Archivos de la categoría Academy

La deflación causa guerras


Decía Galbraith que hay dos clases de economistas: los que no saben nada y los que ni siquiera saben eso.

La Deflación es en esencia un proceso de DES-CONFIANZA y DES-CREDITO . Como tal es característica del proteccionismo comercial.

La inflación, por el contrario, es un mecanismo de ajuste de precios que muchos tienden a confundir con una supuesta Ley de la oferta y demanda.  Del mismo modo que la fiebre refuerza las defensas del organismo, la inflación es una manifestación evidente de la fortaleza de la economía.  Puede afirmarse, sin temor a equívoco, que la inflación nace de la confianza que tienen los agentes económicos en el valor futuro de la moneda.  Un coche de segunda mano se compra porque confiamos en que seguirá funcionando.  El descuento que pedimos es un signo de CONFIANZA, ya que si pensáramos lo contrario, solo compraríamos coches nuevos.

El economista y matemático canadiense Antal Fekete explicó con gran claridad cómo la Deflación y el fin de la Convertibilidad contribuyeron a provocar la Primera Guerra Mundial en una Europa que crecía pletórica y gozaba, paradójicamente, de un momento de PLENO EMPLEO.

Un aniversario olvidado: 100 años  de dinero de curso legal

Por Antal Fekete

“Es muy probable que termine el año 2009 sin que se haya conmemorado el centenario de un evento de gran importancia en la historia y que figura como causa destacada de la Gran Crisis Financiera de este siglo. Este evento fue la llamada “Legislación de Curso Legal” de 1909. Los billetes de banco tanto de la Banque de France como del Reichsbank de Alemania, se convirtieron en moneda de curso legal, primero en Francia y poco después también en la Alemania Imperial. El resto del mundo siguió este ejemplo. De esta forma es como se pudieron eliminar todos los obstáculos para poder comenzar a financiar la inminente GM-I mediante créditos, y pasar a la consiguiente monetización de la deuda mediante billetes de banco. Sigue leyendo La deflación causa guerras

Inflación + deflación+ manipulación de los índices=tipos negativos


Por ser agosto, la noticia más sorprendente de la actualidad económica ha pasado desapercibida. El 28% de los bonos que se emiten ofrecen tipos negativos.  Han transcurrido poco más de 20 meses,  lo que permite anticipar que antes del 1 de enero de 2018 el 50% de los bonos ofrecerá rendimientos negativos.  Es la mayor manipulación de la Historia. Los tipos negativos son, obviamente, esos aprendices de brujo que están utilizando la política monetarista para provocar un cuadro macroeconómico inédito: inflación, deflación y estancamiento económico.  A diferencia de la estanflación de los 70, en esta ocasión son los Bancos Centrales los que están induciendo el envilecimiento de la moneda en beneficio exclusivo de unos pocos países.

El IPC de agosto en España mantiene sus registros negativos, lo que es una manera cómoda de mantener los salarios reales en niveles de los años 80. El INE utiliza la técnica del salchichón, analizando la evolución de los precios mes a mes.  Es fácil llegar a la conclusión que el niño ha crecido menos de la mitad si le mides día a día en la pared.  Para los padres,  seguirá siendo su bebé casi hasta que se vaya de casa a hacer la mili en alguna Universidad extranjera.

Si medimos la inflación analizando precios antiguos anotados en la pared, constatamos que han pasado 10,20, o 30 años de golpe. El paquete de café que valía 45 pesetas ahora nos cuesta 1,35 euros de oferta.  Ese 500% de subida no es el raquítico 4% que reflejan las estadísticas oficiales. El método será científico y riguroso, y nadie duda de la profesionalidad de los técnicos del INE, pero moverse se mueve.  500% de incremento son un 8,4% medio en 20 años,  un 6,7% en 25 años y un 5,5% en 30 años. El botellín de cerveza que costaba 6 pesetas en la barra del bar hace 40 años, hoy nos supone un esfuerzo mínimo de 1,3 euros. En términos reales, es una inflación compuesta del 9,4%, incluyendo en la ratio cualquier supuesta regresión a la media.

