La jugada de salida ten presente, que es lo primero que se le olvida a la gente. El espectáculo que nos brindaron ayer, en el Parlament, Puigdemont, las chicas de la CUP y los chicos Podemos, encierra todas las claves del Golpe de Estado que estamos viviendo en España. No fue casualidad que el Pleno en el que se iba a perpetrar la Declaración Unilateral de Independencia se retrasara una hora para pactar las formas, las poses y la retórica del Pronunciamiento, mientras que las chicas del Coro, más putas que las gallinas, fingían desmayos y ultrajes.¿Y qué vino a decir Puigdemont, entre tanto aspaviento? Dos cosas. Culpa al PP de la deriva de los moderados, por fiscalizar la corrupción de CIU y recortar el Estatut que les había prometido Zapatero, y leemplaza a que acepte, en el plazo de un mes, una Reforma de la Constitución que reconozca el Derecho de Pernada de Cataluña. Esto es, para quién necesite un croquis, subordinar el derecho de los españoles a un supuesto Principio de Ordinalidad que blinde sus beneficios, sus rentas y todos sus privilegios.Le faltó tiempo a la claque de Podemos y del PSC para jalear el talante del orador y reclamar una doble ración de “diálogo”. Esto es, para los del croquis, encajar a Cataluña y al País Vasco como Estados Libres Asociados en una España Federal sometida a sus intereses.La Vía Eslovena, que han elegido los Golpistas catalanes, la inventaron EEUU y Alemania para dinamitar Yugoslavia en 1990, al facilitar una política de hechos consumados. La resistencia que opuso el gobierno de Belgrado, de cara a la galería, fue mínima. El problema vino después. La destrucción de Yugoslavia le acabó costando a Europa más de 100.000 muertos.Los Golpistas catalanes y sus aliados han ideado una estrategia coral para imponerle a los españoles una Reforma Federal, de corte marxista y luterana, que entierre definitivamente cualquier atisbo de Soberanía en la Península Ibérica. Para ello, deben ganar tiempo. Necesitan 6 meses para que el PP se desangre en los diversos frentes abiertos y que su electorado quede completamente desmoralizado. En ese momento, el PNV entraría en juego para apoyar una Moción de Censura de Podemos y del PSOE, o forzar una nueva convocatoria de Elecciones Generales que retrase cualquier decisión. Dicho de otro modo, para los que siguen necesitando un croquis: el mes de “gracia” que pactaban ayer, a cambio de una DUI descafeinada, le podría costar al Gobierno de España – ¡ en el mejor de los casos! – un año de parálisis político y una debacle sin remedio.