El trading es, por definición, kung fu aplicado a los mercados. A menudo enfrentan los postulados (y éxitos) de la Medicina china con la poderosa farmacopea occidental, pero como me contestó una antigua alumna de la Facultad: la Universidad es un Estado de Espíritu. Eso es Kung fu: una manera de mirar y una manera de operar que nacen del equilibrio. Caer es tropezar una vez, andar es tropezar dos veces. Toda civilización se construye a si misma ideando soluciones sencillas para que las personas convivan en paz y harmonía.Al nacer INLUCRO.ORG asumimos el reto de crear un sistema de trading “inteligente” que pueda servir de soporte para cualquier aplicación, pero la experiencia del mercado y la necesidad de dar respuestas sencillas nos han llevado de forma natural a crear un sistema que pueda servir de soporte lógico para cualquier inversor, al margen de sus conocimientos. Operar en bolsa es kung fu: devolver el mercado a un estado de equilibrio. Nunca ha de ser traumático. El inversor puede optar por asumir elevados riesgos o por intentar regresar la bolsa a un estado de equilibrio.La codicia nos empuja a cometer errores. Si no fuéramos codiciosos por naturaleza, no seríamos humanos. Pero no es que la codicia sea buena como afirma la tradición anglosajona, es mas bien un corcel desbocado que debemos controlar y dominar para que nos lleve donde necesitamos ir. Si le damos rienda suelta, la tentación nos descabalgará y arrastrará por el suelo.El paciente inversor que no cree ni en el análisis técnico y ni en el análisis fundamental puede utilizar sencillas fórmulas matemáticas para definir sus entradas en bolsa, del mismo modo que un médico chino puede recetar que el paciente se tome una aspirina para el dolor de cabeza. El kung fu es pragmático. Aunque el trader más convencido lo jure por Snoopy, acabará probablemente aplicando un stop loss a sus entradas. Entonces, desde INLUCRO explicamos: ¿si el inversor acaba por aplicar un stop loss después de entrar porque no lo aplica antes de prestar su dinero al mercado? La respuesta, obvia, es: por codicia. El miedo a dejar de ganar le impide invertir de un modo racional y matemático.La mayoría de los “sistemas” de trading recomiendan a sus fieles 3 cosas contradictorias pero muy eficaces: La primera, que compren el libro y sigan las enseñanzas del Maestro Gurú; la segunda, que corten las pérdidas y dejen correr los beneficios; la tercera, que se sientan culpables por sus errores.El sistema INLUCRO se basa en una serie de principios o consideraciones amables. La primera, es el que inversor puede y debe cometer errores para aprender. La segunda, es que no hay maestros ni reglas: la bolsa es un parque al que acuden un montón de niños a jugar, a pelearse, a reír y a llorar. Deben volver a casa con los pantalones rotos y menos canicas de las que llevaban, pero con una sonrisa de oreja a oreja. La tercera: las pérdidas que se evitan antes de entrar no hay que cortarlas después. La cuarta, es una regla no escrita: los ojos ven menos que la nariz, las orejas, la lengua y la piel juntas. Cuando la codicia anuncia su visita los beneficios siempre parecerán pocos. Es el momento ideal para vender. La quinta: El kung fu es paciencia y observación. Cualquier sistema necesita tiempo para regresar a su estado de equilibrio.Histórico(c) Belge