Bankia e IRPF. Importante.


Acaba de publicarse criterio de la Dirección General de Tributos sobre el último de los casos, cuando se percibe la indemnización de Bankia y las acciones ya habían sido previamente vendidas. Mi opinión personal, manifestada en este artículo: https://inlucro.org/irpf-2016-quedan-27-dias/ era que había que declarar una ganancia patrimonial no derivada de transmisión. La Administración ha considerado que deben de declarar una ganancia derivada de transmisión por el importe percibido. Consulta vinculante V0818-17: http://petete.minhafp.gob.es/consultas/?num_consulta=V0818-17

Los que hayan presentado declaración haciéndome caso deberán rectificarla, bien mediante complementaria si ha existido perjuicio para hacienda, bien mediante solicitud de ingresos indebidos si el perjuicio ha sido para el contribuyente. Ambas opciones pueden hacerse desde renta web.

Y recordar las otras dos posibilidades a todos, aunque estén en el artículo arriba enlazado:

  • Un juez haya declarado la nulidad de la operación. El inversor devuelve a Bankia las acciones y ésta le restituye el precio de la compra. No tienen efectos en la renta del inversor las citadas devoluciones. Pero que hay que declarar los posibles intereses indemnizatorios, en la base del ahorro si indemnizan un período de tiempo superior al año. Al respecto tenemos la consulta vinculante V4939-16: http://petete.minhafp.gob.es/consultas/?num_consulta=V4939-16 En cuanto a las costas, si Bankia ha sido condenada a su pago, hay que incluirlas en la declaración de renta, como ganancia no derivada de transmisión.

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El Alquiler en España (1)


  1. ¿Cuestión financiera o cuestión ideológica?

En el largo e intenso debate inmobiliario que rebrota en España a partir de 1998, hay que distinguir dos vectores fundamentales. El enfoque financiero, objetivo y aséptico, es muy diferente de todas las cuestiones morales, políticas y económicas, aunque pocos autores hacen el necesario esfuerzo de distinguir lo que es matemática actuarial del resto de aspectos ideológicos que contaminan el análisis.

La “movilidad” es un concepto ideológico que muchos pretenden disfrazar de postulado económico.  En todos los modelos nacidos de luteranismo, y cualquiera que sea el mote que le den al “sentido” de la Evolución, movilidad es sinónimo de “libertad”.  “Movilidad” para toda la cultura anglosajona y protestante de los últimos siglos es un artefacto religioso que se contrapone al concepto socio-económico de “arraigo”.  La “movilidad” es el tótem que subyace en la ideología religiosa de los pueblos nómadas y guerreros que vagan sin rumbo, tal y como la “tierra” es una referencia icónica para todas las civilizaciones agrícolas y ganaderas que cultivan y transforman la naturaleza.

Las profundas razones por la que los partidos de “izquierdas”, de adscripción marxista y luterana, odian la propiedad hay que buscarlas en ese ADN ideológico que hace que los pueblos “nómadas” sueñen con “progresar” hasta a un Destino fabuloso.  El propietario que fija su residencia en un entorno elegido, deja de soñar con alcanzar el horizonte. Crea cultura, crea riqueza, crea tradiciones y fija derechos.  Un pueblo nómada, por definición, es siempre un ejército en campaña, sometido a la Ley Marcial.

Es importante hacer un análisis epistemológico de algunos conceptos para poder rastrear el sentido de algunas argumentaciones y observar cómo determinados conceptos se manipulan para envenenar el agua del pozo.  La vertiente moral del alquiler se usa a menudo para confundir a la Opinión Pública, intervenir el urbanismo y dirigir la política inmobiliaria en España.

El objetivo declarado de muchos de los detractores de la Propiedad Inmobiliaria era conseguir elevar el porcentaje de ciudadanos que viven de alquiler. Los fundadores del Idealista.com, que se significaron en ese debate, se congratulaban en una reciente entrevista que con la fuerte crisis padecida a partir de 2007,  la tasa de alquiler hubiera pasado de un 9 a un 26% en España.

 

  1. Valor actuarial del alquiler en España.

El análisis financiero del mercado del alquiler en nuestro país es apasionante y se debería enseñar en los Institutos cuánto cuesta vivir de alquiler. La fórmula genérica que se usa, para conocer la capitalización de unos pagos periódicos, es relativamente sencilla. Es de tipo:

Cn= A (u^n -1)/i

Donde Cn es la capitalización, A es la suma que se aporta periódicamente,  n es el periodo considerado y la tasa i es el tipo de interés del periodo analizado.

