Los Planes de Pensión en España

Por Arnelas

El sector de los fondos de inversión es un sector con clientes cautivos que no pueden escapar de sus garras durante muchos años. Algunos van a permanecer a merced del apetito de los estafadores por más de cuarenta años.

La mayoría de las grandes empresas de este país tienen un paquete retributivo denominado pomposamente “ventajas sociales”. Normalmente consta de las siguientes patas:

  • Comedor de empresa con menú a precio bonificado, o bien un programa con vales para restaurantes concertados.
  • Transporte de empresa.
  • Ayudas a estudios.
  • Póliza de seguro médico privado.
  • Póliza de seguro de vida por X anualidades brutas.
  • Plan de Pensiones.

El “Plan de Pensiones del Promotor” oscila según las empresas normalmente entre el 5 y el 10% del salario pensionable del trabajador (salario bruto más antigüedad) En el principio de los tiempos, estos planes de pensiones eran una entelequia. Se basaban en compromisos de pago por parte de la empresa que finalmente, cuando el trabajador llegaba a la edad de jubilación, se podían cobrar o no, en función del estado de cuentas de la empresa. Algunos trabajadores que hipotéticamente iban a ser beneficiarios de saldos acumulados en su plan de pensiones equivalentes a la paga de su pensión o incluso más, finalmente no vieron un duro, porque la empresa se fue a pique. Que les pregunten por ejemplo a los jubilados de RENFE de los años gloriosos de Felipe González.

A finales de los ochenta o principios de los noventa (no recuerdo con exactitud en qué año) la ley estableció que aunque el fondo de pensiones se gestionara como un todo, el saldo de cada partícipe tenía que ser individualizado en una cuenta dedicada. Era la operación que se conoció como externalización o regularización de los planes de pensiones. En muchas empresas tuvieron sus más y sus menos a la hora de repartir el saldo acumulado de compromisos de pago previos entre los partícipes. Normalmente los trabajadores con mayor antigüedad trataron de arrimar el ascua a su sardina a costa de los que habían ingresado más recientemente en la empresa. En algunos casos terminaron en los tribunales.

Además la ley, que siempre beneficia a quienes tienen la sartén por el mango, estableció una excepción. La banca creo que está exenta de esa obligación legal, por lo que los planes de pensiones de los trabajadores de la banca aún no se han externalizado. Botín tiene sistemáticamente denuncias y actos de protesta por parte de los sindicatos como consecuencia de esta situación. En el hipotético caso de que el BSCH se fuera al carajo, ya se vería si a los beneficiarios del plan de pensiones les llega algún euro.

Pero es que incluso en el caso de aquellas empresas que tienen externalizados sus planes de pensiones el trabajador no es dueño de las decisiones que se toman a la hora de gestionar la pasta. La ley establece que debe constituirse una comisión mixta empresa – trabajadores para gestionar el plan de pensiones. Normalmente los miembros de esta comisión no están cualificados para tomar decisiones relacionadas con asuntos financieros, salvo alguno de los representantes de la empresa, si estos pertenecen a su dirección financiera. En consecuencia, lo que hacen es decir amén a las decisiones de la gestora del plan de pensiones, que es un equipo formado por profesionales de la entidad financiera a la que se ha contratado la gestión del plan de pensiones.

En el caso de empresas grandes, la maniobra más frecuente es la de contratar como gestora del plan a alguna de las entidades especializadas pertenecientes a alguno de los accionistas mayoritarios de la empresa. Ejemplos: gestoras del BBVA, de La Caixa, del BSCH, etc…

Así pues, todo queda en casa. Los planes de pensiones de los trabajadores de la banca sin externalizar, y los planes de pensiones de las grandes empresas externalizados, pero gestionados por el propio banco que es el accionista mayoritario, o adjudicada la gestión “a dedo” por el consejero independiente en el caso de que entre los accionistas institucionales no haya ningún banco. Las comisiones de gestión, como corresponde al caso de un cliente cautivo, son de auténtico escándalo.

Cuando los trabajadores reciben el informe anual o semestral de la comisión gestora, se encuentran fabulosas operaciones del tipo:

  • Reducir la exposición a la renta variable cuando las cotizaciones bajan, y aumentarla en máximos de cotización de todos los valores directores del IBEX
  • Aumentar la exposición a renta fija cuando los tipos de interés están subiendo
  • Entrar en mercados emergentes cuando dichos países están a punto de hacer catacrak

El lumbrera que gestiona los planes de pensiones no propone nunca una gestión conservadora, para asegurar el capital. Ninguno platea el constituir una SICAV para acudir directamente a las subastas de deuda pública, para qué. Al contrario, ponen en práctica modalidades de gestión “dinámica” que lo único que dinamizan son las comisiones para el banco.

La última moda consiste en contratar a otra entidad para que haga de tapadera y califique cada año la gestión. Algo similar, a otra escala, a lo que son las agencias de rating. Así todo el mundo tiene una disculpa, fíjate, es que hemos aplicado los mejores criterios posibles, tal y como ha verificada la entidad calificadora, pero el mercado estaba como estaba y tal y cual…

 

Si se le pregunta a alguno de los representantes sindicales que forman parte de la comisión, normalmente no saben hacer otra cosa que poner cara de póquer. En el mejor de los casos apoyarán las decisiones de los gestores por ignorancia. En algún caso a lo mejor reciben algún tipo de “favor” por permitir a la gestora estafar poco a poco a sus administrados partícipes.

 

Todo este tinglado se ha multiplicado en los últimos años gracias al alarmismo de nuestros políticos, que cada dos por tres advierten de la conveniencia de contratar planes de pensiones privados para asegurarnos la vejez, ya que el sistema público de pensiones puede acabar declarándose insolvente. Además lo dicen también los responsables del BCE, del FMI, del Banco Mundial, el Financial Times y toda la cuadrilla habitual, así que cómo no va a ser bueno contratar un plan de pensiones.

 

Son varios millones de trabajadores los que “disfrutan” en nuestro país de esta envidiable situación, mediante la cual no son dueños de las decisiones que se toman a la hora de gestionar el saldo acumulado de su plan de pensiones. ¿Ha oído alguien en alguna ocasión a Fidalgo o a Méndez algún tipo de propuesta para cambiar esta situación aberrante? Yo no. Así que habrá que hacer la única pregunta que hay que hacer cuando alguien resulta perjudicado económicamente.

¿Cuál es la pista del dinero?

 

Beneficiarios, por este orden:

1.- El sistema financiero español (varios billones de pesetas, de los de doce ceros, cautivos durante años para que esquilmen a los partícipes) Es el resultado de multiplicar varios millones de partícipes con saldos medios de varias decenas de miles de euros.

2.- Los sindicatos (barra libre, falta de control en el número de delegados liberados, fondos de formación, deudas históricas varias, etc…)

3.- Hacienda, que cobrará en todos los casos las retenciones a los que retiren su plan de pensiones en la modalidad de renta, a su tipo marginal del IRPF. Y que en el caso de que uno quiera recuperar el saldo del plan si por ejemplo cambia de empresa y en la nueva no disponen de plan de pensiones, cobra al tipo marginal la retirada de todo el saldo.

Y es que, como dicen los castizos: blanco y en botella, leche. A ver si la gente empieza a entender de verdad como funciona esto, que va siendo hora.

 

 

 
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