Desayunar como un príncipe, comer como un burgués, cenar como un mendigo. Traemos a colación este análisis publicado en El Mundo, que recuerda el refranero castellano, porque se puede extrapolar a muchas otras facetas de la existencia y del pensamiento económico y es fácil de comprobar de forma empírica. Se trata de cambiar la manera de enfocar los problemas.“¿Qué instrumento de medida deberías tener siempre a mano cuando te propones perder peso? Si lo primero que se te ha venido a la cabeza es la báscula, te equivocas. Hablamos del reloj. Porque decidir a qué hora comes es más importante que andar pesando ingredientes y sumando calorías. Es más, basta cambiar la hora del desayuno y la cena para causar estragos en tus depósitos de grasa corporal.Para demostrarlo, Jonathan Johnston y sus colegas de la Universidad de Surrey (Reino Unido) diseñaron un estudio piloto con nueve adultos con un peso estable y sin problemas médicos importantes. La única pauta dietética que les dieron fue retrasar su desayuno una hora y media, y adelantar la hora de cenar otros 90 minutos durante más de dos meses. Una medida que en la jerga se conoce como restricción de horarios de alimentación (TRF por sus siglas en inglés). Por lo demás, podían comer lo que quisieran. Sigue leyendo ¿Cuál es la mejor dieta para adelgazar?→
Rescatamos, por su interés y actualidad, un hilo abierto por Arnelas en Twitter, al calor de la polémica provocada por el derecho a la huelga del colectivo de taxistas. Al margen de casos particulares y circunstancias, la batalla del Taxi encierra una bonita metáfora sobre la deriva que está tomando la anglobalización.“La ilustrativa historia de Unión Pacific y South Pacific. Por Arnelas.La gente que pide que desaparezcan los servicios regulados, en realidad no sabe lo que pide. Los servicios que son regulados lo son porque son servicios que se consideran básicos y se pretende que todo el mundo tenga garantizado el acceso al servicio.Un ejemplo es el servicio de Correos. Si sólo hubiese empresas privadas de mensajería habría muchos lugares de difícil acceso, despoblados, etc… sin servicio de correo. Otros ejemplos: la luz, las farmacias, los estancos,…Algunos servicios acabaron siendo públicos o regulados porque la libre competencia no garantizaba el “servicio universal”
En los mentideros vallisoletanos suena fuertemente Fernando Bécker como sustituto de Luis de Guindos.http://www.elnortedecastilla.es/economia/fernando-becker-deja-20180207142945-nt.htmlSaludos.