Hace unos meses, mostrábamos como el gobierno se las había ingeniado para manipular la base de datos del Servicio de Vigilancia de la Mortalidad Diaria y ocultar en el pasado los muertos de las residencias de ancianos.
Entre el mes de junio y octubre, desparecida la mayor evidencia de la epidemia – ¡los muertos -, dejaron de manipular las estadísticas del pasado, pero coincidiendo de nuevo con su agenda política, vuelven a las andadas. Toca añadir un capítulo más.

Muertos del 26 de mayo de 2018 al 29 de febrero de 2020. Foto 27 de mayo.

Saldo de muertos:  – 17122 

Muertos del 26 de mayo de 2018 al 29 de febrero de 2020. Foto 19 de mayo

Saldo de muertos:  – 12629
Muertos del 26 de mayo de 2018 al 29 de febrero de 2020. Foto 24 de abril

Saldo de muertos: + 1631

Muertos del 26 de mayo de 2018 al 26 de mayo 2020. Foto del 26 de mayo

Saldo de muertos: + 25787

Muertos del 7 de noviembre de 2018 al 7 de octubre 2020. Foto del 19 de octubre.

Saldo de muertos: (812.064 – 790.968) + 21.096

La misma foto, un mes después:

Saldo de muertos: (800.508 – 727.119) + 73.389

Hacen desaparecer 11.556 muertos y rebajan a media esperada en 63.849 muertes en 700 días. Manipulación más burda y chapucera no es posible.

La lógica de la manipulación que se ha podido observar en los últimos meses es que inflaron la media esperada durante el confinamiento para reducir el diferencial y así podernos vender las bondades de un Estado de Alarma innecesario y contraproducente, a todas luces. Pasa de 1039 en Semana Santa a 1130 el 19 de octubre de 2020. Pero al mismo tiempo, no quieren que el acumulado de muertes registradas les delate. Necesitan esconder los muertos que han fallecido fuera de los hospitales en las estadísticas del pasado. Lo hacen a poquitos, para no modificar la forma de la curva.

Pero a medida que se acerca la Navidad, y urge aplicar las medidas de excepción que han planificado contra los católicos, deben insistir en su “relato” y llenar los titulares de las televisiones con cifras diarias tan escandalosas como incongruentes. No pueden fallecer 500 personas al día y mantenerse invariables las muertes esperadas y observadas. La necesidad de sostener una mentira política y una agenda puritana, les obliga a manipular las cifras como buenamente pueden.

Lo que ocurre es que los supuestos expertos del gobierno, reclutados en el ISCIII, no son muy listos y se han dejado ver el plumero. Su gran baza es que los espectadores de las televisiones del Régimen son completamente estúpidos, aunque no es suficiente. De modo que vuelven a hacer lo mismo que ya hicieron en marzo y abril: cuadrar las estadísticas a martillazos.

(c) Belge/Carlos Iglesias