Operación SYRYZA: la vuelta de Grecia al DRACMA


Como periodista, tuve la inmensa fortuna de explicar y anticipar detalladamente el estallido de la crisis subprime y de la Guerra de Ucrania, pero el análisis político y económico del que estoy más orgulloso es el que me permitió vaticinar a partir del verano de 2014 lo que iba a ocurrir en Grecia. Un tercer rescate de 50.000 millones de euros.  No era magia, solo observación de los pulsos que se estaban librando en el mercado financiero. Los grandes Fondos de Inversión se habían puesto muy nerviosos. Mario Draghi les había prometido, antes del verano, una contrapartida de 1 billón de euros para que pudieran materializar beneficios en el mercado de bonos.  Al tiempo que dejaba los tipos de interés a 0, el BCE generaba expectativas  muy difíciles de cumplir en un contexto de deflación. Como reza el dicho, no se puede sorber y soplar a la vez.

De nuevo, en esta ocasión,  las oportunas dudas que volvía a generar la evolución financiera de Grecia  servían de pretexto para facilitar el arbitraje. Los especuladores e inversores empezaron a tomar posiciones bajistas en el mercado mucho antes que el Primer Ministro griego, el conservador Andoni Samaras, anticipara su intención de anticipar la salida del rescate un año antes de lo previsto. Los inversores iban a considerar la medida como electoralista e interpretar  que ponía en riesgo la estabilidad de la incipiente Unión Bancaria en la Eurozona. La realidad era mucho más prosaica: mientras el mercado estaba “tutelado”, especular con los bonos griegos era tan fácil como dispararle a un pato de cartón en un puesto de feria.

En diciembre de 2014, el Presidente Samaras era conducido por Alemania a presentar una moción de confianza suicida, al denegarle el Eurogrupo  un préstamo de 7.000 millones de euros para anticipar 3 meses el final del rescate de Grecia. El líder de Nueva Democracia había conseguido recuperar muchas de las constantes vitales de la economía griega, pero no contaba con un apoyo parlamentario excesivamente sólido. En la oposición, los diputados de SYRIZA se impacientaban.

Las escenas políticas que se estaban desarrollando en Atenas, Berlín y Bruselas tenían bastante que ver con las artes dramáticas.  Antes de celebrarse las elecciones, al calor de las encuestas que pronosticaban una victoria de Alexis Tsipras,  Schauble filtraba a la prensa alemana que lo mejor para Grecia era salirse “temporalmente” del euro y devaluar su nueva moneda hasta recuperar el equilibrio. Más allá del ruido político y del runrún mediático, era una fórmula cómoda para llevar a cabo, de facto, la ansiada quita. Para Bruselas y Berlín, tanto como para el futuro gobierno de Tsipras, la mayor dificultad que entrañaba semejante planteamiento lógico era como gestionar el riesgo de contagio al resto de regiones de la Unión Monetaria. Grecia era la incómoda prueba del fracaso del Euro en su propia concepción, y ya no encajaba ni en la UE ni en la Unión Monetaria.

 

 

De acuerdo con ese propósito, ell brillante economista e inexperimentado Ministro de Finanzas Varoufakis  planteó en Bruselas una estrategia negociadora de gestos que iba a descolocar a la inmensa mayoría de los analistas económicos y políticos en todo el mundo. Sin embargo, ninguna de sus divertidas provocaciones puede cambiar el hecho sagrado de que fuera siempre un firme defensor de una Unión Europea y Unión Monetaria muy “alemanas”.

Desde antes de salir elegidos en enero, SYRIZA le pedía al EUROGRUPO y a Berlín un crédito puente y una prórroga del rescate de 6 meses.  El dinero y el tiempo político que Ángela Merkel  le negaba al liberal Andoni Samaras, se los concedía al extremista Alexis Tsipras. Grecia  iba a disfrutar de un periodo de “transición” relativamente cómodo, en el que el propio BCE se encargaba de dar liquidez a los bancos del país para poder esquivar el temible corralito. Es de imaginar, desde un punto de vista lógico, que durante ese dilatado periodo los ciudadanos griegos tuvieron tiempo y oportunidades suficientes para meter sus ahorros debajo del colchón y poder afrontar sin traumas un pequeño corralito.

