Tres sencillas cifras permiten entender, de un simple vistazo, la realidad de un Sistema Nacional de Salud que se pretende  privatizar por la puerta de atrás.  La primera de ellas se refiere al coste del Servicio de Atención Primaria. Hay 3.023 Centros de Salud en España, en los que 35.000 médicos y 30.000 enfermeras  atienden a una población autóctona y desplazada equivalente a 30 millones de personas.  Su coste bruto para el Estado equivale a 3.000 millones de euros.  100 euros  al año por habitante.  La segunda cifra nos muestra la realidad de un Sistema Hospitalario en el que trabajan 77.500 médicos y 135.000 enfermeras.  Se producen 4 millones de ingresos en planta cada año y 80 millones de consultas. De media, la estancia de un enfermo dura 7,8 días y cuesta 5.000 euros. Cada consulta tiene un coste de 200 euros.  La tercera nos revela lo que cuesta al estado  el traslado de un paciente en ambulancia con Soporte Vital Básico: de 650 a 812 euros, dependiendo de la Comunidad Autónoma.

Una ambulancia medicalizada cuesta más de 5.000 euros al día, 2 millones de euros al año.  Es el doble de lo que cuesta un Centro de Salud  que atiende un área de 10 municipios.  Una ambulancia con Soporte Vital Básico puede recorrer 1000 km al día.  Solo en Castilla y León, estas empresas  facturaron el año pasado más de 120.000 traslados y su negocio está en pleno crecimiento. En teoría, ambos servicios son compatibles y complementarios, pero en la práctica el negocio privado de las ambulancias está descapitalizando el concepto mismo de Atención Primaria.

Un paciente que es atendido en su municipio y no acude a las Urgencias de un Hospital es un paciente que le ahorra al Sistema Nacional de Salud una cantidad que oscila entre los 2.000 y 3.000 euros, en función de que reciba el alta o se quede ingresado en observación.  El 90% de las Urgencias en los Hospitales son innecesarias y se podrían evitar. La gran diferencia que existe entre los 54 euros que cuestan las consultas en los Centros de Salud y los 200 euros que cuestan en los Hospitales demuestran que el concepto de Atención Primaria es mucho más rentable que el diagnóstico y el tratamiento a posteriori en centros hospitalarios.

Desde 2009 a 2015, el gasto en sanidad pública se redujo desde los 75.000 a los 66.000 euros, mientras crecía el gasto sanitario privado de 24.000 a 26.000 millones de euros.  Debido a la crisis del euro,  hoy representa uno de los porcentajes más bajos de toda la Unión Europea. Es una tendencia. El otrora magnífico sistema sanitario español siempre ha despertado muchas envidias en el Norte de Europa. Y en algunas regiones españolas.  Por los altavoces de Barcelona, es frecuente escuchar críticas absurdas y demagógicas contra el sistema de Atención Primaria que alimentan el populismo de los urbanitas.  Los 65.000 profesionales sanitarios de los Centros de Salud atienden 5 veces más consultas que los 210.000 médicos y enfermeras de los Hospitales, y con un coste directo 5 veces menor.  Y cada vez que evitan un traslado innecesario al servicio de Urgencias, le ahorran al contribuyente un mínimo de 2.000 euros.

El sistema de Atención Primaria tal y como está concebido y se ha implementado en España en los últimos 30 años, no le cuesta ni un solo euro al contribuyente.  Al revés. Los 3023 Centros de Salud que cubren todo el territorio español han contribuido a fijar población en el medio rural, a sostener la economía de muchos municipios, y ha servido de soporte para mantener una red de farmacias.  El beneficio se puede calcular, extrapolando las cifras de déficit crónico del mundo urbano. 5 millones de personas desplazadas, por no existir la Atención Primaria, habrían causado un déficit anual de 60.000 millones de euros.  La Deuda Pública sería hoy el doble de la que es, con un coste por pago de intereses muy superior a todo el coste presupuestario del Sistema Nacional de Salud.

La privatización encubierta de la Sanidad Pública, unidad al tremendo abuso que hacen de nuestra hospitalidad los falsos turistas británicos y alemanes,  está colapsando las Urgencias, amortizando especialidades en provincias pequeñas, y derivando pacientes a centros privados en condiciones siempre penosas.  Lo peor de esa mezcla de corrupción institucional y de estupidez, es que se está engañando a la Opinión Pública. El Sistema Nacional de Salud en 2018 es de peor calidad que el que teníamos en 2002, y es mucho mas caro para el contribuyente a pesar de haber sido parcialmente privatizado.  El Sistema Sanitario en España era gratuito, universal, de calidad, y no le costaba dinero a los contribuyentes.  El Sistema Sanitario actual, ya no es gratuito, ni universal ni de calidad, y le cuesta a los contribuyentes españoles cerca de 90.000 millones de euros al año, sin contar el fraude turístico que varias CCAA ocultan.

El Coste de la Sanidad en España

	Personal empleado	Población atendida	Coste Bruto	Coste unitario Año
Servicio Atención Primaria	65.000	30 millones	3.000 millones	100 euros
Consultas		300 millones		10 euros
Servicio Hospitales	212.000	30 millones	42.000 millones	1.400 euros
Ingresos en planta		4 millones	20.000 millones	5.000 euros
Consultas externas		80 millones	16.000 millones	200 euros
Servicio Ambulancia	30.000	0,6 millones	1.200 millones	2.000 euros
Fraude Turístico		60 millones	15.000 millones	250 euros

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