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Troya ha caído (Parte I)

Troya era la joya de la Civilización de los Hititas, en la actual Turquía;  a lo largo de los siglos, se sucedieron las destrucciones y reconstrucciones. En su esfuerzo por encontrar la ciudad mítica descrita por Homero,  los arqueólogos hallaron hace unos años las ruinas de los murallas y fosos  de una de las plazas mejor fortificadas de toda la Antigüedad. Su caída definitiva pudo suceder unos 1300 años A.C y debió causar un impacto emocional difícil de imaginar hoy.  Un estudio antropológico en África demostró que el boca a oreja puede preservar más de 1000 años la memoria colectiva  de un grupo o de una sociedad.   Parece probable, pues, que los lugares y hechos que describe Homero  en la Ilíada y en la Odisea nacieran de los rescoldos de aquella conmoción histórica.

En el relato mitológico, Casandra anuncia la destrucción de Troya pero  no logra impedirla.  Para seducir a la joven sacerdotisa de su templo, Apolo le había prometido  el don divino de ver el futuro de los hombres.  Como no puede desdecirse, y teme la cólera de Zeus, pide ayuda a la astuta Artemisa .  Su hermana  le ofrece la solución: Casandra seguirá viendo el futuro de los hombres, pero sufrirá la maldición de que nadie crea nunca las palabras que salgan de su boca.

La debacle del PSOE se venía anunciando desde principios de los años 90. La guerra sin cuartel contra los barones más o menos liberales del Clan de Chamartín  y la creciente corrupción ya habían socavado su credibilidad política en la sociedad española.  Tras la dura recesión de 1993, provocada por el monetarismo alemán, y la retirada de Felipe González en 1996, el Partido Socialista queda desarbolado y completamente desorientado.  El conato de liderazgo de Borrell, apelando a las bases, solo dejó clara una cosa:  que el nuevo Mesías vendría desde la izquierda más radical. Y llegó,  pero solo unos pocos analistas acertaron a ver o intuir que Zapatero no era el Bambi que proyectaba la prensa. El propio José Luis Rodríguez Zapatero se definía, en una entrevista temprana, como “un jugador de ajedrez”.  Esto es: un político frío y calculador.

Sería muy largo resumir los principales movimientos del tablero zapaterista, entre 2002 y 2016, muchos de ellos subterráneos. A finales del año 2006, Jordi Sevilla y Pedro Solbes intentaron convencer  sin éxito a Zapatero de la necesidad de adelantar las Elecciones Generales  al verano de 2007. La crisis bancaría de Alemania y EEUU, que ya se podía deducir,  aconsejaba adelantar planes de defensa para el sistema financiero español.  Las razones de Zapatero, las expuso el mismo de un modo descarnado: no perdería las Elecciones estando la Caja de Caudales llena a rebosar.

El líder del PSOE pretendía ganar tiempo para hacer olvidar los flecos de la negociación con ETA y tiró la casa por la ventana. Se aprobaron, con carácter de urgencia, las ayudas directas  al alquiler para los jóvenes, el cheque bebé para las embarazadas, la ley de Dependencia para los ancianos, la rebaja del IRPF para la clase media  y la devolución de los 400 euros para los asalariados.  Entre febrero de 2007 y septiembre de 2008, la estrategia política de Zapatero fue negar siempre la existencia de la crisis económica y el riesgo de un colapso financiero mundial.

En junio de 2007, analizamos y publicamos que la futura legislatura de 2008 ya estaba gravemente comprometida por aquellas decisiones electoralistas.  Pensábamos que el gobierno se vería obligado a convocar nuevas elecciones en 2010 por causa de una grave crisis fiscal. Pudo ocurrir en mayo de 2010, cuando España fue intervenida de facto por la tremenda irresponsabilidad presupuestaria e imprudencia política de Zapatero, pero no sucedió  hasta un año después cuando la Canciller Ángela Merkel le obligó a reformar la Constitución para garantizar el pago de las Deudas.

Al apurar  la legislatura, según el consejo de sus asesores más sectarios, Zapatero no solo perjudicó los intereses de España sino que hipotecó  el futuro del PSOE.  La desbandada de la militancia socialista,  vaticinada en junio de 2007, no se pudo encauzar ni organizando acampadas espontáneas e improvisadas.  Carmen Chacón no consiguió ponerse al frente de la manifestación  y fue finalmente un hábil  oportunista el que hizo sonar la Flauta de Hamelín.

(c) Belge. 02-10-2016
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Un pensamiento sobre “Troya ha caído (Parte I)”

  1. Voy a adelantarme un poco.

    El PSOE ya está muerto. Igual que lo estaba Pedro sin saberlo.

    Rajoy va a exigir, ya lo está haciendo, gobernabilidad, y eso pasa por que el PSOE vote SI y además acepte entrar en un gobierno de coalición. Menos que eso, son 3as elecciones. Me sonrío cada vez que oigo a alguien decir que si Rajoy obliga a nuevas elecciones el electorado le va a penalizar. Deben ser los mismos que decían que : “que fuerte, que fuerte, que fuerte, que le ha dicho NO al Rey”, y toma, mas diputados y los demás igual o peor. Además es que es muy fácil venderlo : para investidura sin gobierno, ya teníamos a Pedro. 🙂 Si el PSOE aceptará esto, tendría 4 años de plazo para recomponerse y quién sabe.

    Como casar eso con lo que han dicho y siguen diciendo de Rajoy es agachar mucho las orejas, iremos al punto 2 : vender una abstención y a continuación criminalizar a Rajoy por obligar al pueblo español a nuevas elecciones. Lo dicho, viven en los mundos de Yupi. Este punto 2 dará mayoría absoluta a Rajoy y adiós PSOE.

    El futuro no lo sabemos ninguno, simplemente muestro lo que a mi juicio son las derivadas lógicas de este asunto.

    ¿Como será España después del PSOE? Diferente, como siempre.

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