24 sesiones para los 10.350 del Ibex


Los plazos se acortan.  A nadie se le escapa la envergadura de la apuesta que está sobre la mesa.   Los periodos electorales son el sueño húmedo de cualquier político  joven y/o corrupto.  Si por ellos fuera, vivirían del recuento, celebrando elecciones cada 6 meses. Su lógica tiene menos recovecos que la concha de un berberecho.

El dilema de Pedro Sánchez es seguir viviendo de la política el mayor tiempo posible porque sabe que sabe que le esperan las navajas de los suyos en cuanto hinque la rodilla. El PSOE de los históricos cuenta con ello y puede estar barajando la posibilidad de acudir a unas Terceras Elecciones con un candidato “moderado”.  Desde su óptica,  cortarle la cabeza a Pedro Sánchez solo presenta ventajas. El énfasis de los viejos barones pidiendo la abstención técnica esconde el cínico deseo de volver a la urnas con la esperanza de recuperar votos y escaños a costa de Podemos.  En su cortoplacista e indecente cálculo electoralista, imaginan que pueden conseguir que Mariano Rajoy ceda el testigo a un nuevo candidato, provocando un cisma en el Partido Popular.

En el caso de los dos nuevos movimientos impulsados y financiados desde Barcelona, la situación es aún más esperpéntica si cabe.  Se fueron de vacaciones en junio y no han dado un palo al agua en dos meses. Esperan que vuelva septiembre para montar el numerito delante de las cámaras de televisión con la ayuda de los periodistas entregados a la  causa.

A pesar de estos condicionantes, seguimos siendo optimistas. El PP de Mariano Rajoy ha conseguido colocar a todos sus rivales en clamoroso fuera de juego.  Si se repiten las Elecciones Generales, en contra del interés de los españoles, ocurrirán inevitablemente dos cosas.  En primer lugar, el PP volverá a ganar y ampliará su mayoría. En segundo lugar, quedará rota la legitimidad de las urnas. La mitad de la población española se declarará – de iure o de facto – en estado de rebeldía.

Valor Capital Perspectiva Entradas Salidas
Ibex 35
Ibex Mini
550.000 MM Cartera
Trading
7860
8585
9380
8940
Abertis 13.300 (14,15) Burbuja No tocar A mercado
Acciona 4.000 (69,5) Burbuja No tocar A mercado
Acerinox 2.600 (9,8) Vender 9,8 A mercado
ACS 8.000 (25,8) Trading 22,2 25,5
Aena 16.000 (108) Vender 106,5 A mercado
Amadeus 16.500 (38) Burbuja No tocar A mercado
Arcelor Mittal 8.800 (4,9) Vender No tocar A mercado
Sabadell 9.500 (1,75) Cartera 1,18 14
Popular 3.700 (2,75) cartera 1,18 1,42
Bankia 11.000 (0,96) Buy&Hold A mercado 1,25
Bankinter 6.000 (6,6) Buy&Hold 5,65 6,85
BBVA 42.000 (6,6) Buy&Hold 4,85 6,45
CaixaBank 16.000 (2,8) Vender 1,7 A mercado
Día 2.900 (4,7) Trading 3 A mercado
Enagas 6.200 (26) Trading 22,5 26,5
FCC 2.800 (7,5) Vender A mercado A mercado
Ferrovial 13.500 (18) Vender 15,2 16,2
Gamesa 4,700 (16,8) Vender 10,2 12,8
Gas Natural 16.800 (16,8) Vender 10,8 14
Grifols 12.000 (20) Burbuja No tocar A mercado
Iberdrola 39.000 (6,1) Trading 5,85 6,65
Inditex 95.000 (30,5) Trading 26,5 28,5
Indra 1.600 (9,8) Vender 7,2 A mercado
Iberia 14.000 (6,9) Vender 4,05 A mercado
Mapfre 6.000 (1,9) Trading 1,7 2,3
Mediaset 3.800 (10,2) Burbuja No Tocar A mercado
Merlin 3.200 (10) Burbuja No Tocar A mercado
REE 10.000 (75) Burbuja No Tocar A mercado
REPSOL 12.000 (10,5) Trading 10,65 12,05
Sacyr 1.000 (1,85) Trading 1,2 1,8
Santander 65.000 (4,5) Buy&Hold 3,3 4,55
Técnicas Reunidas 1.500 (26) Burbuja No tocar A mercado
Telefónica 50.000 (10) Trading 8,82 9,36
Viscofan s.d Trading 41,5 A mercado
Endesa 18.000 (17) Burbuja No tocar A mercado

Los males de la Prensa española


Pecados veniales

La filosofía política más revolucionaria floreció en los Salones parisinos del siglo XVIII.  Diderot, el padre de la Enciclopedia, engendró allí Jacques Le Fataliste et son maître, una obra tan inmortal e imperecedera como nuestro Quijote cervantino. El relato es una digresión sin fin que simula la estructura interna de esas “conversations a bâton rompu” propias de las charlas de café. Podemos llegar a imaginar lo que debieron ser aquellas Tertulias gacetilleras de la Ilustración, que pretendían divertir y educar, por el formato de programas de televisión como Droit de Réponse y Apostrophes en los años 80.