Nada de esto habría sido posible sin el consentimiento de Alemania ni la ayuda de Mario Draghi. De modo que cuando la prensa mundial “filtraba” la noticia de que Bruselas y Atenas podrían estar trabajando en una vuelta temporal de Grecia al Dracma, con el apoyo financiero de la propia Unión Europea para estabilizar la nueva moneda y evitar el contagio a otras regiones vecinas y periféricas, no hacía sino confirmar toda una estrategia perfectamente diseñada y coordinada, que incluía la aprobación de un tercer rescate de 50.000 millones de euros y una cuantiosa quita de facto para los acreedores internacionales.

Las proclamas políticas de Varoufakis contra Alemania sirvieron para tapar la probable existencia del pacto previo.  A Grecia le interesaba poder “devaluar” su moneda y volver a la normalidad tras 5 años de un castigo sin precedente, y a Alemania le convenía hacer olvidar que el terrible fracaso de la Unión Monetaria y del Euro se debía a sus propias tesis monetarias y mercantilistas. Cuanto antes desaparecieran las huellas del crimen, y el bochornoso espectáculo de criminalizar a los PIGS para justificar las políticas de austeridad, más fácil intentar hacer borrón y cuenta nueva en la UE. Pero la inesperada mayoría absoluta de Cameron en el Reino Unido, y el anuncio de un referéndum sobre la permanencia en UE, llevó a tener que adelantar los plazos “previstos” de la transición.

Lo que no sabía Varoufakis, es que el Plan B escondía un Plan C. La mayor dificultad para la salida temporal de Grecia del Euro giraba en torno a las condiciones de la devaluación y vuelta al Dracma. El apoyo del BCE era fundamental para estabilizar la nueva moneda, a cambio de comprometerse a asumir la Deuda y mantener las reformas en curso. Las negociaciones estaban muy avanzadas. El apretón de manos entre Yanis Varoufakis y Wolfgang Schaeuble, celebrando estar en desacuerdo en todo, era muy significativo.

Varoufakis pedía, de un modo razonado y razonable, canjear la Deuda Griega por bonos ligados al crecimiento del PIB, al estilo de lo que se acordó en 1953 en Londres para ayudar a la República Federal de Alemania. Pero el rechazo de Schaeuble a ese plan, exigiendo el cumplimiento del Memorando firmado con la Troika, revelaba  que, en realidad, se está negociando otra cosa. Si Grecia sale del euro y vuelve al Dracma nacional, la ayuda de Alemania se antoja esencial para estabilizar la nueva moneda y respaldar una Deuda Pública denominada en euros y dólares.

Varoufakis intentó ganar tiempo para presentar otro  plan al Eurogrupo , pero el verdadero problema que planteaban estos planes era el efecto contagio. El famoso riesgo moral. Alemania está atrapada en su propio cepo y los términos de cualquier acuerdo formal que beneficie a Grecia se van a analizar con lupa. La alternativa a una salida “ordenada” era una estrategia de hechos consumados que daría alas a todos los movimientos populistas que estaban proponiendo saltarse la pared. Grecia finge haber puesto en jaque a la UE y a Alemania, porque la escenificación de los desacuerdos es un paso claro hacía la política de los hechos consumados. Provocar un corralito sería un primer paso para amagar con una salida forzosa del euro y obligar a los socios europeos a tener que aprobar un nuevo rescate.

Tsipras y Varoufakis convocaron un referéndum sobre el Memorando de la Troika para perderlo, pero lo ganan.  La pregunta era clara (“¿Debe ser aceptado el proyecto de acuerdo presentado a Grecia por la Comisión Europea, el Banco central Europeo y el Fondo Monetario Internacional en el Eurogrupo del 25 de Junio de 2015?”) y la respuesta de los ciudadanos griegos fue rotunda: ¡No!. A partir de ese momento, los acontecimientos se precipitan. En lugar de dar el paso y salir del Euro, Varoufakis pone el despertador a las 8h30 de la mañana para anunciar su dimisión y salvar a los especuladores alemanes y anglosajones del batacazo cantado que les espera. Tanta consideración es sospechosa. ¿Porqué iba a querer Varoufakis salvar a los “enemigos” de Grecia?

