Cuando entra en vigor el Tratado de Maastricht, el 1 de enero de 1993, España era un país feliz. Acababa de pagar la gran juerga de los JJOO y celebraba “por fin” ser un país europeo. La resaca de aquel saqueo presupuestario, que nunca se auditará, duró casi 3 años. Por suerte, son tantos los datos y testimonios, que no bastan 20 años de manipulación ideológica y matraca mediática para borrar la memoria de los hechos económicos y sociales que conserva cualquier ama de casa.Entre 1993 y 1996, un contribuyente que ganara 1 millón de pesetas brutas (6000), el SMI de la época, tenía que pagar a Hacienda 250,51 euros, el 4,17% como tipo medio efectivo. Ajustándose el cinturón, le daba para pagar todos sus recibos, sus impuestos, el alquiler o la hipoteca, alimentarse y desplazarse.
Presupuesto de Gasto Básico de los Hogares 1996- 2016
| Gastos Básicos | 1993-1996 | 2016 |
|---|---|---|
| Alquileres | 3.000 euros | 7.000 euros |
| Alimentación | 1.000 euros | 3.000 euros |
| Transporte | 1.000 euros | 3.000 euros |
| Agua & Luz | 200 euros | 500 euros |
| Teléfono | 200 euros | 800 euros |
| Calefacción | 350 euros | 1.500 euros |
| IRPF | 250 euros | 1.800 euros |
| TOTAL | 6.000 euros | 17.600 euros |
| Hipoteca | 6.000 euros | 5.000 euros |
| Déficit/SMI | 0 euros | – 8.500 euros |
Desglose del gasto
Se produjo un incremento de la producción y del consumo, especialmente de acero, también de carbón y del petróleo por el auge del automóvil y de la aviación. Aumentó el consumo de la electricidad, la producción de materias primas como el aluminio, etc. En general, del 19 al 29 la produccción mundial se multiplicó por tres. La electricidad fue uno de los grandes sectores en expansión en los grandes países industriales, especialmente en Estados Unidos. La expansión de la producción y el consumo en general muestran la supremacía de Estados Unidos y la recuperación de Alemania a pesar de la gravedad de la situación económica interna y el peso de los pagos de las reparaciones de guerra.La expansión se cimentó en nuevos métodos de trabajo basados en la estandarización, el ejemplo más destacable fue en la industria del automóvil. La nueva forma del trabajo generó angustia en lo social que quedó reflejada en el cine de la época como en «tiempos modernos» de Chaplin o en «Metrópolis» de Fritz Lang, donde se muestra una lucha de clases y la importancia del tiempo en el trabajo. Recuerdo una de las escenas en las que un operario controlaba el tiempo de los trabajadores como si de una lucha se tratase.
Con el auge del automóvil, se potenció la construcción de infraestructuras: carreteras, aeropuertos, etc; y un aumento del negocio de la distribución y fabricación de productos relacionados. Fue una época de progreso tecnológico que facilitó el surgimiento de nuevos artículos de uso doméstico como la radio, refrigeradores, aspiradoras…Las industrias tendieron a concentrarse en «trust», como General Motors, Ford, Imperial Chemical Industries, United States Steel, etc. La concentración de la industrias y las nuevas formas de trabajo incrementarón la producción, todo pintaba estupendamente hasta que comenzó a fallar la demanda y los productos comenzaron a almacenarse aumentando los «stocks», reduciendo el empleo y cayendo los precios por falta de demanda.Antes de que estallara la crísis se produjo una estabilización de las monedas que favoreció el comercio y la producción aumentó en los felices años 20, llegando en el 25 a una producción similar a los niveles de preguerra en carbón, hierro y acero; mientras que el petróleo, la seda artificial y los aparatos eléctricos subieron con fuerza. A partir de 1925 se fueron acumulando en «stock».Este artículo se publicó por primera vez en: