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1986 – 2022: Balance de una era de progreso puritano


En el año 2000, Juan Velardes Fuertes coordinó y publicó “Historia de un esfuerzo colectivo: Cómo España superó el pesimismo y la pobreza”. Es un trabajo excepcional que describe el momento de euforia económica y social que vivían los españoles a punto de entrar a formar parte de la Unión Monetaria. 20 años después, las cosas han cambiado. Los hechos son tozudos y no necesitan adornos retóricos. Son como esos golpes contínuos que lanzan los boxeadores al contrincante, un asalto tras otro, hasta que baja la guardia. La realidad desgasta la memoria. Gracias a todas esas estadísticas, hoy podemos valorar la marcada involución que padecemos.

Desde que el Reino de España se preparaba para entrar a formar parte de la CEE, con 30 años de retraso, su población residente ha crecido un 25% pero la mortalidad se ha disparado un 66%. Asimismo, la natalidad se ha desplomado casi un 40%. La renta media anual, calculada en euros, son 14 pagas mensuales de 500 euros brutos, que dan para vivir, pagar impuestos y ahorrar algo de dinero. Llenar un depósito de 50 litros de gasóleo costaba 3000 pesetas (18 euros). Resolviendo una ecuación básica, 7000 euros de 1986 equivalen a 42000 euros actuales.

El Presupuesto de la Seguridad Social asciende a 4 billones de pesetas (24.000 millones de euros) y la Deuda Pública, a 1,089 billón de pesetas (6600 millones de euros): da idea de la magnitud exacta de un monto consolidado de 12.241.769.661.000 pesetas del Presupuesto General del Estado. La educación pesaba poco más del 4% y el Plan General de Carretera contemplaba una inversión plurianual de 800.000 millones de pesetas para incrementar en 5700 km la Red de Autopistas y Autovías. El mapa de carreteras lo componían entonces 155.000 km asfaltados, pero – paradójicamente – la Red de vías convencionales se ha reducido en más de 3000 km en los últimos 36 años.

En 1985, la Inflación Oficial medida con los criterios del INE era el 8,8%. No volvió a superar ese registro hasta 2022. Había 3 millones de parados en el INEM y la temporalidad era inferior al 18%. El sueldo de un funcionario del grupo A, sin trienios, era de 1.225.000 pesetas al año. El de los grupos D y E, aproximadamente, la mitad. El personal al servicio de las Administraciones Públicas ascendía oficialmente a 1.526.026 personas.

La extraña relación que se observa entre el incremento del número de funcionarios y de empleados públicos al servicio de las Administraciones y el mayor número de parados registrados tiene una explicación sencilla: los cursos de formación.

 

Presupuestos Generales Asignación 1985 (Euros) Asignación 2019  (Euros)
Justicia 510.199.860 1.780.744.410
Defensa 3.644.168.776 8.400.561.540
Seguridad Social 26.121.115.460 17.296.740.170
Sanidad 6.465.025.874 4.253.251.860
Educación 3.136.166.679 2.581.904.730
Agricultura 2.174.720.608 7.500.180.830
Industria 916.725.193 5.768.827.920
Transferencias a CCAA 6.226.980.888 49.510.401.920
Deuda Pública 6.545.079.093 31.547.483.770
Total 73.574.517.450 368.369.027.860

A finales de 1985 la Deuda Pública de las Administraciones superó, por primera vez, el listón de los 10 billones de pesetas (6.010 millones de euros). 36 años después, ascendía oficialmente a 1.427.235 millones de euros (237.471.922.737.000 pesetas). Representa una inflación anual equivalente al 16,36%.En ese mismo periodo de tiempo, la Deuda de las Familias (Consumo, Pasivos Comerciales e Hipoteca) se ha multiplicado por 10, hasta alcanzar los 720.000 millones de euros.

La gran transformación que nos prometían los iluminados puritanos ha resultado ser exclusivamente ideológica y religiosa. España no ha mejorado ningún registro previo, ya fuera económico, empresarial o financiero. Las familias españolas ganan menos dinero, tienen menos poder adquisitivo y, en general, son más pobres. Están más endeudadas y tienen menos hijos que en 1985.

La moraleja es tan triste como evidente: Tras 50 años de “progreso” puritano, España ha dejado de ser una nación temida, sino respetada, para devenir el hazmerreír político y económico de Europa.