Con la dimisión del Ministro de Finanzas, el verdadero pacto de Tsipras y Merkel queda al descubierto. Se aprueba un tercer rescate de Grecia, y una futura quita de su Deuda, a cambio de un drástico recorte del  30% en las pensiones públicas y un agresivo plan de privatizaciones.  De los 86.000 millones de euros que compromete el Eurogrupo hasta 2018, 26.000 van destinados a recapitalizar sus bancos y a liquidar vencimientos a los Fondos de Inversión. Ángela Merkel apoyó  a SYRIZA, convencida que un líder radical y marxista lo tendría más fácil  para pastorear al pueblo griego.

¿Nos conduce Alemania al caos en Europa?


Alemania supervisará y liquidará los bancos de la UE

 

Vuelta la borrica al trigo. El euro ha vuelto a superar la cotización de 1,38 euros. El beneficio del recorte de tipos del mes pasado se ha esfumado. La pinza entre EEUU y Alemania es cada vez más evidente, pero por primera vez desde la Crisis de los Balcanes ha desbordado en Ucrania el ámbito puramente económico. Se preguntaba de un modo retórico el Presidente Rajoy si sabía Alemania donde iban y estaban conduciendo a Europa. Sí y no. Van a lo suyo y no les preocupa dejar a Europa sumida en el caos.

La noticia de que el gobierno alemán se ha vuelto a salir con la suya en la negociación sobre el modelo de supervisión bancaria en la UE es deprimente. Siguiendo la estrategia de “o yo o el caos”, ha logrado que sea un supervisor germanizado el que decida que bancos europeos se liquidan, que sean los propios clientes nacionales los que deban asumir las pérdidas, y que el propio sistema financiero alemán que causó la crisis no pueda ser controlado.

La Unión Bancaria es, una vez más, una cesión de Soberanía sin contrapartida alguna y sin ninguna garantía de lealtad por parte de Alemania. La forma en que se ha negociado es un auténtico disparate. No es preciso disponer de una bola de cristal para adivinar que se va a disparar el riesgo sistémico por llevar los bancos la diana en la espalda y que no va mejorar la financiación de ninguna manera. La propia Canciller Angela Merkel ya ha proclamado que Alemania se opondrá a la creación de los eurobonos.

Tal y como predijeron algunos analistas, la crisis ya ha desbordado la Unión Monetaria y carcome los pilares fundamentales de la misma Unión Europea. Ucrania es el canario que ha dejado de cantar en la mina. Por primera vez desde 1953, ha quedado de manifiesto a los ojos de todo el mundo que la Unión provoca más rechazo que adhesión, por más que EEUU y Alemania paguen a unos pocos perroflautas para ocupar cuatro calles de Kiev. La fórmula de derribar estatuas ya está muy vista.

 

¿Crees que la UE está yendo de mal en peor? ¿Le interesa a Alemania que el Parlamento Europeo se radicalice y convierta en un circo para reforzar el poder ejecutivo de la Comisión y del BCE? ¿Sirve de algo reducir deudas, rebajar salarios y ganar competitividad si se sigue  apreciando la moneda única por razones estratégicas? ¿La Unión Bancaria  nace perversa y provocará la quiebra deliberada de muchos bancos?  ¿Crees que Alemania ha chantajeado a Francia para que firme, encareciendo el euro? ¿Aumentará la desconfianza de los clientes y empeorará notablemente la financiación?

(c) Belge. Marzo 2013

La Quiniela de Inlucro


Para celebrar el día de la mujer trabajadora, ONLAE ha decidido sustituir los partidos de Segunda División por encuentros de la Liga Iberdrola. Es un experimento sin gaseosa que se va a traducir en una bajada de la recaudación y de los premios, salvo que las féminas decidan apostar.  Demasiados triples para tan poco bote. Para compensar, esta semana probamos suerte con el Euromillón.

La Quiniela

Partido Pronóstico Pronóstico Resultado
Eibar Mallorca 1X 2 2
Atlético Sevilla 1X 2 X
Getafe Celta 1 X X
Osasuna Español X2 1 1
Valladolid Bilbao X2 1 2
Levante Granada 12 x X
Villarreal Leganés 1 2 2
Betis Real Madrid 2 x X
Extremadura Oviedo X 1 2
Huesca Fuenlabrada X 1 1
Numancia Racing X 1 2
Almería Deportivo X 12 1
Rayo Elche 1X 2 2
Málaga Zaragoza x2 1 2
Barcelona Sociedad 2-2 1-2 1-0

