Una perita en dulce. La banca castellana es una verdadera perita en dulce. Tras años de insistir en el tema, conseguí ver publicado hace poco el balance regional del sistema financiero español. Su titular sería tan espectacular como la tesis que la lógica me llevó a sostener contra no pocos analistas y periodistas mercenarios: Castilla y León ha sido y es la única región español que ahorra mucho más dinero que el que pide prestado. El superávit que presentaban sus entidades financieras superaba el 30% en plena crisis. Por comparación, y al otro extremo del ranking, el sistema financiero catalán presentaba y presenta un abultado déficit de capital.Ese es el contexto y escenario general en el que se mueven los lobbies y los mercenarios políticos. La agitación populista y radical de los últimos años no se entiende si no se analiza en detalle el deterioro de la mora en determinadas CCAA. Cataluña bordea la rebeldía y el desacato constitucional no tanto por cuestiones ideológicas, lingüísticas o sentimentales, como por el simple hecho que ha prestado sin ningún rigor financiero mucho más dinero que el que tenía ahorrado. Con la conversión al Euro, y la expansión económica y comercial de la primera parte del siglo XXI, se “apalancó” todo lo que pudo en busca de jugosas comisiones y negocios inducidos. Hoy presenta el déficit de capital más elevado de España y la mayor tasa de morosidad, sin que ni uno solo directivo de esas cajas haya tenido que responder por ello.Cuando en España a algún político o empresario se le ocurre una maniobra sospechosa, suele acudir corriendo a buscar entre los corruptos burócratas de la UE quien le brinde una coartada. Esta semana hemos podido leer, asombrados, como Bruselas pedía al gobierno en funciones que acelere la venta de Bankia. ¡Con un par! Debe entender que el negocio de “rescatar” Cajamadrid puede acabar peligrando si se acaba conformando un gobierno radical con fuerza para nacionalizar el ahorro de los castellanos. Entre pillos anda el juego.El rumor de la posible fusión de Bankia ha coincidido con la alarmante noticia de que Castilla Y León se va a quedar sin Caja España. El pase negro malagueño es un desastre absoluto para los ahorradores castellanos. Lo de menos es que pretendan dejar una única oficina por provincia y reducir la plantilla a la mínima expresión, y lo grave que se lleven el ahorro neto para saldar el déficit de capital andaluz. En muy pocos meses, los antiguos clientes de Caja España o Caja Duero ha podido comprobar que los servicios bancarios de Unicaja son un auténtico bodrio. Nunca le dará Vicente Herrera suficientemente las gracias a sus compañeros del PP de Madrid por traicionar la confianza de los castellanos para tapar los pufos del sistema financiero catalán. © Belge