Si analizamos la evolución del alquiler en España entre 1900 y 2017, observamos que un periodo tan dilatado sirve para eliminar el sesgo que acarrean determinadas circunstancias históricas o económicas. En 1900, el alquiler de una vivienda modesta costaba de 5 a 10 pesetas al mes. En 2017, lo más barato del mercado inmobiliario puede rondar los 200-300 euros al mes en el conjunto del país, y el doble en ciudades como Madrid o Barcelona. Representa una tasa de inflación equivalente al 7,5% anual, en línea con la inflación estructural de la economía española, y no proporciona una horquilla de 5 a 10 euros por M2, en función de la región.

Con esos datos, podemos calcular el valor de un alquiler en función del periodo estudiado y de la inflación estimada. Así, una inflación mensual del 0,4% durante 60 años, elevará coste del alquiler de un piso de 60 M2 en Madrid a la bonita suma de:

600 x ((1,004^720)-1)/ 0,004=600 x 4.178=2.506.834 euros.

 

Pero dado que no tenemos el sentimiento del “valor futuro” de la moneda, debemos llegar a dicha intuición mediante un sencillo razonamiento lógico. En efecto, no conocemos que valor tendrán las cosas en un futuro, pero si podemos analizar la evolución de nuestros salarios y de nuestra capacidad para ahorrar.  De entrada, de los 60 años considerado, solo conseguiremos cotizar, en el mejor de los casos, 30 años.  Por otra parte, el incremento de los impuestos y de la inflación reduce nuestra capacidad para ahorrar a menos de un tercio del Ingreso Bruto.

¿Qué significan estos apuntes? En concreto, lo siguiente:  si los salarios crecen en línea con el PIB, un ciudadano tipo que tenga la suerte de trabajar hasta su jubilación habrá capitalizado una cantidad de dinero equivalente a:  Cn=0,33 x 27.000 (1,03^30)-1/0,03.  Esto es: 9.000 x 47,57= 428.178 euros

Siempre podemos analizar, sin conocer que representará el valor futuro de la moneda, el valor de la capitalización de los ingresos salariales en relación a la capitalización del gasto considerado. Si hemos conseguido capitalizar, trabajando, 428.178 euros, y el coste del alquiler es de 2.506.834 euros, una ratio del 17% significa que nos habremos descapitalizado en un 83%. Todo el dinero que hemos ganado y ahorrado durante toda la vida laboral habrá ido a pagar el alquiler mensual.

3.  Generalización del Valor Actuarial del Alquiler

Este sencillo modelo se puede generalizar para demostrar que, en todos los casos,  el abono de un alquiler constante (vivir de alquiler) supera los ingresos que se pueden obtener a lo largo de toda una vida laboral.

Ratio Salario/Alquiler

Capitalización
Ahorro/ Salario
n=30 años
Inflación 3% Capitalización Alquiler 600 euros
n=60 años
Ratio
4.000/12.000 190.301 euros 1.208.400 euros 15,75%
9.000/27.000 428.178 euros 1.208.400 euros 35,43%
14.000/42.000 666.055 euros 1.208.400 euros 55,13%
20.000/60.000 951.508 euros 1.208.400 euros 78,74%

A medida que crece la inflación estructural,  los tramos más bajos del ahorro salarial son más vulnerables al alquiler

Ratio Salario/Alquiler

Capitalización
Ahorro/ Salario
n=30 años
Inflación 4,5% Capitalización Alquiler 600 euros
n=60 años
Ratio
4.000/12.000 244.028 2.049.072 11,90%
9.000/27.000 549.063 2.049.072 26,79%
14.000/42.000 854.098 2.049.072 41,67%
20.000/60.000 1.220.141 2.049.072 59,55%

Enseguida aparece como una gran evidencia que la inflación estructural se come el ahorro futuro, al margen de cual sea el nivel de ingresos.

Ratio Salario/Alquiler

Capitalización
Ahorro/ Salario
n=30 años
Inflación 6% Capitalización Alquiler 600 euros
n=60 años
Ratio
4.000/12.000 316.232 3.803.628 8,31%
9.000/27.000 711.523 3.803.628 18,69%
14.000/42.000 1.106.814 3.803.628 29,08%
20.000/60.000 1.581.163 3.803.628 41,57%

También resulta obvio que ninguna rentabilidad financiera realista permitirá jamás mantener constante el valor de ahorro salarial, con lo que una mayor inflación estructural perjudica SIEMPRE a los que viven de alquiler, sea cual sea su nivel de rentas.   Con una inflación estructural del 7,5% en España, a lo largo del siglo XX, no es recomendable promover el alquiler para abaratar el precio de la vivienda. Es un disparate.

