporal, por el contrario, es la prima que el inversor o apostante está dispuesto a pagar en función de la expectativa de ganancia.  Si el equipo local va ganando 2-0 a 10 minutos  del final del partido, la prima por el empate puede ser de 9 a 1.  A medida que se acerqué el final del tiempo reglamentario, dicha prima se dispara en sentido inverso a la probabilidad de que metan dos goles.  Por lógica, y como ha entendido el sagaz lector, la expresión matemática que fija el valor temporal es algo así como la fórmula del oro de los alquimistas.  Los 3 conceptos básicos son:  At The Money  (la apuesta está viva, el resultado es incierto), In The Money (la apuesta está prácticamente ganada, salvo bad beat) y Out The Money (la apuesta está perdida, salvo milagro).

Pero la Teoría del Mercado Eficiente le brinda al apostante, y al inversor financiero en menor medida, una pequeña ventaja añadida. Sabe que los faroles los carga el diablo y que alrededor de las apuestas deportivas gravitan muchas organizaciones interesadas en el trasiego de dineros. Una victoria cantada puede pagar un 3 o 4% de rentabilidad “segura” en un puñado de minutos. Es una cantidad superior a la que pueda conseguir un ahorrador en bonos del Tesoro en un plazo de 10 años.  Demasiada tentación como para que no ocurra nada.  La Teoría del Mercado Eficiente nos permite “intuir” que los “bad beat” y los “milagros” pueden darse con cierta frecuencia.

Todo inversor en derivados busca beneficiarse de la “volatilidad” sin querer admitir que dicho parámetro puede verse determinado – en mayor o menor medida – por el creador del mercado. Tiende a pensar que las “autoridades” impedirán el juego sucio. Necesita creerlo porque se resiste a admitir que el Mercado es Eficiente.  Pero la volatilidad es una ventaja para el apostante deportivo en la misma medida que es un inconveniente para el confiado inversor financiero. Apostar  10 a 1 ofrece un gran apalancamiento con un mínimo riesgo y da tiempo y oportunidad para cerrar la apuesta a favor de tendencia. Un euro a favor de tendencia, en los 14 partidos de Liga, producirá una rentabilidad de 14 euros. Menos si el Madrid o Barça juegan en casa. Pero para que un euro apostado contra la tendencia  sea rentable, solo es necesario que se registren 2 o 3 sorpresas por jornada.

(c) Belge

Nunca formaría parte de un club que me admitiera como socio. Pero toda regla tiene su excepción.