La pandemia de cartón piedra empezó el 31 de diciembre de 2019, a las 12 de la noche. Un año después ha alcanzado su objetivo. Empieza la campaña de vacunación forzosa. Propalar el miedo y la sospecha es el medio para allanar el Estado del Bienestar y lograr la congolización* de la Anglobalización. Ese inventario de derechos y libertades que han quedado irradiados durante el confinamiento de las poblaciones es lo que podemos definir como Grado Cero del Proteccionismo. La Distancia Social es la parte nuclear de la Pandemia.Hasta hace poco años, el mayor esfuerzo de prevención sanitaria se centraba en administrar vacunas a lactantes y niños con el doble objetivo de reducir la mortalidad y el número de hospitalizaciones. De ese modo, se consiguió erradicar un buen número de enfermedades endémicas en muchas regiones del planeta. Hasta hace poco, digo, porque algo ha debido cambiar en lo que va de siglo XXI para llegar al punto en que nos encontramos. De la mano de la Industria Fiduciaria anglosajona, primero empezaron a redefinir la vejez como “enfermedad” y como “riesgo” económico. Luego, poco después, al “prójimo” como vector de contagio. Devenido el Otro sospechoso habitual, es más fácil colocar cualquier etiqueta en el bote: peligroso terrorista, extremista radical, rico defraudador, racista, repulsivo machista o irresponsable negacionista que propaga el Mal.La epidemia de SARS en 2002-2003, la “pandemia” aviar** de 2004-2005 y la de 2009-2010, el MERS de 2012, el brote de ébola en 2014 no parecen ya inocentes disparos de fogueo. Las falsas alarmas de la Anglobalización son como las balizas nocturnas de un aeropuerto sin luces. El rastro de premeditación nos conduce a un punto ciego, del que parecen irradiar muchos acontecimientos inconexos. El los 20 años que van desde el fraude de las papeletas mariposa en Florida hasta el actual Pucherazo electoral en EEUU, son tantos los cambios bruscos que nuestro mundo debería ser un lugar caótico. En lugar de eso, reina la sensación de orden que deja un creciente totalitarismo político y el férreo control social de los individuos. Las generaciones actuales ni siquiera son capaces de imaginar la libertad de la que gozaban sus bisabuelos en cualquier rincón del planeta.La vacunación masiva del planeta apesta a política eugenésica. Cada vez que el mundo puritano entra en crisis, el reflejo proteccionista les lleva por oscuros derroteros. El supremacismo de los anglosajones poco tiene que envidiar al de los pueblos escandinavos y germanos. La Plandemia es el sueño húmedo de una incipiente sociedad de castas, sin necesidad de aranceles, con sus parias intocables, sus esclavos, sus comerciantes, sus chatrías y sus brahmanes sagrados. La principal pregunta, a la que se niegan a contestar, es: ¿Para qué ha servido la vacuna de la gripe? Desde que se administra a la población mayor de 65 años, la tasa de mortalidad de los países occidentales se ha incrementado cerca de un 40%. Tampoco se ha reducido el número de hospitalizaciones. Al contrario. A nadie parece extrañar que una vacunación tan selectiva tenga unos resultados tan “pobres” durante tantos años. ¿Para qué seguir gastando ingentes cantidades de dinero si los resultados son pésimos?En el Reino Unido y en España, las primeras personas elegidas para ser vacunadas públicamente han sido abuelos centenarios. Puro relato de literatura fantástica. ¿Qué sentido tendría vacunarlos de paperas o del sarampión a los 100 años? ¿Y de gripe o SARS? Es un argumentario en bandeja de plata, para una legión de periodistas corruptos. Que si los abuelos nos dan una lección de vida, que si son solidarios, que si todo el mundo se tiene que vacunar porque los viales de Pfizer son seguros, palabrita del niño Jesús.
En la imagen, un calendario español de vacunación, se puede ver que la mayoría de las vacunas creadas desde hace 2 siglos se administra a lactantes y a niños, siendo excepcionales por encima de los 20 años. Ahora que han calculado el “riesgo de longevidad excesiva”, nos quieren hacer creer que ha surgido la necesidad de una nueva vacuna específica porque les preocupa alargar la vida de los mayores de 75 años.*La congolización de la anglobalización es la respuesta del Imperio Puritano de la Triple A (rating de solvencia financiera) al sorpasso de Asia. En menos de 5 años, 5 de las 6 primeras potencias económicas del planeta serán asiáticas (China, India, Indonesia, Corea del Sur y Japón)
** Historia de la pandemia aviar© Belge
En la imagen, un calendario español de vacunación, se puede ver que la mayoría de las vacunas creadas desde hace 2 siglos se administra a lactantes y a niños, siendo excepcionales por encima de los 20 años. Ahora que han calculado el “riesgo de longevidad excesiva”, nos quieren hacer creer que ha surgido la necesidad de una nueva vacuna específica porque les preocupa alargar la vida de los mayores de 75 años.*La congolización de la anglobalización es la respuesta del Imperio Puritano de la Triple A (rating de solvencia financiera) al sorpasso de Asia. En menos de 5 años, 5 de las 6 primeras potencias económicas del planeta serán asiáticas (China, India, Indonesia, Corea del Sur y Japón)
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