La actualidad es un relato “a bâton rompu” cuya naturaleza específica nadie ha conseguido descifrar. Hasta la creación de un nuevo tipo de medios (google, facebook, twitter, etc), a las empresas de comunicación de todo el mundo les ha convenido pensar que el objeto de su negocio era la literatura. Proyectando el derecho constitucional a la Libertad de Expresión (Art.20 de la Constitución Española) han querido convertir la Prensa en un Parlamento de papel. Les resultaba cómodo el loable propósito de servir a la sociedad al tiempo que ejercían de lobbies al servicio de los partidos políticos. La colisión entre el derecho idealizado de los periodistas y los fines mercantiles reales de la empresa ha impedido que el legislador fuera capaz de definir y regular el perímetro de la profesión. Es como si entre las atribuciones del médico, además de sanar a los vivos le exigieran resucitar bíblicamente a los muertos.

Internet ha dado muerte al negocio del papel (20 euros el kilo, con tapa dura; 5 euros, en edición diaria) y ha dejado al descubierto los grandes pecados de la Prensa. Twitter ofrece gratuitamente libertad de expresión a granel y Google vende, por el mismo precio, toda la inmediatez y transparencia que el Público sea capaz de consumir. Del truculento business del chisme (p2p en inglés avanzado, carnaza en español) se encargan empresas como Facebook. Ha descapitalizado de una misma tacada el atrezo jurídico, el grandilocuente modus operandi del gallinero y la ficción de un código deontológico que perseguía ordenar sacerdotes luteranos con la excusa de regular la profesión. ¿Cómo han de ser imperativos en un oficio el secreto de confesión, el amor a la verdad y la renuncia a sacar tajada da la información?

Pecados capitales

Al final de los años 80 en España se libró una batalla decisiva entre partidarios de acotar la función del periodista profesional y los lobbies empresariales de la comunicación a los que nunca ha interesado reconocer la existencia de su sujeto profesional “colectivo”. Pero en realidad es un debate artificial: ni existe periodista que trabaje al margen de la periodicidad que marca la empresa, ni médico que pueda ejercer su profesión sin contar con los medios e infraestructuras sociales de todo el Hospital. Parafraseando a Brecht, ningún ingeniero ha levantado un puente, ningún arquitecto ha construido nunca un edificio. El monopolio no lo da la capacitación profesional, sino la voluntad política de controlar la Administración en beneficio propio. Al arquitecto le brindan privilegios injustos e inmorales para que los políticos puedan ejercer su derecho de pernada cada vez que un contribuyente quiera construir su casa.

Como se suele decir, en el pecado está siempre la penitencia. La Prensa está arruinada y no hay Expediente de Regulación de Empleo que de una salida honorable a decena de miles de periodistas en España. La mayoría se ha echado al monte o se ha levantado los refajos. No se puede entender la grave crisis institucional que padece nuestro país sin analizar el anunciado naufragio de la Prensa. ¿Qué fue del Estatuto profesional y del Código Deontológico cuando llevamos 4 años viendo como jóvenes periodistas y viejos comunicadores se prostituyen en plaza pública para ganarse los favores de Pablo Iglesias o Albert Rivera? ¿Qué se puede esperar de una profesión en la que cualquier periodista corrupta aspira a ser Alcaldesa, Ministra o Presidenta de una Comunidad autónoma?

La batalla decisiva que libraron El Mundo y El País en los años 90, se empezó a perder el 11 de marzo de 2004. Los que intentaban formular las preguntas correctas se enfrentaban a fuerzas políticas superiores y coordinadas. Como la cabra de Mr Seguin, la desigual lucha duró hasta el amanecer. Y ni siquiera sirve de consuelo ya que todo un candidato republicano a ocupar la Casa Blanca reconozca la no existencia de Al Qaeda devenida Estado Islámico. La Prensa Libre era el último bastión: la fortaleza de la Ilustración ha caído.

(Dedicado a Juancar y Mónica)

© Belge. 15-8-2016.

