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Periodista especializado en Economía

Historia Financiera de las Autopistas. Capítulo 4. Por Sawalhas


Auditorías de infarto

O sea, que diría un castizo, mientras que otras concesionarias y empresas de autopistas perdían dinero, ACESA  -que recibía ingentes ayudas públicas  – ganaba dinero con el seguro de cambio (el dólar cotizaba a 65 pesetas en  1967 y a más de 200 pesetas en 1985)  y se dedicaba a pagar dividendos incluso más generosos que los de las eléctricas.

En esas circunstancias, solo era cuestión de tiempo que los problemillas contables de tan peculiar sociedad buscaran un hueco en las portadas de la época, con titulares tan llamativos como estos:

Autopistas pide explicaciones a los autores de su auditoría. Los fondos presumiblemente desviados en ACESA superan los 300 millones

“El Consejo de Administración de Autopistas Concesionaria Española, SA (ACESA), ha pedido explicaciones a Peat Marwick, sociedad auditora en los últimos ejercicios, para tratar de establecer las posibles responsabilidades en que hayan podido incurrir por no detectar la presunta desviación a destinos desconocidos de una cifra superior a los 300 millones de pesetas en un período de tiempo comprendido entre 1979 y 1983. La compañía ACESA ha pasado un informe al fiscal general del Estado por si se ha producido algún delito.

La delegación del Gobierno en las sociedades concesionarias de autopistas también ha recibido copia del informe, ya que esta delegación realiza una censura de cuentas de todas las empresas de autopistas, lo que puede significar que, según fuentes del sector, la delegación del Gobierno no habría controlado con total celo las operaciones de ACESA en aquellos años. La presunta desviación de 300 millones de pesetas, realizada cuando era presidente de ACESA José María González Vallés -quien se encuentra en paradero desconocido-, no plantea problemas para la propia empre sa, ya que, se hallan contabiliza dos todos los pagos por servicios que se consideran inexistentes e incluso se practicaron las reten ciones a cuenta de la liquidación con el Ministerio de Hacienda. Esta perfecta contabilización de los pagos es posiblemente la razón que ofrecerán los auditores externos como justificación de la imposibilidad de detectar los posibles fraudes internos que se realicen en una sociedad, que cuando están se encuentran respaldados por documentos de liquidación debidamente firmados por los máximos responsables de la sociedad.

La desviación de fondos, cifrada documentalmente en la actualidad en unos 330 millones de pesetas, fue detectada por los nuevos responsables de la sociedad -nombrados por el Fondo de Garantía de Depósitos al convertirse en accionista mayoritario de la empresa por la adquisición del paquete mayoritario dentro de la operación de reflotamiento de Bankunión, en abril de 1982- al tratar de renegociar un crédito por valor de 112 millones de francos suizos, obtenido en junio de 1981 y cuyo agente era una sociedad financiera suiza, Crafin S.A. filial de la Rothschild.

Las sospechas surgieron cuando la sociedad Crafin se negó a aceptar el pago anticipado de este crédito aludiendo que en el contrato suscrito en su momento no se contemplaba la posibilidad de cancelar anticipadamente la operación. Si se quería amortizar anticipadamente se impondría una penalización por lo que pudiera significar de lucro cesante para los prestamistas. Lo normal es que las operaciones de crédito a interés variable incluyan claúsulas de pago anticipado como salvaguarda para el tomador ante posibles elevaciones de los tipos de interés por encima de cantidades consideradas como normales.

El crédito, contratado en condiciones malas en cuanto a diferenciales de tipo de interés y elevadas comisiones por su gestión, contenía el pago de servicios y asesoramiento no justificados y que en cualquier caso eran bastante más elevados de los habituales de otras firmas de reconocida solvencia. Lo mismo ocurría en otras operaciones similares, en las que los nombres de las instituciones financieras se repetían con cierta asiduidad. Carlos Bustelo, presidente de ACESA nombrado por el Fondo de Garantía de Depósitos, encargó la investigación sobre la finalidad real que tenía el pago de aquellas facturas en las que aparecieran los nombres de las sociedades de asesoría financiera y técnica. Las conclusiones a que se ha llegado es que tales pagos podrían no corresponder a servicios reales y que se trataría de una pantalla para desviar fondos. “

Sawalhas

 

Mercados eficientes: ¿Ibex 35 a 9380 puntos?


Cualquier inversor con oficio sabe que el mes de agosto es uno de los más traicioneros para invertir en bolsa. Los otros meses malos, según Mark Twain,  son: julio, enero, septiembre, abril, noviembre, mayo, marzo, junio, diciembre, octubre y febrero.

La Cuadrícula de INLUCRO ha dado un primer aviso, pero es pronto para intentar concatenar causas probables. De la Teoría del Mercado Eficiente se deriva que cualquier suceso significativo ya está provocando el precio y la tendencia.

Todos los HECHOS que van a marcar la tendencia bursátil en los próximos 6 meses ya son conocidos y resulta difícil imaginar que tipo de acontecimiento fortuito podría alterar la posible estructura que conforman.