Ratio Salario/Alquiler

Capitalización
Ahorro/ Salario
n=30 años
Inflación 7,5 % Capitalización Alquiler 600 euros
n=60 años
Ratio
4.000/12.000 413.579 7.564.924 5,46%
9.000/27.000 930.594 7.564.924 12,29%
14.000/42.000 1.447.591 7.564.924 19,13%
20.000/60.000 2.067.988 7.564.924 36,58%

Ave Caesar


Abundando en lo que sostiene Belge, el AVE en España es un despropósito, de principio a fin. Para que una línea de AVE sea rentable – perdón, tenga sentido, que luego salen los más radicales diciendo que al ser una infraestructura no se puede hablar de rentabilidad, y tal – tiene que tener un volumen de viajeros estratosférico, que justifique frecuencias de un tren cada diez o quince minutos, y que además estos viajeros llenen el tren a diario y tengan un buen sueldo para poder pagar un precio que al menos se acerque al coste real del servicio.

Ejemplo de AVE de éxito: la Línea Tokaido, que lleva más de cincuenta años moviendo millones de japoneses entre Tokio y Osaka. Pero es que los japoneses, aunque son raritos,  saben hacer las cosas bien. Esta línea se inauguró en 1964.

En España podrían tener sentido (que no rentabilidad, porque ni de lejos se llegaría a soñar con ocupaciones similares a las de la famosa línea japonesa) sólo tres trayectos:

Madrid-Barcelona (como demostración de capacidad tecnológica española)

Madrid-Lisboa (sólo si a su vez los portugueses completan su parte del trazado)

Madrid-Hendaya (sólo si a su vez los franceses completan el trazado hasta Burdeos) En esta línea parte del trazado sería común con el trazado de la Madrid Barcelona, para reducir costes.

Las dos últimas serían mucho más deficitarias que la línea Madrid-Barcelona, pero hay que intentar mantener buenas relaciones con los vecinos, y por eso pueden tener un pase.

Por supuesto, en todos estos trazados la decisión, soberana e innegociable, sería instalar únicamente tecnología española. Alsthom que venda sus trenes en Francia y Siemens que lo haga en Alemania. En España ya tenemos a Talgo y a CAF.

El resto de líneas de AVE sobran en España. Con el dinero invertido se podría haber recuperado el retraso de cincuenta años que tienen las infraestructuras ferroviarias españolas como consecuencia de no haber gastado un duro desde finales de los setenta, más o menos. Por ejemplo se podría haber hecho todo o casi todo esto que viene a continuación:

Se habría electrificado toda la red ferroviaria.

Se habría dotado de vía doble a la mayor parte de los trazados que aún no la tienen.

Se habrían modificado trazados diseñados en el siglo XIX que no tienen sentido hoy en día (el plan radial que se ejecutó en tiempos de Franco se diseñó a mediados del XIX)

Se habrían eliminado todos los pasos a nivel (nos cuestan demasiados accidentes mortales cada año)

Se habrían soterrado vías en los centros urbanos.

Se habría saneado toda la red, aprovechando las obras de sustitución de carril y catenaria para dotar de ancho europeo a la red ferroviaria española, porque el coste sería similar.

Se habría renovado por completo el parque móvil ferroviario, que está que da asco verlo.

Cualquier persona con dos dedos de frente entiende que esto sería bastante mejor que los tropecientos kilómetros de AVE construidos y por construir. Daría un buen servicio a millones de ciudadanos españoles en lugar de sólo a unos cientos de miles. Y el coste sería muy parecido.

Primar tanto la velocidad en nuestra red ferroviaria es un absurdo. Un ferrocarril convencional, con infraestructuras en buen estado, trazados adecuados, y parando sólo en localidades que lo justifiquen, puede mantener sin ningún problema velocidades punta del orden de 200 km/h y medias superiores a 150 km/h. Eso son por ejemplo entre tres y cuatro horas desde cualquier ciudad de la costa hasta Madrid, o menos de tres horas Valencia-Barcelona, o dos horas Zaragoza-Barcelona, o una hora Sevilla-Málaga, o dos horas y media Bilbao-Gijón, etc…

Para poder alcanzar esas velocidades medias sólo habría que eliminar el ochenta por ciento de las paradas en el recorrido del tren principal, y proporcionar trenes de cercanías y autobuses para que el resto de la población acceda a las estaciones de parada del tren principal. Y no tendríamos el absurdo de parar un tren en cualquier apeadero sólo porque un pasajero tiene un billete a ese destino. El viaje de larga distancia en ferrocarril en los tiempos modernos tiene que ser por fuerza un viaje combinado.

¿Por qué nuestros políticos decidieron el absurdo de dotar a España de la red de AVE con más kilómetros del mundo mundial? Por lo de siempre, para desviar dinero a sus bolsillos a la vez que vendían el país a intereses extranjeros. El mismo comportamiento que han tenido los políticos españoles desde los tiempos de los validos de Fernando VII. Corrupción en estado puro, eso ha sido el AVE, ni más, ni menos.

