Querida esposa: Comprenderás que ahora que tienes 54 años, yo tengo ciertas necesidades que tú ya no puedes satisfacer. Soy muy feliz contigo, te considero una esposa maravillosa y sinceramente, espero que no te sientas herida u ofendida al saber que cuando recibas este fax, voy a estar teniendo sexo en el Hotel Camino Real con Vanessa, mi secretaria, que tiene 18 años. No obstante, llegaré a casa antes de la medianoche”.Cuando el hombre vuelve a su casa, se encuentra una nota sobre la mesa del salón que dice:Querido esposo: He recibido tu fax y no puedo evitar darte las gracias por el aviso. Aprovecho la oportunidad para recordarte que tú también tienes 54 años. Al mismo tiempo, te comunico que para cuando leas este mensaje, estaré dándome un revolcón en el Gran Hotel Fiesta con Miguel, mi profesor de tenis que, al igual que tu secretaria también tiene 18 años.Como además de ser un empresario de éxito, eres licenciado en Matemáticas, podrás comprender fácilmente que estamos en las mismas circunstancias, pero… con una pequeña diferencia
18 entra más veces en 54, que 54 en 18″. Por lo tanto, no me esperes esta noche, llegaré mañana.”
Jose García Montalvo, antes de ser reclutado por Zapatero para la causa, reconocía en sus escritos y estudios como consultor inmobiliario una gran verdad “científica”: la única correlación positiva que había conseguido analizar y documentar en relación al precio de los activos inmobiliarios tenían que ver con la actividad laboral y la tasa de ocupación. Dicho de otro modo: el precio de la vivienda crece y solo crece en proporción cuando se incrementa la empleo. Es fundamental explicar esa sencilla verdad, de unos de los mayores activistas catalanes contra el sector inmobiliario, para entender el fenómeno que se produjo entre 1998 y 2003. Por primera vez en muchas décadas, hubo una fuerte creación de empleo en España y muchos ciudadanos optaron por mudarse a barrios mejores. Vendieron y/o alquilaron el piso viejo, y se compraron una casa nueva. Tal y como el propio Montalvo reconoce en un libro que publicó en 2008, la obsesión común de los activistas catalanistas (ppcc) y sociocomunistas (ir) era manipular el sentimiento natural de mercado que tenía la Opinión Pública cocinando las estadísticas oficiales de Fomento. Y así fue como se empezaron a publicar en todos los medios cifras incoherentes y exageradas, con el único fin de corear falsedades en las televisiones. La insidiosa campaña sobre la “burbuja inmobiliaria” arranca en 2002 y se prolonga hasta el año 2010. Altos cargos del Ministerio de la Vivienda llegaron a decir, en numerosas tertulias, que el precio de la vivienda se había incrementado en España un 15% al año desde 1993.Cualquier ciudadano que sepa usar una calculadora debería conocer que una tasa de crecimiento sostenida del 15% multiplica los precios por 8 en 15 años y por 16 en 20 años. Es evidente para todo el mundo – incluso los periodistas – que el precio de la vivienda NO multiplicó su precio por 16 entre 1990 y 2010, ni tan siquiera por 8 entre 1993 y 2008 como sostenían por tierra, mar y aire, miles de agitadores y asalariados de la Causa. De hecho, cualquier persona que accediese a las series del INE y de Fomento podía COMPROBAR que los precios se multiplicaron por 4 entre 1988 y 2008. El piso de 70 que costaba al lado del Calderón 100.000 euros pudo llegar a pagarse 300/350.000 euros en el pico de la boom. Lo cierto es que NUNCA hubo burbuja inmobiliaria en España. Entre 1994 y 2008, solo se construyeron y promovieron en España 5,5 millones de vivienda, tercio de ellas en las playas como dotaciones turísticas. A pesar de incrementarse, vía inmigración, la población neta en 10 millones de almas, solo se edificaron 400 millones de M2 habitables. 4 millones de pisos y casas. Poca cosa a tenor de la fuerte demanda. Entre 1976 y 2016, solo se han construido en España 12 millones de viviendas, 8 millones para uso residencial. La población global ha crecido un 50%. Un piso por cada 2 habitantes en 40 años de tiempo. (c) Belge
Llegó el ansiado día 10, al que debía esperar Juan Previsor.En realidad la impresión ya se podía realizar desde hace unos días, pero el amigo de Juan Previsor no le llamó para advertirle de esta posibilidad. Así que puntualmente acude a verle, para imprimir la declaración correcta y llevarla a la Delegación, junto con un escrito que indique que sustituye a la ya presentada.
¿Os han devuelto el importe solicitado en la declaración presentada?, le pregunta el amigo.
Sí, a los ocho días justos, responde Juan Previsor.
Entonces hay que cambiar, tenemos que presentar una solicitud de ingresos indebidos. ¿No te importa esperar un rato, verdad?
No, no, lo que necesites.
El amigo imprime, no obstante, la declaración correcta, para adjuntarla con un escrito que se pone a hacer en el ordenador. Después de un rato ya sale por la impresora la rimbombante solicitud de ingresos indebidos.