Tal vez por ello, lo mas extraño podría acabar siendo  lo menos extraño.  Al finalizar la tregua olímpica, nos encontraremos de bruces con los tiempos de la Investidura.  Aunque Pedro Sánchez ha tomado como rehén al Partido Socialista, ni siquiera Zapatero olvida que el PP de Rajoy huyó de cualquier oportunismo político y acudió  a rescatarle en agosto de 2011.

La pregunta, lógica, es si una salida al alza del cada vez más estrecho Ibex 35 tendría la fuerza suficiente como para retroalimentar al resto de plazas bursátiles. En caso contrario, bajaríamos hasta la zona de los 6300 puntos.  La Cuadrícula avisa.

Historia Financiera de las Autopistas. Cap 3. Por Sawalhas


La Privatización

Ahora que Pepiño Blanco (el que cursó Matriculación de Primero de Derecho en Universidad Pública) ha abierto el debate y quiere implementar peajes en toda España para costear las infraestructuras (que ya hemos pagado entre todos), convendría tener en cuenta algunas premisas:

  1. Los que más han recibido deberían pagar mas
  2. Los que las han disfrutado primero son los que deberían pagar primero

(A todos fines útiles, conviene recordar – gracias a las hemerotecas – los tiempos aquellos en que algunas infraestructuras sufragadas a escote (dinero de todos), eran “reprivatizadas” varias veces, en beneficio de los mismos.  Miguel Boyer, que Dios acoja en su Liberal Gloria,  tenía siempre argumentos económicos difíciles de rebatir)

http://www.elpais.com/articulo/economia/CAMPO/_JULIAN/BOYER/_MIGUEL/AUTOPISTAS_CONCESIONARIA_ESPANOLA/_SA/EUROVIAS/Miguel/Boyer/opone/ACESA/permanezca/sector/publico/elpepieco/19850612elpepieco_14/Tes

Miguel Boyer se opone a que ACESA permanezca en el sector público Madrid  –  12/06/1985

“El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, se negó tajantemente, en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos del pasado lunes, a que las acciones que el Fondo de Garantía de Depósitos tiene en Autopistas Concesionaria Española (ACESA) -el 57,8% del capital- pase a poder de la Empresa Nacional de Autopistas, argumentando que el papel del Fondo de Garantía, y en definitiva del propio Estado, es propiciar la reprivatización, al mejor postor, de las participaciones públicas.

Julián Campo, ministro de Obras Públicas y Urbanismo, había planteado ante la comisión delegada la necesidad de que la Empresa Nacional de Autopistas se hiciera con el control mayoritario de ACESA para que el Tesoro redujera gran parte de las pérdidas asumidas tras la nacionalización de Autopista del Atlántico y de Aucalsa con los beneficios de las autopistas catalanas.

La reunión de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos del pasado lunes fue bastante más dura de lo que era previsible ante la negativa del ministro de Economía a tomar siquiera en consideración la posibilidad de que las acciones de ACESA que pertenecen al Fondo de Garantía, adquiridas para el saneamiento de Bankunión en abril de 1982 cuando fue comprado por el Banco Hispano Americano, pasaran a la Empresa Nacional de Autopistas -sociedad pertenciente al Patrimonio del Estado- y de esta forma reducir en algo mas de 200.000 millones de pesetas las pérdidas en que incurrirán el resto de autopistas públicas que fueron adquiridas para impedir la quiebra de empresas de la construcción ligadas a instituciones financieras e incluso de entidades de depósito que participaban en el capital de aquellas concesionarias.

Miguel Boyer, cuyo nerviosismo se hizo patente en el transcurso de la comisión delegada a medida que los ministros le pedían que no elevara el tono de voz, señaló que el objetivo básico del Fondo de Garantía de Depósitos -en el que el Banco de España aporta el 50% de las cuotas y la totalidad de los anticipos para sanear bancos en crisis- era privatizar vendiendo al mejor postor, independientemente de que la opción pública pudiera reportar pérdidas inferiores al Tesoro.

En medios de la Administración ha sorprendido la postura cerrada del ministro de Economía dado el ahorro de fondos públicos que se obtenían con la adquisición de la mayoría de las acciones de ACESA por parte de la Empresa Nacional de Autopistas. Los cálculos aportados por el ministro de Obras Públicas señalaban que, sin la incorporación de ACESA el Estado tendría que aportar 300.000 millones de pesetas para el saneamiento de Autopista del Atlántico y Aucalsa en los próximos 15 años, mientras que de incorporarse la mayoría de Acesa al conjunto de autopistas públicas la aportación se reduciría a 100.000 millones de pesetas. El déficit del Estado se vería reducido en esa misma cuantía. Lo que sorprende, además, es el hecho de que ACESA es rentable gracias al seguro de cambio de que goza y que consiste en que el Estado paga la diferencia que hay entre el cambio de la peseta hoy y el que regía cuando se consiguieron los créditos que hicieron posible la construcción de la autopista.

Los ingresos obtenidos por el seguro de cambio en 1984 ascendieron a 13.000 millones de pesetas, mientras que el fondo de reversión y el dividendo de ACESA en ese año fue de 5.594 millones de pesetas. Sin seguro de cambio ACESA estaría en quiebra y gracias a él puede soportar los costes e incluso realizar la amortización de la inversión realizada y retribuir a sus accionistas privados. “

(c) Sawalhas