© Belge

¿Por qué se ha reducido la Esperanza de Vida en España?


Tabla 1: evolución de la tasa de mortalidad por franja de edad

Edad 1981 1990 2000 2010 2015 2021 2022
00-14 0,3139 0,3209 0,2345 0,1904 0,2598 0,2766 0,2927
15-44 0,9719 1,2061 0,9299 0,5823 0,4741 0,4763 0,4834
45-64 6,6111 6,1868 5,0150 4,1565 3,9613 3,8282 3,8046
65-74 25,531 21,333 17,894 13,783 13,244 13,858 13,837
75-84 71,385 59,875 59,177 40,435 41,821 38,194 37,823
+85 188,95 177,96 163,34 136,88 141,46 135,06 141,95
Total 7,7688 8,5727 8,8866 8,2050 9,1532 9,5942 9,7964

Tabla 2: evolución de la mortalidad por franja de edad

Edad 1981 1990 2000 2010 2015 2021 2022
00-14 3011 2432 1407 1320 1824 1848 1956
15-44 15203 21032 17534 11697 8927 8238 8362
45-64 55322 52588 44634 47691 49889 53596 53270
65-74 68218 67221 68162 51085 56910 64856 64710
75-84 96867 107596 128083 120093 124169 114583 113186
+85 51962 79370 108458 138045 185040 211502 222139
Total 290583 330239 368278 369931 426759 454622 463720

Fuente: Estadísticas actualizadas del Censo de población del INE y del Instituto de la Salud Carlos III

La Esperanza media de Vida creció en España y en otros países católicos hasta el año 2010. A partir de ese momento, se produce una inflexión notable, más o menos acusada según las regiones y la franja de edad. Se tiende a explicar que el marcado envejecimiento de la población incide negativamente en la tendencia, pero es solo parte de la verdad estadística. Y de hecho, lo que se observaba hasta hace poco en los países católicos es que la población de ancianos crecía más deprisa que su correspondiente tasa de mortalidad. Más jubilados y con mayor esperanza de vida saludable.

¿Qué pasó en 2010 para que cambiara la tendencia de forma tan abrupta? Hemos escrito un libro (La Sociedad Rota) para intentar documentar y explicar de forma amena lo que los Fondos de Inversión y las Aseguradoras anglosajonas llaman “riesgo de longevidad excesiva”, pero en esta ocasión el enfoque es dejar que las cifras hablen por sí solas.
Manipulaciones estadísticas al margen, ordenadas por el gobierno para ajustar la realidad a su relato ideológico y su ejercicio del poder, se aprecia la clara involución de la última década. Ni siquiera la fuerte inmigración de personas relativamente jóvenes y sanas altera esa tendencia a medio plazo. Excepto entre los 15 y 45 años, la mortalidad ha repuntado con fuerza desde 2009-2010.

En lo que va de año, han fallecido en España 263.000 personas. Son 26.000 más que en el mismo periodo de 2021. En algunas CCAA como Madrid, Castilla y León o Castilla La Mancha, el exceso de mortalidad en el mes de julio roza ya el 100%. No existen precedentes de registros estadísticos tan malos. Se está reduciendo la Esperanza de Vida a ojos vista, a pesar del progresivo envejecimiento de la población jubilada. Mayores

Desde el punto de vista actuarial, las “pandemias” de Gripe Aviar y Coronavirus han resultado providenciales para contener el Riesgo de Longevidad Excesiva. De haber seguido elevándose la edad de supervivencia al ritmo de los años 90 y de la primera década del siglo XXI, es probable que muchas Aseguradoras y Fondos de Pensión se hubieran visto abocados a suspender pagos tras la Crisis Subprime.

La segunda derivada de la crisis sanitaria es aún más perversa, por previsible que fuera su lógica. La mejor manera de “reducir” dicho riesgo, de un modo significativo, es “dinamitar” el Estado del Bienestar que los salvó en 2008 y asumir sus funciones. A menor calidad de vida y mayor pobreza, menor Esperanza de Vida Saludable. Más que una triste paradoja, es la genuina ilustración del viejo dicho castellano: Cría cuervos y te sacarán los ojos.

