tripartit

La Orquesta del Titanic

¿Qué va a pasar ahora en España? Es la pregunta que todos me formulan. La España Feudal que se nos viene encima ha salido de las urnas. Cuando parecía que se despejaba el horizonte, nos hemos metido de lleno en la tormenta. El Destino siempre reclama su parte del botín. A los incautos que reprochan a Mariano Rajoy no haber posibilitado, con su dimisión, una eventual investidura alternativa, hay que recordarle que Adolfo Suárez sí dimitió tras un Golpe de Estado, pero eso no impidió que el gobierno transitorio de Calvo Sotelo facilitara al Psoe de Felipe González gobernar España durante 15 años.

Entre 4 de marzo de 2012, fecha del Pronunciamiento de Jordi Pujol, y el 1 de junio de 2018, día en que culmina el Golpe de Estado contra Mariano Rajoy y el PP, fueron transcurriendo 6 años y 88 días de oposición desleal, trabas, querellas judiciales, sabotaje de la acción de gobierno y demagogia social. Si añadimos el tiempo que Pedro Sánchez ha okupado la Moncloa hasta el 28 de abril, la soterrada contienda ha durado 2680 días. El 15 de Mayo se cumplirán 8 años desde que la coalición de los griegos mandó a sus huestes a asaltar el Cielo. Y al final, lo han conseguido.

Conviene recordar los hechos y las pautas del pasado para entender lo que va a ocurrir ahora, y lo que implica la caída de Troya. Los soldados del PP que no huyan serán pasados a cuchillo por la coalición victoriosa de griegos y alemanes. La debacle del PP en las elecciones municipales y autonómicas es inevitable, y cantada está la desbandada. El Golpe de Estado urdido en Barcelona contra Adolfo Suárez tenía como finalidad acabar con UCD y el Golpe de Estado que ahora se juzga en el Tribunal Supremo tenía como principal objetivo acabar con el PP.

El nuevo modelo productivo que nos venden, ya lo venían prometiendo desde 2007, al dictado de la Canciller Ángela Merkel, y trajo la quiebra económica y financiera de España. Esta vez no va a ser diferente, sino más rápido. La Economía española en 2019 no tiene la fortaleza ni reservas que tenía en 2007 para soportar 7 años seguidos de crisis. El negocio del control social y de la esclavitud tiene las patas muy cortas. Cualquier subida de impuesto para contentar al amo alemán va a originar una caída continuada de los ingresos fiscales en España.

Conociendo la “retórica” de los mentores de Podemos, más temprano que tarde volverá al centro del debate público la cuestión de la Deuda Odiosa que atenaza a España y limita la acción de gobierno de un “ejecutivo de izquierdas”. Déjà vu. Es la 13-14 que popularizaron Varoufakis y Tsipras en Atenas. Ese podría ser el momento ideal para darle la alternativa al Partido Nacional Constitucionalista Liberal Español de Albert Rivera.

Chanzas aparte, una vez derrumbado el Partido Popular, nada se opone a la Reforma Feudal de la Constitución Española que promueven el Psoe y Ciudadanos, con excusas diferentes. Pedro Sánchez ha explicado ya varias veces que su modelo para Cataluña es regresar a los conceptos y principios del Plan Ibarretxe que frustró el Tribunal Constitucional, probablemente ampliado otras partes del territorio. Siguiendo los planes de Berlín, Bruselas y de los catalanistas, la región de Madrid quedaría redefinida como Distrito Federal. El desencadenante será la quiebra del sistema de pensiones, en dos años, y la necesidad perentoria de implementar reformas urgentes para apuntalar la Administración. La uberización de los mercados en España convierte a la mayor parte de los trabajadores y empleados en potenciales esclavos. Ningún sector se va a librar de la amenaza.

A corto plazo, se va a extender la lógica marxista del odio a todo lo que constituye la identidad reconocible de España. No es nada nuevo, pero afectará a formas habituales de la libertad de expresión y de culto. Van a imponer una Mordaza Ideológica a los Medios y reprimir periodistas con el pretexto de luchar contra el maltrato a las mujeres, el racismo,la homofobia, las falsas noticias y la incitación al odio. Ese clima de sospecha y censura provocará el desplome del Consumo, una mayor deflación comercial y un incremento del paro.

La gran diferencia con 2008, cuando avisamos en términos similares de la crisis que se cernía sobre nuestro horizonte y sus consecuencias, es que en 2019 no se vislumbra un futurible mejor ni para la bolsa ni para la propia sociedad. La sensación de desencanto que se palpa en todos los ambientes huele a derrota y resignación. La Orquesta del Titanic ha empezado a tocar, pero esta vez no hay botes.

© Belge

P.D  La Estafa del Euro explicada a un niño de 6 años es la crónica de ese largo pulso que se ha librado en España desde el año 2002
(Visited 229 times, 1 visits today)

Deja un comentario