Un mundo peligroso

Carlo

 

Steven Pinker nos demuestra que la humanidad progresa, que crece en bienestar y se reduce la violencia. Generamos riqueza y nos volvemos menos crueles y agresivos. Esto es un hecho y hay porqué alegrarse. Pero no debe hacernos olvidar que tras el Imperio Romano llegó una etapa de oscuridad. El avance tiene vaivenes.

Occidente vivió tranquilo tras la Primera Guerra Mundial. Tan relajado y confiado que, cuando empezaron a crecer las dictaduras ideológicas, fiaron la respuesta a una estrategia de apaciguamiento y promoción del pacifismo. Ir dando cancha a los dictadores agresivos para que se calmaran al ver que no había motivo para la guerra.

Podríamos decir que el Reino Unido, con Baldwin, respondió a Hitler de una forma similar a la que en nuestra época han utilizado Obama y la UE. Hitler armó el Rhineland, como China a Corea del Norte. Alemania invadió Austria, como Rusia Siria o Ucrania, considerándolas propias de siempre. Le siguió Checoslovaquia, como Rusia y China han invadido Venezuela por medio de Cuba. Y el resto de democracias, con enorme falta de responsabilidad y humanidad, les dejan hacer. Esto, en los años treinta, duró hasta que todos los países tuvieron claro que también serían atacados. Así empezó la 2GM. Y no hay por qué pensar que no pueda repetirse la secuencia. La mala secuencia.

Tras la 2GM, las democracias demostraron haber aprendido la lección. No permitieron crecer a la nueva amenaza, la URSS. EEUU frenó la expansión comunista desde Vietnam hasta Latinoamérica o Asia Menor. Se llamó Guerra Fría porque no llegaron al enfrentamiento directo EEUU-Rusia, pero la presión militar fue constante. Es una secuencia menos mala. En la que las democracias no esperan a que las amenace el matón para frenarlo.
Pero faltó, qué duda cabe, evitar las guerras menores. Y en eso Europa no ayudó sino todo lo contrario. El antiamericanismo que tanto criticó Jean François Revel, alimentó las opciones de expansión de la URSS, manteniendo una constante e irresponsable tensión que causó infinidad de conflictos y muertes en Asia, Oriente Medio, Latinoamérica…

Hoy la Guerra Fría es cosa del pasado, pero los esquemas siguen siendo los mismos. Y los peligros asociados, también.
Obama nos mostró que EEUU puede caer en la trampa del apaciguamiento como en su día Balwin y Chamberlain. Y la Unión Europea, Francia y Alemania en realidad, nos muestran cada día cómo pueden utilizar hipócritamente el buenismo para bloquear cualquier acción contra los regímenes asesinos. Apoyando en la práctica el terrorismo palestino… ¡cuya principal víctima es la propia ciudadanía palestina!, bloqueando las respuestas prácticas que impidirían la expansión de la dictadura cubana por Venezuela, Nicaragua…
Un problema, el Franco-Alemán, que probablemente deriva de la construcción Europea. Una mala estrategia europea que internamente destroza países para intentar crear una UE en la que los dos grandes que controlen a un resto de países sin peso político (Trocear España https://politicadegaraje.blog/2019/03/27/troceando-espana/)

Y que en el ámbito mundial también produce enormes perjuicios, pervirtiendo todas las relaciones internacionales al primar el afán de erosionar el liderazgo de EEUU.

Está en nuestra mano repetir lo ocurrido en la 2GM, mejorarlo como con la Guerra Fría, o ir a por algo aun mejor, que evite el juego sucio de las estrategia manipuladoras, de siembra de prejuicios contra los contrincantes democráticos. Y promover la democracia en el mundo sin dar cancha al crecimiento de las dictaduras militaristas. Como dentro de los países no se da cancha a las mafias, sin escrúpulos distorsionados sobre lo que debe ser la no intervención.

La pelota está en nuestro tejado… aun.

Un mundo peligroso
https://politicadegaraje.blog/2019/04/02/un-mundo-peligroso/

 
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2 pensamientos sobre “Un mundo peligroso”

  1. Pinker me recuerda a Hans Rosling, cuyo libro terminé hace poco, y abundaba en la misma tesis, desde su experiencia vital. Necesitaba creer que el mundo era un lugar mejor, y creo que al final del libro explica porqué (factfullness)… Pero, claro, me puede mi lado cartesiano:-)….Si el mundo fuera ese lugar que proviene de la oscuridad, sencillamente no habríamos llegado tan lejos. Sencillamente, el concepto de Progreso plantea más problemas que los que resuelve.

    Imaginemos como verán nuestros descendientes el siglo XX….Nosotros lo vemos como una sucesión de momentos malos y buenos…ellos solo verán lo malo concentrado. Lo mismo nos ocurre con el pasado….los 1000 años que van del año 400 a 1400….son 365.000 días y 8 millones de horas…Por lógica, el grueso de esas horas habrán sido de paz y armonía, como muestra el gran número de fiestas que se celebran.

    Ese tipo de análisis es delicado. Un niño que juega en África en cualquier pueblo o ciudad, con una renta ridícula, ¿será más pobre e infeliz que un homeless en EEUU al que atribuyan una renta de 10.000 dólares al año?
    Hans Rosling muestra en sus geniales gráficos que la mayoría de la gente vive en países que se han desarrollado…pero ¿contesta eso a la pregunta?

    1. Algo puede haber de eso. Es difícil comparar lo que es distinto. Y nuestros tiempos se parecen poco a lo que ya pasó.

      Pero Pinker hace algo más que ser optimista. Además valora lo logrado por la civilización. La prosperidad y la reducción de la violencia (tortura…)

      Y en ese sentido va totalmente en línea con mi pensamiento. Yo creo que la república romana es mejor que lo anterior. O que la democracia liberal vale la pena. Es decir, que el progreso existe y el positivo.

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