Toma, lleva las dos copias a la Delegación, una para ellos y otra, en la que te pongan el Registro de Entrada, para ti. La continuación del cuento tiene dos posibilidades:
La más probable. Le devuelvan inmediatamente la diferencia solicitada. Fin de la historia, el amigo no volverá a ver a Juan Previsor hasta el año que viene (salvo que antes tenga algún requerimiento de algo).
Que esa devolución tarde un tiempo. En ese caso el amigo tendrá a Juan Previsor cada cierto tiempo preguntándole qué pasa y echándole en cara qué coños (con perdón) ha hecho.
El momento no puede ser peor. Los nubarrones cargados de agua que se están formando en el horizonte no presagian acontecimientos demasiado halagüeños. En el plano doméstico, la repetición de las elecciones no ha abierto nuevas perspectivas. Las dos fuerzas en liza se han resignado a mantener el pulso como mínimo hasta final de 2016. Ambas interpretan el empate como un escenario favorable, pero como ya ocurrió en el año 2008, la pesada factura la pagaremos en un par de años.A partir de septiembre, cuando los políticos vuelvan de sus merecidas vacaciones, estará sobre la mesa la nueva cita electoral en Cataluña, prometida para el verano siguiente, y la aprobación de unos Presupuestos Generales para 2017. Huelga decir que el 50% de la facturación real de las empresas españolas depende de esos Presupuestos. Si pudiéramos comparar una ratio de rentabilidad sobre recursos públicos con otra de rentabilidad sobre recursos estrictamente privados, comprobaríamos la enorme dependencia del dinero público.Algunos inversores han desarrollado un sexto sentido (sentimiento de mercado) y otros no conciben, por ejemplo, que el Ibex 35 pudiera desplomarse por debajo de los 3.000 puntos, comportándose como un vulgar chicharro completamente descapitalizado. Sin embargo, en términos estadísticos, es el escenario bursátil más probable. Es más: si se excluyera el dinero público del circuito, al mercado español le costaría salvar el nivel de los 2.000 puntos. El 90% de las empresas cotizaría por debajo de 1 euro.En la siguiente tabla, analizamos la zona de mínimos a la que se podría entrar en los próximos 4 meses.
Valor
Valor fundamental
Media 15 años
Entradas
Salidas
Perspectiva general
Abertis
8 euros
9 euros
9 euros
14 euros
No tocar
Acciona
58 euros
40 euros
40 euros
80 euros
Caro
Acerinox
3,6 euros
6 euros
6 euros
12 euros
Caro
ACS
22 euros
14 euros
14 euros
28 euros
No tocar
Aena
72 euros
50 euros
50 euros
100 euros
No tocar
Amadeus
27 euros
12 euros
12 euros
25 euros
No tocar
Arcelor Mittal
16 euros
8 euros
8 euros
18 euros
Caro
Sabadell
0,9 euros
1 euro
1 euro
1,5 euros
Caro
Bankia
2,7 euros
3 euros
3 euros
4,3 euros
Caro
Bankinter
5,5 euros
3 euros
3 euros
6 euros
Caro
BBVA
5,4 euros
4 euros
4 euros
8 euros
Caro
CaixaBank
1,1 euros
2 euros
2 euros
4 euros
No tocar
CellneX
2 euros
5 euros
5 euros
8 euros
No tocar
Día
3,3 euros
2 euros
2 euros
4 euros
Caro
Enagas
16 euros
6 euros
6 euros
12 euros
No tocar
Endesa
12 euros
4 euros
4 euros
8 euros
No tocar
Ferrovial
5 euros
8 euros
8 euros
14 euros
Caro
Gamesa
4,2 euros
6 euros
6 euros
10 euros
Caro
Gas Natural
13 euros
6 euros
6 euros
12 euros
No tocar
Grifols
11 euros
4 euros
4 euros
8 euros
No tocar
Iberdrola
4,1 euros
3 euros
3 euros
6 euros
Caro
IBEX
6.300
6.300
10.600
Caro
Inditex
12 euros
12 euros
12 euros
24 euros
Caro
Indra
4 euros
4 euros
4 euros
8 euros
Caro
Iberia
7,2 euros
2 euros
2 euros
4 euros
Caro
Mapfre
2,5 euros
2 euros
2 euros
3 euros
Caro
Mediaset
4,2 euros
4 euros
4 euros
8 euros
No tocar
Meliá
4 euros
4 euros
4 euros
8 euros
Caro
Merlin
2,5 euros
3 euros
3 euros
6 euros
No tocar
REE
11 euros
6 euros
6 euros
12 euros
Caro
REPSOL
11 euros
8 euros
8 euros
16 euros
Caro
Santander
3,7 euros
3 euros
3 euros
5 euros
Caro
Técnicas Reunidas
22 euros
15 euros
15 euros
23 euros
Caro
Telefónica
4,3 euros
4 euros
4 euros
8 euros
Caro
Viscofan
31 euros
20 euros
20 euros
45 euros
Caro
Nunca formaría parte de un club que me admitiera como socio. Pero toda regla tiene su excepción.
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