El PSOE está jugando a engordar las expectativas en torno a Ciudadanos. Susana Díaz adelantó las Autonómicas para medir la erosión que sufre el PP de cara a anticipar las Elecciones Generales. En esta ocasión, ni siquiera le preocupa el impacto que pueda tener la corrupción generalizada en el reparto de escaños. Aunque los cocinillas del CIS y los pinches de Ferraz le hayan regalado a la Presidenta andaluza 7-8 diputados, el PSOE y Podemos van a sumar cerca de 60 diputados. Y lo que es más importante: no existe posible alternativa que pueda evitar un gobierno en solitario. Con 37-38 diputados, y el apoyo de Podemos, Susana Díaz seguirá al frente de la Junta de Andalucía.Lo que de verdad temen socialistas y podemitas, es un inesperado retroceso de Ciudadanos. En términos de quiniela, el 2 sería un fuerte crecimiento de VOX en detrimento del partido catalán, al margen de que el PP retroceda ligeramente, crezca o se mantenga. Significaría que está empezando a cambiar el escenario político que idearon en Barcelona hace unos años.En sentido opuesto, el 1 fijo en el boleto electoral sería un marcado crecimiento del Partido de Albert Rivera en detrimento del PP. En ese supuesto, tendríamos Elecciones Generales en marzo de 2019, con la ayuda de ERC y el burdo pretexto de no poder aprobar los Presupuestos Generales del Estado. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tendrían prácticamente garantizadas la mayoría absoluta en el Congreso y en el Senado, presentando listas conjuntas en varias provincias. Juega a su favor la escasa cultura política de una de las jóvenes generaciones de votantes menos preparada de la Historia de España.Pablo Casado se enfrenta a un verdadero reto en Andalucía, con pocas herramientas para frenar el voto puritano y marxista. En las recientes primarias, Andalucía apoyaba la candidatura noña de Soraya Saez de Santamaría y evidenciaba hasta qué punto el PP desperdició una oportunidad histórica única en 2012. En Andalucía, Cataluña y País Vasco, el cambio político es improbable. Es casi imposible que cambie el Régimen Nacionalista y Socialista que idearon los Padres de la Constitución, por más que los jóvenes cachorros de ese régimen político que dura 40 años se presenten como víctimas del sistema.