1 columna 7 reducidos. 12 euros


Lista provisional de Participantes 2020/2021

Bote + premios Participante Total Jugado 2017/18 Total Jugado 2018/2019 Total jugado 1-27
2019/2020
Sept -julio 20/21
(Primitiva)
0 Cascoporro 125 euros 116, 36 euros 78 euros 120 euros
0 Andrés 122 euros 89,38 euros 78 euros 73,2 euros
0 Tartesos 121 euros 111,36 euros 78 euros 76 euros
0 Charly 82 euros
0 Konstancio 86 euros 57,2 euros
0 Dave 82 euros
0 Kikova 126 euros
0 Sawalhas 122 euros 67, 36 euros
0 euros Belge 139 euros 119,36 euros 78 euros 185,4 euros
+ 22 euros Vincent 121 euros 116,36 euros 78 euros 185,4 euros
Libro Capodimonte 202 euros 119,36 euros 78 euros
Rafa/Victor 6 euros 7,5 euros
Santiago 79 euros
Rufi 28,33 euros 21 euros
Lechu 144 euros 119,36 euros 77 euros
Alfonso 188 euros 119,36 euros 77 euros
13 euros Club InLucro 22,5 euros 38,2 euros 8,5 euros
PREMIOS 155,73 euros 54,65 euros 491,77 euros

Múltiple de 7 números ( 7 euros )


CLUB INLUCRO

Primitiva.
Apuesta 1
Apuesta 2 Apuesta 3
48 40 43
10 05 10
21 11 15
22 16 16
25 23 31
31 32 36

3 apuestas sencillas de Primitiva. 3 euros para el sorteo sábado7 de marzo, a partes iguales.

PIGS in Muck. El origen de un acrónimo


El éxito económico de los países mediterráneos siempre despertó un cierto resquemor entre los funcionarios británicos destinados en Bruselas. Lo atestigua que a alguno de ellos, más culto e ingenioso que los demás, se le ocurriese motejarles, como PIGS.  Desde los años 90, formaba parte de la jerga y de la juerga comunitaria habitual para referirse despectivamente a Portugal, Italia, Grecia y España. Eran los cerdos voladores.

Le explicaba un guía franciscano a un grupo de turistas sefardíes el curioso origen de la matanza del cerdo en España. Toda creencia es fácil de impostar, pero resulta muy difícil cambiar los hábitos culinarios. Se invitaba a familiares, amigos y vecinos para alejar cualquier duda religiosa. El cerdo se convirtió de ese modo en un tótem que marcaba las líneas divisorias entre cristianos viejos, musulmanes, judíos y herejes.

Los cerdos católicos y ortodoxos de la Unión Europea  experimentaron un notable crecimiento económico entre 1995 y 2006, debido al fuerte tirón del consumo, al incremento del turismo y a la bajada de los tipos de interés en todo el mundo. A medida que iban engordando, se multiplicaban las maledicencias en los periódicos británicos y alemanes, de modo que cuando surge el debate inmobiliario en España, la prensa salmón encuentra un filón para dar rienda suelta a sus críticas y prejuicios religiosos.

Cuando estalla la Crisis Subprime en 2007, los cerdos voladores del Sur Mediterráneo se encuentran en una situación inmejorable. Su sistema financiero, centrado en la banca comercial tradicional, ha esquivado  el naufragio y sale reforzado. Pero la Banca es también su Talón de Aquiles. Las economías de estos países están muy bancarizadas y apalancadas. Su Deuda es relativamente pequeña, pero la aversión al riesgo es un parámetro voluble que fluctúa con el sentimiento del mercado.

A partir del verano de 2008, coincidiendo con el colapso de su banca de inversión, los periódicos económicos más importantes de la Triple A, como Newsweek, The Economist, Wall Street Journal y Financial Times, lanzan una batería de ataques contra los PIGS. Recae sobre el Financial Times el dudoso honor de popularizar el mote con un titular sensacional que impacta de lleno en los mercados: “cerdos en el fango” (PIGS in Muck).

Como apunte, para otro capítulo más extenso, conviene resaltar que en España se produce entonces unos de esos fenómenos políticos que acaban por determinar su Historia. En lugar de repeler la agresión y organizar la defensa, el gobierno  de Zapatero decide poner la otra mejilla y su partido político hace suya y amplifica la crítica económica y financiera de sus competidores.