¿Existe el Derecho al Aborto? El Índice Durkheim


La reciente sentencia del Tribunal Supremo en EEUU sobre el derecho al aborto ha reavivado el rescoldo de un debate artificial. Uno de los tantos que gustan a los marxistas para asentar sus dogmas. “No hay negocio más lucrativo que luchar por derechos que ya se tienen, en nombre de opresiones que ya no existen”. Lo que decía Thomas Sowell, el economista americano, es extensivo a todos los victimismos que disfrazan de derechos universales las obligaciones y servidumbres que las minorías imponen a las mayorías: Érase una vez un lobito bueno al que maltrataban todos los corderos, érase también un príncipe malo, una bruja hermosa y un pirata honrado.

El fallo de la Corte Suprema corrige una sentencia de 1973, que reconocía el derecho constitucional de los negros y de los pobres a no tener una descendencia innecesaria. Es tardío. En China, el Comité Central del Partido Comunista puso fin en 2015 a la Política del Hijo Único. El Derecho Universal de las mujeres a no alumbrar niñas, que se prolongó durante casi 40 años, no impidió que China duplicará su población.

En la lógica feudal que emana de la Revolución Luterana, es tan extraño reconocer derechos a las siervas sometidas como preguntar a una vaca nodriza si quiere parir. El Señor del Castillo ejerce el derecho de pernada sobre los cuerpos e impone el Credo Oficial, del mismo modo que el ganadero cuida de sus reses y administra su explotación. Los puritanos nunca ocultaron que su preocupación por la mejora de la raza nacía de esa lógica ganadera. Producían soldados y esclavos en exceso, era su deber seleccionar los mejores especímenes.

El victimismo y los empleados de correos llevaron a Joe Biden a la Casa Blanca, pero las cosas están cambiando en EEUU. En un futuro no muy lejano, los hijos de los chicanos del Sur y demás emigrantes serán mayoría sociológica. La población anglosajona y escandinava está envejeciendo y pesa menos del 3% en todo el planeta. El aborto de los pobres empieza a ser un lujo.

La alternativa solvente a la lógica capitalista de los puritanos siempre ha existido. De hecho, un siglo después, las tesis de Emile Durkheim siguen en pie, tan válidas como el primer día, mientras que los escritos y reflexiones de Max Weber suenan panfletarios y deliciosamente trasnochados. Hoy nadie se atrevería a sostener que exista una “ética” protestante que pueda justificar todos las hecatombes y genocidios perpetrados por los puritanos en su delirio imperialista.

Propongo la creación de un Índice Durkheim, como homenaje al excelso científico francés. Toda sociedad humana puede definirse y perfilarse, de un modo sencillo, por la conjunción de sus tasas de mortalidad: homicidios, suicidios y abortos. Es así porque, a diferencia de guerras, pandemias y exterminios varios, dichas ratios son consecuencia directa de decisiones individuales que comprometen la libertad.

Comparación de las sociedades por tipo de religión

 

Protestantes Población Homicidios Suicidios Índice Durkheim
EEUU 330 MM 20.000 45.000 200/MM
Escandinavia 30 MM 300 4.000 140/MM
Reino Unido, Irlanda 70 MM 1.000 6.000 100/MM
Alemania, Holanda 100 MM 1.000 13.000 140/MM
Sudáfrica 60 MM 23.000 1.000 400/MM
Australia, Nueva Zelanda 30 MM 400 3.500 130/MM
Total 620 MM 45.700 72.500 190/MM

 

Católicos Población Homicidios Suicidios Índice Durkheim
España 47 MM 350 3.500 80/MM
Italia 65 MM 400 4.000 65/MM
Francia 65 MM 800 8.500 140/MM
Portugal 13 MM 100 1.000 85/MM
Polonia 40 MM 250 4.000 80/MM
Total 230 MM 1.900 21.000 100/MM

 

Islámicos Población Homicidios Suicidios Índice Durkheim
Marruecos 37 MM 600 2000 70/MM
Argelia 44 MM 500 1500 45/MM
Túnez 11 MM 300 600 80/MM
Egipto 100 MM 2200 2400 45/MM
Arabia 35 MM 400 1500 55/MM
Turquía 85 MM 2500 2000 55/MM
Total 227 MM 6500 10000 70/MM

 

Budistas Población Homicidios Suicidios Índice Durkheim
China 1400 MM 9500 135.000 105/MM
Japón 125 MM 400 20.000 165/MM
Camboya 20 MM 400 1.800 110/MM
Tailandia 70 MM 2500 10.500 185/MM
Vietnam 100 MM 1200 6,500 75/MM
Birmania 55 MM 1000 2.200 60/MM
Total 1770 MM 15.000 176.000 105/MM

 

El Índice Durkheim pone en evidencia la influencia del marxismo en diferentes tipos de sociedades tradicionales . 

