En el año 2000, Juan Velardes Fuertes coordinó y publicó “Historia de un esfuerzo colectivo: Cómo España superó el pesimismo y la pobreza”. Es un trabajo excepcional que describe el momento de euforia económica y social que vivían los españoles a punto de entrar a formar parte de la Unión Monetaria. 20 años después, las cosas han cambiado. Los hechos son tozudos y no necesitan adornos retóricos. Son como esos golpes contínuos que lanzan los boxeadores al contrincante, un asalto tras otro, hasta que baja la guardia. La realidad desgasta la memoria. Gracias a todas esas estadísticas, hoy podemos valorar la marcada involución que padecemos.
Desde que el Reino de España se preparaba para entrar a formar parte de la CEE, con 30 años de retraso, su población residente ha crecido un 25% pero la mortalidad se ha disparado un 66%. Asimismo, la natalidad se ha desplomado casi un 40%. La renta media anual, calculada en euros, son 14 pagas mensuales de 500 euros brutos, que dan para vivir, pagar impuestos y ahorrar algo de dinero. Llenar un depósito de 50 litros de gasóleo costaba 3000 pesetas (18 euros). Resolviendo una ecuación básica, 7000 euros de 1986 equivalen a 42000 euros actuales.El Presupuesto de la Seguridad Social asciende a 4 billones de pesetas (24.000 millones de euros) y la Deuda Pública, a 1,089 billón de pesetas (6600 millones de euros): da idea de la magnitud exacta de un monto consolidado de 12.241.769.661.000 pesetas del Presupuesto General del Estado. La educación pesaba poco más del 4% y el Plan General de Carretera contemplaba una inversión plurianual de 800.000 millones de pesetas para incrementar en 5700 km la Red de Autopistas y Autovías. El mapa de carreteras lo componían entonces 155.000 km asfaltados, pero – paradójicamente – la Red de vías convencionales se ha reducido en más de 3000 km en los últimos 36 años.En 1985, la Inflación Oficial medida con los criterios del INE era el 8,8%. No volvió a superar ese registro hasta 2022. Había 3 millones de parados en el INEM y la temporalidad era inferior al 18%. El sueldo de un funcionario del grupo A, sin trienios, era de 1.225.000 pesetas al año. El de los grupos D y E, aproximadamente, la mitad. El personal al servicio de las Administraciones Públicas ascendía oficialmente a 1.526.026 personas.La extraña relación que se observa entre el incremento del número de funcionarios y de empleados públicos al servicio de las Administraciones y el mayor número de parados registrados tiene una explicación sencilla: los cursos de formación.Presupuestos Generales | Asignación 1985 (Euros) | Asignación 2019 (Euros) |
Justicia | 510.199.860 | 1.780.744.410 |
Defensa | 3.644.168.776 | 8.400.561.540 |
Seguridad Social | 26.121.115.460 | 17.296.740.170 |
Sanidad | 6.465.025.874 | 4.253.251.860 |
Educación | 3.136.166.679 | 2.581.904.730 |
Agricultura | 2.174.720.608 | 7.500.180.830 |
Industria | 916.725.193 | 5.768.827.920 |
Transferencias a CCAA | 6.226.980.888 | 49.510.401.920 |
Deuda Pública | 6.545.079.093 | 31.547.483.770 |
Total | 73.574.517.450 | 368.369.027.860 |
A finales de 1985 la Deuda Pública de las Administraciones superó, por primera vez, el listón de los 10 billones de pesetas (6.010 millones de euros). 36 años después, ascendía oficialmente a 1.427.235 millones de euros (237.471.922.737.000 pesetas). Representa una inflación anual equivalente al 16,36%.En ese mismo periodo de tiempo, la Deuda de las Familias (Consumo, Pasivos Comerciales e Hipoteca) se ha multiplicado por 10, hasta alcanzar los 720.000 millones de euros.
La gran transformación que nos prometían los iluminados puritanos ha resultado ser exclusivamente ideológica y religiosa. España no ha mejorado ningún registro previo, ya fuera económico, empresarial o financiero. Las familias españolas ganan menos dinero, tienen menos poder adquisitivo y, en general, son más pobres. Están más endeudadas y tienen menos hijos que en 1985.La moraleja es tan triste como evidente: Tras 50 años de “progreso” puritano, España ha dejado de ser una nación temida, sino respetada, para devenir el hazmerreír político y económico de Europa.© Belge
40 años no son nada, se nos ve en la mirada.
Cómo hemos involucionado!