Vender y Mantener. Los seguidores de Burton Malkiel no acostumbran a pasar de los primeros capítulos de su libro más conocido. Señala aspectos muy interesantes de la toma de decisión bursátil y acuña conceptos sencillos pero no evidentes. Dadas las fechas navideñas, es un regalo propicio. No es destripar el argumento afirmar que la mascota inversora del bueno de Malkiel mejorará el pronóstico de los grandes inversores, fondos y agencias de valores. El lunes puede suceder cualquier cosa pero ocurrirá todo lo que se viene fraguando desde la madrugada del pasado 25 de mayo.
Aleatorio es un concepto que incorpora una notable dosis de incertidumbre perversa, que las Leyes de Murphy intentaron definir de modo gráfico y humorístico. Todo lo que puede pasar acaba ocurriendo en el momento menos indicado. Por eso mismo, el mono inversor acostumbra a leerse todos los informes de bolsa y las noticias financieras que las empresas filtran a los mercados antes de tirar los dardos.
Lejos de prestar atención al reparto de escaños que producirá el domingo a las 8 de la tarde, deberían analizar cómo influyen los 3 grandes escenarios en la marcha de las cotizadas. Si sale de las urnas un gobierno estable, la bolsa puede subir o bajar. En los otros dos supuestos, la bolsa puede bajar o bajar. Pero dado que el lunes se habrá reducido parte de la incertidumbre que lastra las cotizaciones, no se debe descartar que los índices progresen.
La inversión en bolsa no deja de ser una apuesta y por lo tanto es fundamental la gestión del “bankroll”. Las situaciones como las que se van a dar en las próximas sesiones son más frecuentes de lo que podría parecer: la prioridad es no perder el control del “bote” por utilizar la nomenclatura estratégica del póker. No se trata de “ganar” la mano sino de estar en disposición de aprovechar un arbitraje beneficioso si se presenta la oportunidad. El próximo lunes, lo más probable es que muchos gestores profesionales y aficionados pierdan el control de sus inversiones. ¿El motivo? La incertidumbre perversa.
En una escala inversa de 5 a 0, el escenario más positivo para los inversores es improbable. El Ibex lo cotiza a 18.000 puntos, a la par que el Dow Jones. Pero no es imposible y hay que estar muy atentos a las pistas que podría dejar el mercado. El siguiente supuesto, relativamente positivo, cotiza sin prisas unos 3.000 al alza desde los niveles previos de mayo. Existe un escenario cebo, popularizado por los gestores de fondos con la ayuda de los medios de comunicación, que no es excesivamente beneficioso aunque se recuperarían unos 1500 puntos. El nivel 2 de la escala y el 1 con mayor motivo, provocarían fuertes pérdidas en los dos primeros meses de 2016, hasta barrer los mínimos. Pero el escenario 0, es el más interesante de todos, el Premio Gordo de Navidad, y en el caben desde el figurado hasta el sentido literal.
Belge. Diciembre 2015
Aleatorio es un concepto que incorpora una notable dosis de incertidumbre perversa, que las Leyes de Murphy intentaron definir de modo gráfico y humorístico. Todo lo que puede pasar acaba ocurriendo en el momento menos indicado. Por eso mismo, el mono inversor acostumbra a leerse todos los informes de bolsa y las noticias financieras que las empresas filtran a los mercados antes de tirar los dardos.
Lejos de prestar atención al reparto de escaños que producirá el domingo a las 8 de la tarde, deberían analizar cómo influyen los 3 grandes escenarios en la marcha de las cotizadas. Si sale de las urnas un gobierno estable, la bolsa puede subir o bajar. En los otros dos supuestos, la bolsa puede bajar o bajar. Pero dado que el lunes se habrá reducido parte de la incertidumbre que lastra las cotizaciones, no se debe descartar que los índices progresen.
La inversión en bolsa no deja de ser una apuesta y por lo tanto es fundamental la gestión del “bankroll”. Las situaciones como las que se van a dar en las próximas sesiones son más frecuentes de lo que podría parecer: la prioridad es no perder el control del “bote” por utilizar la nomenclatura estratégica del póker. No se trata de “ganar” la mano sino de estar en disposición de aprovechar un arbitraje beneficioso si se presenta la oportunidad. El próximo lunes, lo más probable es que muchos gestores profesionales y aficionados pierdan el control de sus inversiones. ¿El motivo? La incertidumbre perversa.
En una escala inversa de 5 a 0, el escenario más positivo para los inversores es improbable. El Ibex lo cotiza a 18.000 puntos, a la par que el Dow Jones. Pero no es imposible y hay que estar muy atentos a las pistas que podría dejar el mercado. El siguiente supuesto, relativamente positivo, cotiza sin prisas unos 3.000 al alza desde los niveles previos de mayo. Existe un escenario cebo, popularizado por los gestores de fondos con la ayuda de los medios de comunicación, que no es excesivamente beneficioso aunque se recuperarían unos 1500 puntos. El nivel 2 de la escala y el 1 con mayor motivo, provocarían fuertes pérdidas en los dos primeros meses de 2016, hasta barrer los mínimos. Pero el escenario 0, es el más interesante de todos, el Premio Gordo de Navidad, y en el caben desde el figurado hasta el sentido literal.
Belge. Diciembre 2015