Saludos

AVE: las cuentas del Gran Capitán


Gonzalo Fernández de Córdoba ha pasado a la Historia por su extraordinario valor militar, su ingenio y por ser quien inspiró la famosa réplica de Shakespeare en Ricardo III (“Mi Reino por un caballo”).  A la muerte de la Reina Isabel de Castilla, sus enemigos se conjuraron contra el y le acusaron de corrupción. En defensa de su honor,  y en desagravio, presentó Cuentas ante el Rey Fernando el Católico:

“Por picos, palas y azadones, cien millones de ducados; por limosnas para que frailes y monjas rezasen por los españoles, ciento cincuenta mil ducados; por guantes perfumados para que los soldados no oliesen el hedor de la batalla, doscientos millones de ducados; por reponer las campanas averiadas a causa del continuo repicar a victoria, ciento setenta mil ducados; y, finalmente, por la paciencia de tener que descender a estas pequeñeces del rey a quien he regalado un reino, cien millones de ducados.”

A leer y analizar las cuentas del AVE, que el periódico El Mundo se ha encargado de publicitar este fin de semana, no he podido por menos que recordar la célebre anécdota.  51.000 millones de euros  han sido presupuestados en los últimos 30 años para tender los 2500 km de vías del AVE por Andalucía, Cataluña y Levante,  y el resto del dinero gastado y nunca auditado fue para “picos, palas, y azadones”.   El Km de Alta Velocidad cuesta en España 2 veces más que en el resto del mundo, y en alguna regiones como Cataluña, es de media 5 veces más caro.

El gran pecado del AVE, que diría Gonzalo de Córdoba si viviera, no es el dinero invertido en guantes perfumados, sino en haber abandonado a su suerte a la mitad Oeste de la Península.  El AVE ha sido un burdo pretexto para ni siquiera garantizar el mínimo mantenimiento de las infraestructuras ferroviarias existentes y heredadas.  Hoy, en 2017,  es ya literalmente imposible que los ciudadanos de Castilla, Extremadura, Galicia o Asturias usen habitualmente el tren para sus desplazamientos.  No les queda más remedio que utilizar sus coches particulares.

El último gran escándalo de la Gestión Pública de esta época extraña que nos ha tocado en suerte lo denunciaba INLUCRO.ORG en primicia hace unos meses, pero  ninguno de los Medios controlados por los Nacionalistas se hizo eco de la cuestión. En pocas palabras:  a muchos de los pensionistas y jubilados que viajan con el IMSERSO les “pasean” en el AVE para engordar las estadísticas.  Los destinos “preferidos” son Valencia, Alicante y Barcelona.

Para muestra un botón: unos pensionistas de Ávila, que van a disfrutar una semana de playa en Peñiscola durante los calores del mes de Febrero, salen de su casa a las 12 del mediodía,  y llegan a su Hotel pasadas las 23 horas.  Gracias a Google Maps sabemos que con un viejo autocar del IMSERSO habrían recorrido los 600 km en 8 horas, pero les tocó coger un autobús en Ávila, el Metro en Madrid, el Ave hasta Valencia y un viejo autobús hasta Peníscola.   Por suerte, estos señores mayores ya están acostumbrados: en sus últimas “vacaciones” a la Costa Brava, Valencia, Alicante y Málaga les ha ocurrido lo mismo.  La única excepción fue un viaje a Sevilla, donde viajaron en autocar.

Los portavoces de RENFE y del Ministerio de Fomento son aficionados a tomarnos el pelo con gran dosis de cinismo. El trayecto de Gerona a Barcelona les cuesta a los usuarios abonados 6 euros.  Es algo menos de los 8 euros que les cuesta a los vallisoletanos trasladarse a diario hasta Madrid.  Con ese dinero no pagan ni el sueldo de las azafatas. En comparación, si el viajero se sube a una de las viejas diligencias en servicio entre Ávila y Madrid, tendrá que abonar algo más de 8 euros por recorrer 100 km en 2 horas, y comprarse guantes y bufandas por si está rota alguna de las ventanillas.

El número de usuarios que cogen el AVE, de motu propio, es realmente ridículo si se comparan con las abultadas pero deficitarias cifras del trayecto entre Paris y Lyon.  Como diría el amigo Tartesos, de Cádiz,  en Cataluña no cogen el AVE ni los que viajan gratis.  De Barcelona a la frontera francesa viajan 40 personas los días de más afluencia, aunque la Prensa se encarga de poner una sordina a las reclamaciones de las concesionarias de esas obras.  Y en RENFE, los avispados gestores siguen analizando la posibilidad de premiar – de aquí a unos años – al viajero número 100 del Larga Distancia Madrid París, vía Barcelona y Lyon.

(c) Belge. 17/04/2017

 

Nunca formaría parte de un club que me admitiera como socio. Pero toda regla tiene su excepción.