Es cierto, que la composición de la cesta varía con el paso del tiempo, y no es lo mismo un Golf GTI de 1991 que la serie B de Mercedes en 2016. Por 2 millones de pesetas podíamos presumir de un coche de moda tope de gama y hoy necesitamos 36.000 euros para dar envidia a los vecinos. Es una inflación del 4,5%, sin tener en cuenta menudencias como la mayor depreciación del bien. Y en términos de poder adquisitivo real, la cosa no mejora. La joven criatura que soñaba con aparcar el Golf a la puerta del bar ganaba, de media,  15 pagas de 150.000 pesetas netas al mes. Con un salario de Grupo B o C se era clase media incipiente.  20.000 euros brutos anuales hoy no dan de sí para vacilar con un coche.  En términos reales, el poder adquisitivo es mucho menos de la mitad.

La cosa se empezó a torcer hace unos 20 años, cuando los sindicatos pactaron con el gobierno “trucar” el IPC oficial para evitar el supuesto efecto de doble ronda que suponía indexar los sueldos a la inflación prevista en los PGE. Acordaron pagar a los pensionistas una paga de compensación en enero por las desviaciones que se dieran, excluyendo al resto de asalariados. Patética casta de privilegiados preocupados por el valor menguante de sus rentas muertas, mientras ya se cernía en el horizonte la amenaza deflacionista.  Y la Deflación llegó.

Más que de la Deflación y del Endeudamiento, los tipos negativos son un indicador adelantado del nivel de Proteccionismo alcanzado en la economía y en el comercio. Mucha gente los confunde, al considerar que son solo un paso más, pero los tipos de interés negativos no son tipos 0. Decíamos, hace ya 20 años, que la Codicia lleva a los Rentistas a promover políticas monetarias deflacionistas, y la Deflación conduce al Caos. Los que se reían, y presumían de conocimientos, hoy han hecho mutis por el foro.

Desde INLUCRO podemos vaticinar donde nos lleva la lógica del cuadro macroeconómico. Con un 65/70% de bonos en terreno negativo, pueden desencadenarse muchas circunstancias políticas y financieras. Lo que los economistas ignoran y descubrirán con 2 o 3 años de retardos, es que los tipos negativos no son como los tipos positivos al revés.  Puedes sudar más o menos a 20 o a 40 grados, pero estarás igual de mojado si te metes en la bañera o te tiras a la piscina. Dicho de otro modo:  se pueden arbitrar posiciones financieras entre el 0 y el 3%, pero  carece de sentido hacerlo, por ejemplo, entre el -3% y el -1%.  Pero como nos ocurrió cuando concluíamos el Teorema Tricheto, no queremos adelantar el maravilloso mundo que se nos viene encima.

© Belge. 12 agosto 2016.

Sesión de bolsa en tiempo real


Existen al menos dos maneras fundamentales de analizar una sesión, para conocer lo que está pasando o para intentar ganar dinero,  y no son necesariamente contradictorias.  Muchos pequeños inversores se acomplejan porque lo que  analizan nunca lo consiguen traducir en una operativa acertada.  Lo primero que deben hacer, por lógica, es tomar consciencia que se trata de dos actividades esencialmente diferentes.  No es lo mismo poder leer la partida de ajedrez que jueguen dos Grandes Maestros que la capacidad de desarrollar una estrategia que nos permita desplazar las piezas en el tablero con una cierta dignidad.

Para seguir una sesión de bolsa en tiempo real necesitamos algunos conceptos básicos. Lo más socorrido es acudir a cualquier teoría y tomarlos prestados.  La nomenclatura no es tan importante como la relación que establecemos entre las distintas “piezas” que vamos a usar.  Si utilizamos, por ejemplo, el criterio de la volatilidad en las cotizaciones, podemos dividir el tablero entre “piezas” de defensa y piezas de “ataque”.  Si , por lo contrario,  usamos un criterio de solvencia, valoraremos el riesgo especulativo de las acciones en función del tiempo y de la oportunidad.

Como en una partida de ajedrez, la sesión se compone de una apertura, de un desarrollo y de un final.  Y, al igual que en un tablero, las aperturas son muchas y muy diferentes.  Su función es facilitar el desarrollo de la sesión, dejando fuera de juego a una parte significativa de los inversores. El tedio, la codicia, el miedo y el sentimiento de culpa son algunas de las fuerzas que se ponen en marcha.

