Grecia es un país muy especial. Desde que leí a Robert Graves, comparto con él la idea que los mitos no son simples fabulas morales, sino un código secreto para entender el mundo que nos rodea.Todo viaje organizado depende de la suerte, pero, a grandes rasgos, conseguí ver el país que quería ver. 25 siglos no son mas que 100 generaciones. Un suspiro, muy poco tiempo. Cuando visitas Olimpia, se cae el mito del progreso. El progreso es el trampantojo de los bárbaros de las tierras frías para ocultar sus crímenes y fechorías. Si, además te guía una persona capaz de transmitir su cultura, lo empiezas a ver todo con mucha claridad.Grecia era una asignatura pendiente que tenia que aprobar para entender qué es la cultura católica.Siempre se pone el énfasis en las raíces orientales del cristianismo para esconder la verdad a la vista: el cristianismo es cultura grecolatina/romana por todos los poros de la piel. Jesús podía haber nacido chino mandarino o cartaginés y probablemente nada habría sido diferente. El Antiguo Testamento, que sirve de caldo gordo para el Nuevo Testamento, es un vulgar refrito e incluso plagio de viejos mitos griegos. En un momento en que la cultura romana empezaba a despuntar en todo el Mediterráneo, eclipsando las anteriores civilizaciones milenarias (mesopotámica, china, egipcia y griega), el cristianismo nace con los viajes de San Pablo a Grecia y San Pedro a Roma. Grecia y Roma. El resto es cartón piedra, relleno, paja.Jesús, el hijo rebelde de María, rompe con los dogmas absurdos de su familia política por razones universales, y eso es lo que le confiere al cristianismo su originalidad. Sus dos principales apóstoles lo debieron entender cuando salieron fuera de su entorno natural. Llegaban a lugares en los que eran extranjeros. Entendieron, entonces, eso que les decía Jesús, que la religión era de todos, y no sólo de los telepredicadores del Templo. Fue en ese momento, y sólo en ese momento, cuando San Pablo conecta con la mejor tradición griega, y Pedro funda su Iglesia en el corazón de la indómita Roma. El catolicismo, el culto para todos, era una religión de hombres libres, alejada de las sectas satánicas que pululaban en su tierra natal. Esa fue la verdadera revolución que logró transformar el mundo.La involución puritana que vivimos en la actualidad, a lomo de mitos feudales, nos devuelve a tiempos oscuros. Es un Anticristo de manual, que anuncian la Guerra, el Hambre y la Enfermedad. Jesús conocía tan bien los dogmas sectarios de su familia política y de los cuervos exaltados de la secta judía que pudo anticipar el riesgo que suponía la antítesis de su propia reflexión o credo.Grecia es un país de cartas postales que no logra arruinar ni la más nefasta y codiciosa de las agencias de viajes. Te pueden pastorear y llevar a los peores hoteles, darte de comer macarrones blancos siete días seguidos, y hasta contratar como guía al enchufado de turno que pasa de todo, Grecia sigue siendo una magnífica revelación. Te pueden cobrar 5 euros por un café y 7 por una cerveza, la luz azul del mar Egeo queda impresa en tu retina.¿Qué más se puede pedir a una excursión de una semana? ¿Qué no te jodan la maleta? No, desde luego que no.Belge