Las formas en una democracia son muy importantes, si, pero no son lo más importante. En su afán por salvar las apariencias, los muñidores de Ciudadanos, antes Ciutadans, no solo han delatado su estrategia sino que cuentan con la ayuda de un Partido Socialista dócil y servil. El reiterado NO de Pedro Sánchez, posiblemente pactado con los barones históricos del PSOE, y el engaño de Rivera a Mariano Rajoy para llevarlo a presentar una Investidura fallida conducen al intento de consensuar candidato pretendidamente independiente y a pactar uno a uno todos los ministerios. La composición de un gobierno técnico, en ese consenso de las dóciles fuerzas de izquierdas y de los nacionalistas, recuerda los gobiernos tecnocráticamente catalanes del General Francisco Franco. https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Sard%C3%A1La similitud de lo que ha ocurrido en Grecia, Italia, Portugal y ahora España es tan llamativa como el silencio de los medios de comunicación. Caben dos explicaciones, no excluyentes: que todos los periodistas y analistas sean estúpidos o que todos sean corruptos. Las grandes corporaciones ejercen su poder de censura por omisión. Es su manera de hacer política. Los temas políticos pertinentes y las cuestiones económicas relevantes para la sociedad no se tocan, salvo que se trate de echar un capote para desviar al toro de su embestida.El análisis de la actualidad no tiene mayor propósito que intentar comprender el complejo y caótico mundo en el que vivimos. Un estudio matemático realizado por científicos británicos, y que citaba Luis Garicano, intentaba demostrar que las grandes “conspiraciones” políticas son improbables en la misma medida en que implican el concurso preciso de numerosos agentes. Es lógica pura….e pur si move. Que no existan causas definidas no significa que las cosas que pasan ocurran por azar: las guerras se pierden y se ganan. ¿Se atrevería a afirmar ningún matemático que una “guerra” no es una gran “conspiración” para alterar el curso de la Historia y modificar los equilibrios existentes?No eran pocos los lectores que sonreían hace ya casi 10 años cuando analizábamos la estrategia de Alemania de convertir el Sur mediterráneo en un nuevo protectorado luterano. Incluso el díscolo Varoufakis bendecía el propósito al tiempo que se golpeaba el pecho. Poco a poco, todos los hechos vaticinados se han ido confirmando y dejando a la vista el Plan Maestro. Nada ha sido casual en la UE desde que Ángela Merkel se hiciera con el control de la CDU.El Plan de Estabilización ideado por Juan Sardá y perpetrado por el catalanismo a partir de 1959 ha servido para engordar el problema del nacionalismo y enriquecer a los nacionalistas a costa de los españoles. La Caixa intenta sacarse de la misma chistera un nuevo Plan de Estabilización. Sería lógico que buscara beneficiar a los mismos, salvo por un pequeño detalle. A mediados de los años 50 y 60, la agresiva descapitalización de Castilla, Extremadura y Aragón supuso ingentes dividendos para el País Vasco y Cataluña. En la España de 2016 y 2017, en la que no quedan recursos por expoliar, el Plan Económico de La Caixa presentado en su día por Luis Garicano es un soberano disparate. Ni los españoles pueden gastar menor ni los catalanes derrochar y endeudarse más. Han bastado 50 años, entre 1959 y 2008, para desmontar el corrupto mito de los polos de desarrollos y llevar a España a la quiebra. 

Un informe de JP Morgan promete alimentar el debate sobre la incidencia de las medidas de estímulo monetario implementadas por los Bancos Centrales. La entidad americana cifra en casi 700 las intervenciones que han consistido en rebajar los tipos de interés desde 2008. Se dice pronto. No ha pasado una sola semana, de media, sin que las autoridades monetarias de las principales economías hayan intervenido para marcar el rumbo de los mercados. Todo ello sin contar el resto de medidas “heterodoxas” que han consistido en licuar deudas, recomprar activos malos a precio de oro, pagar generosas comisiones a intermediarios opacos e inyectar sumas billonarias en los balances de bancos y grandes corporaciones. Una Tabula Rasa de libro.Para poder valorar la incidencia de todas esas medidas, hemos elaborado una pequeña tabla con el impacto que han supuesto en las principales plazas financieras. Habla por si sola.Varias conclusiones se pueden extraer. Como norma general, los países que provocaron la crisis han ganado posiciones, han crecido y han recuperado todo lo perdido; han usado los estímulos monetarios para crecer a costa de unos competidores directos que han sido descapitalizados. Se puede decir que esta crisis de 10 años – 2006/2016 – ha sido premeditada y que hay claros ganadores y claros perdedores. EEUU y Alemania casi han multiplicado por 3 su capitalización bursátil y han usado el estado de excepción contable y financiero para inyectar masivamente dinero “público” en todas sus empresas.Desde un punto de vista económico, empresarial y financiero – que no militar – las grandes perdedoras de una crisis que no acertaron a ver venir y no supieron defender, son Italia y España. La Deflación impuesta por la espalda desde el Norte ha descapitalizado sus economías y debilitado a sus empresas en un momento de fuerte crecimiento.