Inflación + deflación+ manipulación de los índices=tipos negativos


Por ser agosto, la noticia más sorprendente de la actualidad económica ha pasado desapercibida. El 28% de los bonos que se emiten ofrecen tipos negativos.  Han transcurrido poco más de 20 meses,  lo que permite anticipar que antes del 1 de enero de 2018 el 50% de los bonos ofrecerá rendimientos negativos.  Es la mayor manipulación de la Historia. Los tipos negativos son, obviamente, esos aprendices de brujo que están utilizando la política monetarista para provocar un cuadro macroeconómico inédito: inflación, deflación y estancamiento económico.  A diferencia de la estanflación de los 70, en esta ocasión son los Bancos Centrales los que están induciendo el envilecimiento de la moneda en beneficio exclusivo de unos pocos países.

El IPC de agosto en España mantiene sus registros negativos, lo que es una manera cómoda de mantener los salarios reales en niveles de los años 80. El INE utiliza la técnica del salchichón, analizando la evolución de los precios mes a mes.  Es fácil llegar a la conclusión que el niño ha crecido menos de la mitad si le mides día a día en la pared.  Para los padres,  seguirá siendo su bebé casi hasta que se vaya de casa a hacer la mili en alguna Universidad extranjera.

Si medimos la inflación analizando precios antiguos anotados en la pared, constatamos que han pasado 10,20, o 30 años de golpe. El paquete de café que valía 45 pesetas ahora nos cuesta 1,35 euros de oferta.  Ese 500% de subida no es el raquítico 4% que reflejan las estadísticas oficiales. El método será científico y riguroso, y nadie duda de la profesionalidad de los técnicos del INE, pero moverse se mueve.  500% de incremento son un 8,4% medio en 20 años,  un 6,7% en 25 años y un 5,5% en 30 años. El botellín de cerveza que costaba 6 pesetas en la barra del bar hace 40 años, hoy nos supone un esfuerzo mínimo de 1,3 euros. En términos reales, es una inflación compuesta del 9,4%, incluyendo en la ratio cualquier supuesta regresión a la media.

Es cierto, que la composición de la cesta varía con el paso del tiempo, y no es lo mismo un Golf GTI de 1991 que la serie B de Mercedes en 2016. Por 2 millones de pesetas podíamos presumir de un coche de moda tope de gama y hoy necesitamos 36.000 euros para dar envidia a los vecinos. Es una inflación del 4,5%, sin tener en cuenta menudencias como la mayor depreciación del bien. Y en términos de poder adquisitivo real, la cosa no mejora. La joven criatura que soñaba con aparcar el Golf a la puerta del bar ganaba, de media,  15 pagas de 150.000 pesetas netas al mes. Con un salario de Grupo B o C se era clase media incipiente.  20.000 euros brutos anuales hoy no dan de sí para vacilar con un coche.  En términos reales, el poder adquisitivo es mucho menos de la mitad.

La cosa se empezó a torcer hace unos 20 años, cuando los sindicatos pactaron con el gobierno “trucar” el IPC oficial para evitar el supuesto efecto de doble ronda que suponía indexar los sueldos a la inflación prevista en los PGE. Acordaron pagar a los pensionistas una paga de compensación en enero por las desviaciones que se dieran, excluyendo al resto de asalariados. Patética casta de privilegiados preocupados por el valor menguante de sus rentas muertas, mientras ya se cernía en el horizonte la amenaza deflacionista.  Y la Deflación llegó.

Más que de la Deflación y del Endeudamiento, los tipos negativos son un indicador adelantado del nivel de Proteccionismo alcanzado en la economía y en el comercio. Mucha gente los confunde, al considerar que son solo un paso más, pero los tipos de interés negativos no son tipos 0. Decíamos, hace ya 20 años, que la Codicia lleva a los Rentistas a promover políticas monetarias deflacionistas, y la Deflación conduce al Caos. Los que se reían, y presumían de conocimientos, hoy han hecho mutis por el foro.

Desde INLUCRO podemos vaticinar donde nos lleva la lógica del cuadro macroeconómico. Con un 65/70% de bonos en terreno negativo, pueden desencadenarse muchas circunstancias políticas y financieras. Lo que los economistas ignoran y descubrirán con 2 o 3 años de retardos, es que los tipos negativos no son como los tipos positivos al revés.  Puedes sudar más o menos a 20 o a 40 grados, pero estarás igual de mojado si te metes en la bañera o te tiras a la piscina. Dicho de otro modo:  se pueden arbitrar posiciones financieras entre el 0 y el 3%, pero  carece de sentido hacerlo, por ejemplo, entre el -3% y el -1%.  Pero como nos ocurrió cuando concluíamos el Teorema Tricheto, no queremos adelantar el maravilloso mundo que se nos viene encima.

© Belge. 12 agosto 2016.

Nunca formaría parte de un club que me admitiera como socio. Pero toda regla tiene su excepción.