Para completar el análisis, solo queda por mostrar la evolución de las políticas de DESNATALIDAD en función de la religión  a lo largo de los últimos 50 años. 

Religión Población Índice Durkheim Índice Fecundidad  Variación
Protestantes 620 MM 190/MM 1 0%
Católicos 230 MM 100/MM 1 -50%
Islamistas 230 MM 55/MM 3 -50%
Budistas 1770  MM 105/MM 1,5 -65%

Periodo 1972 – 2022

Amenazados, con un Índice de fecundidad mínimo, los puritanos se las ingeniaron para imponer agresivas políticas de desnatalidad en el resto del mundo, con más o menos éxito, en función del grado de penetración de la ideología marxista. El resultado es impactante.  Y la correlación, indiscutible e inapelable: los países con mayor natalidad natural son los que menos homicidios y suicidios registran. Tal y como predijo Durkheim.

En sentido inverso, los países puritanos o contagiados de marxismo luterano, han tenido que suplir los efectos provocados  por la caída de la natalidad favoreciendo una inmigración desregulada. La mayor anomía se traduce en un fuerte incremento de homicidios, abortos y suicidios.

¿De parte de quién está el Diablo?


Guste o no, Vladimir Putin nos ha hecho un favor a todos. No me refiero a los casi 1000 civiles muertos en el este de Ucrania, que ya serán más, sino a esa mayoría silenciosa pastoreada por periodistas a sueldo. Los columnistas de PFIZER nunca lo entenderán pero la realidad es tozuda. “La guerra es la continuación de la política por otros medios” dejó escrito Carl Von Clausewitz cuando la ciencia de la cronología ocupaba un lugar en los planes de estudio. Lo que viene a decir es que se negocia cuando se puede y se pelea cuando se debe.

El Destino es caprichoso y eligió a Donald Trump para restañar heridas y reconducir las relaciones con el Kremlin. Lo dejó cantado Sabina. Cuando menos se espera, va el Diablo y se pone de nuestra parte. El deslenguado líder de los Republicanos rebajó la tensión bélica en Siria y en Dombás y con ello salvó miles de vidas. Si alguien mereció nunca el Premio Nobel de la Paz ese fue, sin duda, el “odiado” Trump. Qué extraño todo.

La doble lealtad de los periodistas españoles, que se deben por igual a PFIZER y a La Caixa, no les ha impedido tomar partido en la Guerra de Ucrania. Los más tontos y venales se inventan poses y términos “woke”, al gusto de la Internacional Puritana, para hacer olvidar sus equidistantes artículos sobre el País Vasco y Cataluña. Pero las minorías rusas en Ucrania nos brindan una valiosa lección de Historia: durante los 8 años que ha durado el conflicto, se han mantenido firmes en primera línea de fuego. Lo más fácil siempre es esperar a que vengan los refuerzos a sacar las castañas del fuego. Que se lo digan al pueblo saharauí, que se puso de perfil cuando le tocaba “elegir” seguir siendo parte de España.

La Revolución Puritana ha derrapado en el Este de Europa. Primero fueron Polonia y Hungría, en defensa de sus valores, y ahora es Ucrania, meando fuera del tiesto. La falta de química personal entre Biden y Putin ha dado alas a las facciones más radicales y absurdas. Que los planes estratégicos del Imperio de la Triple A no eran esos lo evidencia el brusco giro de 180 grados en la política de vacunación forzosa e implantación del Pasaporte Sanitario. El ostracismo y el señalamiento de los disidentes han cesado de golpe en pos de lograr la Unión Sagrada de la Patria contra el Ruso.

Suena a chiste, pero es tan real como la nueva normalidad nazi que padecemos desde hace dos años: el coronavirus ha devenido gripe de toda la vida de un día para otro. Los médicos ya no deben informar y los pacientes contagiados ya no deben guardar cuarentena. Mueren en exceso los mismos o más que en 2020 y 2021, pero ahora el gobierno ha decidido que ya no es necesario contabilizar las defunciones. Los prolegómenos de la guerra proteccionista por el control de la anglobalización han finalizado y ahora toca excitar y movilizar al populacho.

© Belge