La sesión de hoy, tras meter un poquito de miedo en la apertura, viene protagonizada por algo que está ocurriendo en el sector bancario. Inlucro.org fue la primera, usando su propia herramienta, en dar la primicia de la fusión entre Popular y Sabadell. Hoy el movimiento es espectacular. Para quienes entraron en Popular en la zona de 1,12 euros, la ganancia va a ser espectacular.  Especialmente si se confirma que las distintas fuerzas catalanistas ponen el cazo a cambio de apoyar unos Presupuestos Generales del estado en beneficio suyo.

Los funcionarios especuladores del BCE están condicionando de un modo decisivo el inminente vencimiento de futuros y opciones. Mucho hay por escribir la delgada línea roja que separa la intervención estabilizadora de las instituciones monetarias y la descarnada y bochornosa manipulación del mercado en beneficio de los especuladores alemanes.

El Ibex podría tocar techo en 8780. O no.  Lo maravilloso del Ajedrez es que todos los finales, por técnicos que sean, están abiertos. Importa el reloj.  ¿De qué depende de que un escenario predecible y probable se cumpla? La respuesta es obvia: de la estrategia diseñada.  La maravillosa y eterna cita de Capablanca  nos debe servir para recordar que el control de la imagen que proyecta el “jugador” es una de las “piezas” más importante del tablero.

(11h10) Cuando se llega a un punto en que todos los escenarios son posibles, lo más probable es que acabe ocurriendo lo menos probable.  El rango que se ha abierto ayer entre 8465 y 8545 encierra mucho riesgo. Desde ahí cabe dos escenarios completamente opuestos, que luego se llenaran de dibujitos técnicos oportunistas.  El Ibex puede seguir ahí 2 o 3 horas.  O más tiempo.

(11h30) El pasado 27 J  inlucro cambió la recomendación general de Trading a Cartera. Nos mantenemos ahí. Pensamos que es aun algo temprano para subir el listón.

(c) Belge

 

 

¿Sabes cuánto te cuesta el coche?


Inflación, deflación, tipos de interés negativos y coste de oportunidad. Pocos economistas tienen la capacidad de explicar esos sencillos conceptos. La Opinión Pública los escucha pero no los entiende. Eso se debe a que los padres no se han  tomado nunca en serio la obligación de explicar a sus hijos el concepto de ahorro.

Para los progenitores del mundo rural – el 50% de la población en el planeta hasta hace poco – el aprendizaje del ahorro es fundamental. Es una habilidad tan básica como el sentido de la orientación en el monte o la intuición del agua. El coste de oportunidad – que diría Jean Paul Sartre – no se entiende sin el concepto de “rareté”, de escasez, exclusividad, etc.

Una sencilla fórmula matemática permite conocer cuanto nos cuestan realmente las cosas cuando la factura F es recurrente y periódica.  F x (1,i^n-1) /i…Siendo i el tipo de interés mensual (o coste de oportunidad) y n el periodo de meses comprendido en el periodo analizado (50 años= 600 meses).

Un coche, que nos costará de media 600 euros al mes,  tiene un COSTE REAL de:  600 x (1,001^600-1)/0,001=492.943,56 euros.  Lo mismo que el alquiler de un piso, que nos cueste 600 euros al mes.

Lógicamente, como ha adivinado el sagaz lector de www.glass.net, no todas las personas que están en el mundo laboral ganarán una suma de 500.000 euros a lo largo de su vida profesional, y mucho menos 1 millón de euros para pagar el alquiler y el coche. Y no digamos ya dos coches.  Un empleado tipo que tenga la suerte de haber cotizado 30 años y haber cobrado 1,200 euros netos al mes, habrá generado una suma de: 1200 x (1,001^360-1)/0,001= 519.685,93 euros.

Con este sencillo ejemplo, y un poquito de reflexión personal, es fácil averiguar lo perverso que son los tipos negativos (monetaristas y deflacionistas) y muchas de las teorías económicas que predican demagogos e integristas religiosos.  Si a la gente le hurtan el sagrado derecho al ahorro, la están reduciendo a la esclavitud.